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"Es un día normal como cualquier otro. Es un día normal como cualquier otro" Trunks se repetía esa frase como si fuera un mantra, internamente una y otra vez intentando con ello borrar la sonrisa tonta que se formaba en su rostro cada vez que recordaba que hoy efectivamente no era un dia cualquiera, hoy era su cumpleaños.

No era de esos niños que se emocionaba por hacer una fiesta super grande en un lugar genial y recibir regalos caros. Después de todo es Trunks Briefs, ya vive en un lugar genial y todo lo que tiene es caro y de última generación, eso no es la gran cosa. NO. Lo que emocionaba a Trunks es poder ver a Goten después de no haberlo visto durante meses debido al espartano entrenamiento que le administra Vegeta, a parte de su padre no había podido ver o hablar con nadie ni siquiera con su madre que sabía que siempre estaba cerca de su ubicación en una casa capsula.

"A los diez años deberías entregarme a mi, tu progenitor , la cabeza de un monstruo de nivel bajo de algún planeta hostil de nivel intermedio pero ya que eso no se puede aquí, me conformaré con entrenarte en las mismas condiciones que tu abuelo, el rey de los Saiyajin, me entrenó a mí cuando cumplí 4".

Y solo con esas palabras lo soltó en un nido de dinosaurios, obligándolo a sobrevivir sin ninguna herramienta en un ambiente sumamente hostil. Aunque Trunks quería no podía simplemente abandonar ese desafío e irse a dormir a su cómoda cama, podía sentir el Ki de su papá a un kilómetro de su ubicación, a veces más cerca, lo suficiente para intervenir si se acobardaba o si las cosas salían mal pero no lo ayudo ni aunque estuviera a punto de morir de hambre o en las garras de algún animal amenazante. "Por suerte los programas favoritos de Goten son los de supervivencia si no fuera porque me obligó a ver un maratón con él no sabría cómo pescar sin una caña o como prender fuego sin fósforos".

De milagro sobrevivió, los dinosaurios lo atacaron al principio por invadir su nido pero un par de veranos atrás, Gohan les había enseñado a él y a Goten qué hacer en esos casos para no ser visto como amenaza sino un amigo, aunque a diferencia del monte Paozu los dinosaurios aquí eran más cautelosos con los humanos, tomó dos semanas lograr que perdieran la animosidad hacía él, en especial de las madres precavidas que eran las más peligrosas. Pero ahora que se había ganado su favor tenía un lugar seguro y cálido donde pasar las noches frías en su nido.

La verdad es que no sabía cómo superar el desafío que le había impuesto su padre, supuso que tenía que entregarle la cabeza del dinosaurio más peligroso y sanguinario al que se enfrentará pero no tuvo el corazón para matar a ninguno, ni siquiera a los que al principio intentaron comerlo, cada que vez que lo intentaba recordaba a Goten jugando con los dinosaurios y lo muy triste que se ponía cuando los lastimaban. Por suerte su padre no deseaba la cabeza de nadie, solo quería que Trunks se levantará como el más poderoso de la selva, decía que era vital para los guerreros Saiyajin el poder conquistar un planeta enemigo desde cero solo con su fuerza innata, era una proeza que todo Saiyajin debía lograr y él, como el descendiente del príncipe de los Saiyajin, tenía que demostrar su valía, que era más fuerte que un Saiyajin transformado en simio gigante una noche de luna llena y lo demostró al prevalecer en esta prueba, también demostro que tipo de principe Saiyajin sería. Por lo que no llegar con cabezas cercenadas no fue motivo para reprobar, Trunks logró vencer a todos sus enemigos y al perdonarles la vida ganó fuertes aliados, mostrando ser fuerte e inteligente.

"Ya quiero contarle todo esto a Goten" pensó emocionado. Traía consigo regalos de sus nuevos amigos dinosaurios que de seguro le fascinará al más joven. Sus padres vieron con asco el que trajera en brazos todo tipo de garras, colmillos y escamas en un pedazo de cascarón de algún dragón volcánico, pero a Trunks no le importó, le aseguro a su mamá que no los conservaría mucho tiempo.
"Por que se los regalare a Goten" optó por omitir esa última parte, ya que sabía muy bien que a Milk tampoco le agradaba la idea de tener eso en su casa.
"Estos huesos, plumas y cuernos son de especies que no habitan en la zona oeste así que Goten nunca los había visto, tal vez hasta desee verlos con sus propios ojos y el que ya no sean hostiles conmigo será una gran ventaja". Se jactó con orgullo pensando cada vez más en lo sorprendido y feliz que estará Goten, con esa ilusión tan vivida aterrizó en casa llevándose una gran sorpresa.

No lo sabía pero todos los guerreros Z estaban reunidos en su patio haciendo carnita asada y pasándola bien. Se avergonzó un poco de que lo tomaron desprevenido ya que tantos guerreros con Ki's tan familiares y poderosos en un solo lugar destacan como un pulgar hinchado pero ¡Realmente no los esperaba en su casa! Normalmente quedaban de verse en Kame House o en alguna casa vacacional de su familia, dependido del evento a celebrar también el monte Paozu también entraba en la lista.
-¡Feliz cumpleaños, Trunks! Grito Yamchan al apenas verlo, siendo acompañado por muchas otras felicitaciones dispersas aquí y allá.

"Es por mí cumpleaños"

Sus padres invitaron a todos los amigos cercanos de la familia, a las personas de su círculo que conocían o eran Saiyajin como él, así que la familia Son por supuesto encabezaba la lista de invitados. Era de esperar ver a Goten por su cumpleaños ya sea ahora o más tarde pero no consideró una reunión a tal escala y ¡En su propia casa! Por la forma que se portaba Vegeta no dudaba que él era el organizador de la fiesta, todo para alardear lo poderoso que era su primogenito.

Trunks lo ignoró (un poco de ello por vergüenza), pudo ver a Gohan platicando con Krilin y el maestro Roshi, a Goku devorando toda clase de platillos junto a Oolong y a Milk conversando con Piccoro y Ten Shin Han, pero ¿dónde está Goten? Cerró sus ojos y se concentró en su Ki tan familiar pero era difícil encontrarlo cuando no estaba volando o peleando entre tantos otros Ki's superiores a su alrededor.

-Tsk -chequeó la lengua molesto, normalmente tener a tantos luchadores poderosos reunidos por él le hacía feliz pero ahora era contraproducente ya que imposibilitaba su búsqueda.

-Oh, Trunks, cariño ¿Quieres comer un poco o prefieres emm, ya sabes… cambiarte?

Lo primero que Trunks deseaba hacer era ver a su preciado Goten, casi se resbalan esas palabras de su boca pero ver a su mamá un tanto incómoda le contagió su vergüenza siendo un poco más consciente sobre su actual apariencia andrajosa, llevaba un mes con el mismo traje de entrenamiento y solo se había bañado en ríos o bajo la lluvia durante ese tiempo.
-Iré a bañarme. -respondió Trunks sonrojado, preguntándose cuánto tiempo su mamá quiso hacerle esa pregunta en el camino aquí y no lo hizo.

Corrió dentro de su casa saludando brevemente cuando pasaba frente a los amigos que al verlo lo felicitaban, buscó entre cada cara conocida pero ninguna era de su querido amigo.
"¿Me estará esperando dentro?" Su ritmo cardíaco aceleró y también sus pasos, quería volar a máxima velocidad pero sus padres ya lo habían reñido antes por volar en interiores.

Su casa era demasiado grande para llegar a su cuarto en un instante y si aceleraba mucho podía terminar destruyendo todo a su pasó con la onda expansiva, así que solo corrió lo suficientemente rápido para un ser humano promedio pero no tanto como para ser reñido por su mamá. Entre más se acercaba a su cuarto y menos ojos se posaban sobre él, más aumentaba la velocidad intentando con ello convencerse de que sus rápidos latidos provenían de su esfuerzo y velocidad.

Trunks tenía altas expectativas sobre ello, fantaseaba con ver a Goten triste en su habitación, esperando impacientemente por su regreso y alegrandose al verlo como un cachorrito, pero cuando abrió la puerta no vio ni uno solo de sus salvajes cabellos negros. ¿Acaso no vino? No, no. Vio a Milk, Goku y Gohan, si Goten no hubiera venido no estaría solo en casa  "tal vez esta en la cocina o en algún baño, pero ¿en cuál? Hay como 20 baños solo la ala este" desanimado comenzó a caminar rumbo a la cocina, sabía que debía regresar sobre sus pasos, bañarse y cambiarse para ir a SU fiesta pero no, inmaduramente no quería hacer nada de ello hasta que encontrará a Goten.

Cuando se acercó a la cocina escucho ruidos de alguien removiendo platos y abriendo la nevera, la emoción volvió a Trunks, quien entro corriendo, pudo ver los picos negros de los mechones de pelo asomándose encima de la puerta de la nevera, no habia forma que confundiera ese característico cabello.
-¡GOO-Goku? -estaba a punto de abalanzarse sobre él cuando se cerró la puerta de la nevera y Goku se irguió con muchos alimentos y platillos amontonados en sus brazos. Goku por su parte vio a Trunks congelado a unos pocos pasos de él en una postura rara, con la decepción plasmada en toda su cara, parecía a la mitad de decir algo pero Goku que solo había entrado por más comida encogió los hombros indiferente, lo saludo con un leve asentimiento y una gentil sonrisa antes de teletransportarse de nuevo afuera.

Solo en el momento en que Goku desapareció de la cocina Trunks pareció recobrar sus sentidos y con ello la vergüenza tardía, estuvo a punto de saltar sobre el papá de Goten y abrazarlo pensando que era GOTEN, por suerte se detuvo antes de humillarse a tal grado. Aunque también le molestaba que no fuera Goten el de la cocina desinflando sus animos como un globo ¿Dónde estaba? ¿No quería ver a Trunks tanto como Trunks quería verlo a él? ¿No lo extraño en todos estos meses separados? Porqué Trunks sintió que se quemaba cada día que pasaba lejos, el soportar no verlo tanto tiempo fue el verdadero reto a su cordura… pero al parecer Goten no parecía sentir lo mismo.... De hacerlo Goten hubiera sido el primero en recibirlo y no Yamchan.

Volviendo sobre sus pasos desanimado pudo escuchar unos murmullos lejanos que provenían de la sala de estar, una pequeña luz de esperanza brilló en sus ojos nuevamente, quería negarlo pero todavía quería ver a Goten con urgencia aunque su Goten no sintiera lo mismo.

Así que preparando su corazón para otra desilusión se acercó flotando lentamente a esa sala.

-... su pelo violeta me recordó un poco a mi amado esposo cuando era joven, aunque, claro, él nunca tuvo ese físico ni siquiera en sus mejores años jojojo, cuando Bulma me confesó que ese jovencito tan mozo era mi nieto pero de un futuro lejano y post-apocalíptico por un momento puse en duda que fuera hijo de Vegeta ya que era tan educado y amable ¡No podía creer que compartieran genes! Pero luego volteaba y miraba al pequeño bebé Trunks con su linda grasita de bebé y con su marcado ceño fruncido bajo su gorrito de orejitas que no podía seguir negándolo, eran como dos gotas de agua, dos gotas de agua muy fuertes jojojo.

-Mmmhmm. -Goten asintió con un leve movimiento de cabeza, parecía escucharla a medias pero no por ser grosero sino que toda su atención estaba concentrada en las fotos frente a él, ya que ver las fotos de Trunks cuando eran bebé eran una oportunidad única en la vida, no podía desperdiciarla despegando sus ojos de ellas, quería grabarlas a fuego en su retina.


Primeros celos ¿Tal vez... Primer amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora