Al abrir mis ojos observo el techo, una estantería y luego a mi derecha, al lado de la cama una mesita de noche.
¡¡Un momento paren todo!!
¡Esta no es mi habitación!
¿Dónde estoy?
Es cierto ayer me seguía alguien. Entré en un almacén abandonado y detrás de una columna me escondí. ¡Ya recordé que ese alguien que me seguía era el pervertido que me toco el culo! Giro mi cabeza lentamente y veo ese pervertido también está acostado en la cama sostienendome la mano.
- ¡Aaaaaa! - le doy una patada al pervertido y él se cae.
- ¿Oye qué te pasa?¿Estás loca? - Dice frotándose la nuca.
- ¿Dónde estoy? - pregunto.
- En casa de un amigo mío - responde sentado en el piso.
- ¡Me has secuestrado! - Digo levantándome de la cama del costado contario suyo.
- No, te traje a mi casa por que te desmayaste - contesta levantandose.
- ¡No te acerques! - lo señalo.
- Esta bien, tranquilizate.
- ¿Por qué me secuestraste? ¿Qué quieres de mi?
- Necesito algo de ti.
- Recuerdo que tus ojos eran distintos ¿Por qué no te sorprendes?¿Acaso no eres humano?
- ¿Qué eres?¿Qué quieres de mí?¿Por qué me secuestraste?
- No te he secuestrado, si te calmas podré explicarte todo - responde acercándose.
Sin pensarlo dos veces salgo de la habitación y cierro la puerta con llave dejándolo encerrado dentro.
- Esta bien si te sientes segura encerrandome aquí, explicaré todo aquí dentro.
- No, me iré, psicópata. ¡Estás loco! ¿Quedarme?¿Para qué?
De imediato salgo corriendo y el pervertido aparece justo delante de la puerta.
¿Cómo es posible?
¡Lo encerré en la habitación!
¿Estoy soñando?
¡Despierta Daniela!
¡Este tipo acaba de teletrasportarse!
- Tranquilizate - Dice dando un paso hacia mí y yo otro hacia tras.
- ¿He muerto? ¿O me he vuelto loca?
- Ningua de las dos, solo quiero explicarte.
Veo una escopeta vieja en la pared de las que se usan para cazar animales. Sin dudarlo la agarro y vuelvo a mi lugar apuntándolo.
- ¡Si te acercas disparo! - lo amenazo con esperanza de que retroceda y ma deje ir.
- No eres capaz.
- Si lo soy - respondo lo mas firme que puedo con lo poca valentía que me queda, aunque mis manos tiemblan mientras sostengo la escopeta.
- Mira como te tiemblan las manos, no eres capaz.
- No me pongas a prueba, haré lo que sea para vivir.
- No lo harás - sigue acercándose.
Sin pensarlo y bajo el estado nervioso en el que estoy, tiro del gatillo. Cierro los ojos de imediato cuando escucho el sonido del disparo.
¡Ay no! ¡He matado a una persona!
No es cierto el no es humano pero aún así ¡Lo he matado! Nadie merece morir. Aunque el me ha secuestrado.

ESTÁS LEYENDO
El abismo de su alma
FantasyDaniela Brown era una chica normal como otras personas , su vida diaria era tranquila hasta que un suceso inesperado marco su destino y él fue el responsable.