Capítulo 2:

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Después de que mi padre me haya presentado al guardaespaldas yo sentía una mala vibra en Seth, también me sentía mal por perder de esa manera la confianza de mi padre. Levanto la mirada a escuchar la voz tosca y ronca de mi padre.

Padre/Lincon: -Gracias Seth por tu ayuda, puedes empezar a trabajar desde este momento, se que es la primera chica que cuidas así que si pasa algún problema con ella, házmelo saber.- Después camina hacia Seth y le da un apretón de manos y con su otra mano le da una palmada en el hombro, me dirige una mirada a mi indicándome que me porte bien.

Seth solo se limita a asentir la cabeza y después mi padre se va, esperaba que al menos se despidiera de mi, volviendo a la realidad me sentía incomoda teniendo a alguien que me estuviera persiguiendo y yo tenía una fiesta a la que asistir. Un poco incomoda le dirijo la palabra a Seth, después de todo estará conmigo un tiempo.

-¿A qué hora te irás?- digo con una voz baja y mirando al suelo por la incomodidad en la que me encuentro.

Siento si mirada intimidante y responde:

Seth: -A la hora que tu padre me diga- dice con una voz firme y decidida, me limito a responder.

Subo por las escaleras a mi cuarto y siento su presencia siguendome. Pienso:
<<será difícil acostumbrarme a esto>> entro rápidamente a mi cuarto y cuando estoy a punto de cerrar la puerta, el detiene la puerta y entra a mi cuarto. Yo ignoro el suceso y me apresuro a entrar al baño de mi cuarto, cuando cierro la puerta detrás de mi, siento como Seth se recarga sobre la puerta. Me doy una ducha para relajar la tensión de mi cuerpo, después de unos minutos al salir de la bañera me coloco mi albornoz.

En el baño hay un closet, siempre acostumbro a vestirme dentro del baño. Encuentro un vestido negro, elegante, corto y apretado. Tenía tiempo que no lo usaba y decido vestirme con esa prenda. Me desenredo el pelo y le paso la secadora, me maquillo natural para luego salir del baño con cuidado porque recuerdo que Seth está afuera del baño recargado en la puerta.

Al salir noto que ya no está, supongo que se encuentra abajo en la cocina o en el baño, casi es hora de escaparme, aprovecho la oportunidad de que el no me está vigilando para  agarrar un bolso corto y negro para colocar mi cel, dinero y un poco de maquillaje.

Suspiro levemente y abro la ventana con cuidado, estoy a punto de saltar cuando de repente siento unas manos fuertes y firmes sobre mi cadera. Me sorprendo ante está acción y volteo mi cuerpo para poder ver a la persona, sin darme cuenta es Seth, no se cuanto tiempo lleva estando observándome, debo de admitir que es bastante sigiloso incluso más que yo.

Mi querido guardaespaldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora