Capítulo: La Oferta Tentadora
133 d.C
El puerto de Desembarco del Rey estaba envuelto en una bruma matutina, la luz del amanecer apenas comenzaba a filtrarse entre los edificios y los barcos anclados. Alys Rivers, con una capa oscura que ocultaba su figura, esperaba en silencio el barco que la llevaría lejos de la capital. Su rostro estaba tenso, sus ojos se movían constantemente, vigilantes. Sabía que su tiempo en la ciudad había terminado, y cada minuto que pasaba allí aumentaba el riesgo de ser atrapada.
El sonido de pasos se acercó desde detrás de ella. Alys se giró bruscamente, preparada para defenderse si era necesario. Para su sorpresa, fue Rhaela quien apareció entre la neblina, su figura esbelta y su cabello claro destacándose en la penumbra.
—¿Qué haces aquí, Rhaela? —preguntó Alys, con desconfianza en su voz.
Rhaela levantó las manos en un gesto de paz y se acercó lentamente, asegurándose de mantener una distancia segura.
—No vengo a hacerte daño, Alys —dijo Rhaela con una voz suave pero firme—. De hecho, vengo a ofrecerte una oportunidad.
Alys arqueó una ceja, claramente escéptica. No confiaba en Rhaela, pero su curiosidad era mayor que su temor.
—¿Una oportunidad? —repitió Alys, cruzando los brazos sobre el pecho—. ¿Qué clase de oportunidad?
Rhaela sonrió, sabiendo que tenía la atención de Alys. Se acercó un poco más, pero aún manteniendo una distancia respetuosa.
—Sé que planeas marcharte de Desembarco del Rey —dijo Rhaela—. Pero quiero pedirte que te quedes. Quiero que te quedes en la capital, pero no como mi enemiga. Quiero que te quedes como mi doncella.
Alys dejó escapar una risa amarga, sacudiendo la cabeza.
—¿Tu doncella? ¿Después de todo lo que ha pasado? ¿Por qué debería hacer eso?
Rhaela dio un paso más cerca, su expresión se volvió más seria.
—Porque te prometo protección, poder y un castillo —dijo Rhaela—. Sé que no confías en mí, y tienes todas las razones para no hacerlo. Pero esta es una oferta que puede cambiar tu vida. Podrías tener una posición segura y privilegiada. No tendrías que huir ni temer por tu vida.
Alys permaneció en silencio, evaluando las palabras de Rhaela. La oferta era tentadora, pero también sabía que aceptar significaba entrar en una nueva red de intrigas y posibles traiciones.
—¿Por qué me harías esta oferta? —preguntó Alys finalmente, con la sospecha aún en su voz—. ¿Qué ganas tú con esto?
Rhaela bajó la mirada por un momento, considerando su respuesta. Cuando volvió a levantar la vista, sus ojos morados brillaban con determinación.
—Porque sé que juntas podemos lograr mucho más que estando enfrentadas —dijo Rhaela—. Necesito a alguien fuerte y astuta a mi lado, alguien que entienda el juego de tronos tan bien como yo. Juntas, podemos asegurar nuestra posición y enfrentar cualquier amenaza que venga.
Alys observó a Rhaela, buscando algún signo de engaño. Sin embargo, todo lo que vio fue sinceridad y una oferta que, si bien peligrosa, también tenía el potencial de darle todo lo que siempre había deseado.
—Está bien —dijo Alys finalmente, con una leve sonrisa—. Acepto tu oferta. Me quedaré en Desembarco del Rey como tu doncella.
Rhaela asintió, su expresión era una mezcla de alivio y satisfacción.
—Sabía que tomarías la decisión correcta —dijo Rhaela—. Bienvenida a nuestro nuevo juego, Alys.
Las dos mujeres se miraron, conscientes de que habían sellado un pacto que cambiaría el curso de sus vidas y del reino. Mientras el barco que esperaba a Alys se alejaba del puerto sin ella, ambas sabían que la verdadera batalla apenas comenzaba.
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El último dragón: La casa del dragón
Teen FictionEl último dragón: La Saga Targaryen ofrece una mirada profunda a las complejidades de la política familiar, el amor y el poder en la casa Targaryen. A través de los ojos de Rhaena, la novela explora la tensión entre el deber y el deseo, la lealtad y...