Existía un reino lleno de abundancia y poder, un reino que es codiciado y envidiado por sus riquezas y su prosperidad, este reino era feliz, amable con cada forastero que lo visitaba, aunque el reino era pacífico tenía un ejército grandioso, sus gobernadores eran personas completamente diferentes, se complementaban, la emperatriz era amable y curiosa con un corazón tan grande como su querido reino, el emperador era alguien serio y controlador le encantaba ayudar a su reino al tratar con las cosas políticas, era un gran equipo y su amor haría derretir cualquier iceberg que se le atravesara.
De su amor nació un niño, con la piel blanca, con la nieve y unos ojos del color del bosque más hermoso del mundo, al nacer fue una bendición para su reino, un niño que tenía todo lo necesario para tener un futuro próspero y abundante, el poder estaba en sus manos.
El reino era más feliz que nada, con la llegada de su próximo emperador y la llegada de la primavera iban a ver más motivos para celebrar, el reino fue feliz durante varios meses, el pequeño príncipe había crecido y ahora paseaba sin cesar por su reino, era un niño noble y con una alta belleza, ayudaba a su gente con lo que podía, parecía más campesino que alguien de la nobleza, cada día era una nueva aventura, no había quien parara sus travesuras.
Así fue hasta el día que el pequeño príncipe tuvo que obtener su casta. En este mundo las castas son lo más importante, existen muchos tipos, pero los más comunes son, Omega, Alfa y Beta. Ese día los emperadores le habían dicho al niño que irían a una fiesta y conocería a niños como él, el niño emocionado fue hacia su habitación a cambiarse, un calor subió a su cuerpo apenas había llegado a su habitación, su cabeza daba vueltas y un dolor horrible le invadía el estómago, los padres al notar un olor desconocido subieron a la habitación de su hijo al verlo en ese estado decidieron quedarse, ese día el pequeño príncipe recibió su casta...-¿Y qué era?- dijo la niña, me dio adormilada al oír la historia pausarse.
-Pensé que te habías dormido, por eso no continúe- dijo el chico cubriendo más a la niña con la manta, le dio un pequeño beso en la frente y apagó la lámpara- dime... ¿Tú qué crees que era?
-Un alfa- dijo la niña riendo un poco al ver la cara de confusión del mayor.-¿por qué es un alfa?- dijo el mayor poniéndose la máscara en su cara de forma delicada.
-Siempre los primeros hijos en la nobleza son alfas- bufo la niña recibiendo una risa como respuesta.
-No siempre... Además, ¿quieres saber que era el príncipe?- dijo en un susurro, no tan susurro, la niña asintió emocionada- Era un omega, el pequeño príncipe era un omega y mañana te contaré todo lo demás, pero ahora es hora de dormir cachorrita.
El de máscara salió de la habitación, suspiro en cuanto estuvo lo suficientemente lejos como para ser escuchado por la niña, bajó las escaleras con sumo cuidado, volteo a ver a todos lados y volvió a suspirar, su tranquilidad duró poco cuando sintió una mano en su hombro al voltear a ver se encontró a ese hombre de ojos morados.-Tardaste mucho...- dijo perezoso levantarse en medio de la madrugada porque tu hija se levantó llorando, no es lindo.
-Perdón, me puse a contarle una historia para que se calmara, es una niña muy hiperactiva- dijo moviendo sus manos de forma nerviosa.
-solamente lo es cuando está contigo- dijo apartando unos cuantos mechones de su cara.
-si... yo ya me iba...- dijo caminando hacia la puerta, su cuerpo se erizó cuando sintió una mano en su cintura y vio unos cabellos azabaches en su hombro.
-No, no te vayas...-el tono de voz que uso le resultó casi tan tierno como para dejarse llevar, era un tono de un casi berrinche como si un niño pequeño te pidiera un juguete nuevo.-Lo siento Sam, tengo que irme, mañana tengo que plantar cultivos y cazar unos cuantos animales, la comida se nos está acabando así que tengo que salir temprano...- dijo intentando soltar el agarre que el azabache tenía en su cintura en respuesta obtuvo un agarre más firme- déjame ir necesito llegar rápido o los monstruos me atacaran...
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La corona perdida
Hayran KurguAlgunas personas piensan que todavía esta vivo, algunas personas rezan por que este vivo, algunas personas desean... su muerte. -27-07-24