11_ Mía Johnson

98 16 0
                                    

Freddy

Clara y Noah habían evitado durante todo el día quedarse a solas conmigo, no tenían intenciones de hablar aún conmigo sobre el hecho que me hayan ocultado la verdad sobre Gustabo.
No iba a presionarlos pero antes de irnos de ahí necesitaba aclarar ese tema.

Mi hijo estaba muy grande y se notaba que era feliz. Parecía no recordarme, en parte eso me entristecia pero era lo mejor para él.

Por otro lado, Tabano había comenzado a actuar extraño, parecía querer evitarme y no se quedaba a solas conmigo. Tal vez era una impresión mía o tal vez no debí intentar besarlo esa tarde.
Como siempre, le daría su espacio. Sabía que volvería a relajarse tarde o pronto.

Las palabras de Lala me habían dado esperanzas. Pero como también dijo ella, él jamás admitiría tener sentimientos por mi.

A Gustabo se lo conocía como el hombre sin sentimientos, Conway se jactaba de eso para recordarme que solo me usaba y que en verdad no sentía nada por mi. Pero al final el que no podía sentir era su alter Tabano y fue al que Castro trató durante sus años con la CIA.

Podría decirse entonces que Tabano se había enamorado de mí gracias a la intervención de Clara Castro?
Pues no estaba seguro. No sabía exactamente cuándo Gustabo se enamoro del Gambino y si alguna vez sintió algo por mi o solo fingió y me manipuló como era experto.

Que diferente eran ambos, verdad? Uno podía actuar amor, amistad, felicidad. Sabía que decir a cada persona para convencerla de lo que quisiera. El pico de oro le llamaba.
Mientras el otro no sabe expresar sus propios sentimientos, dice la cruda verdad la mayoría de las veces y no trata de quedar bien con nadie. Consigue lo que quiere a la fuerza de ser necesario.
Uno era amado por todos, mientras el otro es respetado y hasta querido por muchos a pesar de su forma de ser.

Esa mañana me desperté al oír la puerta de la habitación abrirse lentamente. Entreabrí mis ojos de a poco para ver quien entraba.
Una joven rubia de cabello largo entraba sigilosamente, descalza. Se detuvo al verme acostado en el suelo, me observó unos segundos y luego siguió su caminata hasta la cama de Tabano.

- Por que piensas que no te iba a oír? - era la voz de Tabo que hablaba sin abrir sus ojos.
- Me descalze esta vez. No entiendo como escuchas todo siempre. - respondió la rubia riendo.
- No escucho todo, solo lo que me parece extraño. Por ejemplo la puerta de mi habitación abriéndose en la mañana no es algo normal.
Ella hizo una pequeña carcajada y luego quedó en silencio.

- Por que esta él aquí? - preguntó de repente la joven.
- Que?
- Otra vez él?
- Y eso a ti que te importa. - Tabano empezaba a levantar el tono de vos poco a poco. - Desde cuando debo darte explicaciones a ti o a quien sea de lo que hago o con quién estoy.
- Estas? Entonces si estas de nuevo con él?

Tabo se sentó en la cama y la miró serio. Luego se puso de pie y camino hasta donde ella se encontraba parada y se puso frente a ella muy pegado.
- A ti que mierda te importa!
- Solo me preocupo por ti.
- A si? Por eso hiciste que Nick me llame temprano por la mañana para que venga?
- Yo no...
- No? Entonces el niño miente? O soy muy idiota por pensar eso? - el joven pelirrojo gritaba totalmente enojado.
- No Tab en serio, no pensé cuando lo hice. Lo lamento de verdad. - la rubia comenzó a llorar mientras intentaba disculparse.

Tabano suspiró entendiendo que se estaba sobrepasando con su forma de hablarle.
La abrazo contra su pecho y acaricio su cabeza.
- Lo siento Baby. No debí gritar. Pero no intentes controlar mi vida, sabes que eso es lo que más me molesta. - Le decía bajo tratando de calmarla.

Yo observaba la escena sentado desde el suelo, luego de sus gritos no podía seguir fingiendo dormir.

- Lo se. Lo siento Tab, no volverá a pasar.- repetía la joven entre sollozos.
- No necesitas hacerlo, sabes que tú y Mía son lo más importante para mi, siempre será así. Si quieres verme, solo me llamas y haré que nos veamos, vale? - la rubia separo su rostro del pecho del joven y lo miró asintiendo con la cabeza.
Él beso su mejilla y volvió a abrazarla.

Los Santos del infierno.   Torna al mio fiancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora