𝓼𝓮𝓿𝓮𝓷

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Secretos Ocultos

(15/07/98) Archivos de la Academia

El amanecer trajo consigo una nueva determinación para Leah y Peter. Tras el encuentro nocturno con la figura encapuchada, sabían que el tiempo era crucial. Después de desayunar rápidamente, se dirigieron a los archivos antiguos de la Academia, un lugar que rara vez era visitado por los estudiantes.

Los archivos eran una vasta colección de pergaminos, libros y artefactos que documentaban la historia de la academia y sus misterios. La habitación estaba llena de polvo y el aire olía a papel envejecido y magia antigua. Leah y Peter comenzaron a buscar entre los estantes, tratando de encontrar cualquier referencia a la runa oscura que habían visto la noche anterior.

—Aquí hay algo —dijo Leah, sacando un libro titulado "Símbolos y Runas Prohibidas".

Lo abrieron con cuidado y encontraron una sección dedicada a la runa oscura que habían visto.

—La Runa de la Devastación —leyó Peter en voz alta—. Se dice que esta runa fue creada por un antiguo hechicero para canalizar el poder de las sombras y desatar una maldición devastadora. Solo puede ser contrarrestada por un vínculo de luz y sombra.

Leah frunció el ceño, pensando en la profecía que habían leído anteriormente.

—Eso encaja con lo que Madame Isabel nos dijo. Nuestro vínculo es la clave para detener esto.

A medida que seguían leyendo, descubrieron que la runa debía ser activada en cinco lugares específicos alrededor de la academia. Si todas las runas eran activadas, la maldición sería desatada.

—Debemos encontrar y desactivar esas runas antes de que el enemigo lo haga —dijo Peter, cerrando el libro con determinación.

Con un plan en mente, se dirigieron a Madame Isabel para informarle de sus descubrimientos. La directora los escuchó con atención, su rostro serio.

—Esto es más grave de lo que imaginé —dijo finalmente—. Deben actuar rápidamente. He solicitado la ayuda de algunos profesores, pero ustedes dos son la clave.

Armados con esta información, Leah y Peter comenzaron su búsqueda. La primera runa estaba ubicada en el antiguo jardín de la academia, un lugar que había sido abandonado durante años. Cuando llegaron, encontraron la runa activada, brillando con una luz oscura. Con una combinación de sus poderes, lograron neutralizarla y destruirla.

—Una menos, cuatro más —dijo Leah, respirando profundamente.

Siguieron adelante, desactivando cada runa con cuidado y precisión. Sin embargo, a medida que avanzaban, las sombras parecían volverse más agresivas, como si el enemigo supiera que estaban interfiriendo. En el cuarto sitio, una antigua torre de vigilancia, fueron emboscados por criaturas de sombras.

Leah y Peter lucharon con todas sus fuerzas, sus habilidades y su vínculo brillando más fuerte que nunca. Finalmente, lograron derrotar a las criaturas y desactivar la runa.

—Esto se está volviendo más peligroso —dijo Peter, limpiando el sudor de su frente—. Debemos tener cuidado.

Leah asintió, pero antes de que pudieran descansar, un mensaje urgente de Madame Isabel llegó a ellos a través de un hechizo de comunicación.

—La última runa ha sido activada en el Gran Salón. Deben darse prisa.

Sin perder un segundo, se dirigieron al Gran Salón. Al llegar, encontraron al enemigo esperando, la figura encapuchada rodeada por un aura oscura. La runa brillaba intensamente en el centro de la sala.

—Finalmente han llegado —dijo la figura con una voz siniestra—. Pero ya es demasiado tarde.

Leah y Peter se posicionaron, listos para enfrentar al enemigo.

—No te dejaremos desatar esa maldición —dijo Leah, su voz firme.

—Lo que no entienden es que su vínculo es precisamente lo que necesito para completar el ritual —respondió la figura, levantando las manos y canalizando la energía de la runa hacia ellos.

La batalla que siguió fue feroz. Leah y Peter usaron todo su poder, combinando sus habilidades para contrarrestar los ataques del enemigo. En un momento crucial, cuando parecía que todo estaba perdido, Leah y Peter se miraron y supieron lo que debían hacer. Unieron sus manos y, concentrando todo su poder y confianza, lanzaron un hechizo final que no solo destruyó la runa, sino que también desintegró la figura encapuchada, liberando la academia de la amenaza.

Agotados pero victoriosos, Leah y Peter cayeron de rodillas, sabiendo que habían salvado a la academia.

—Lo logramos —susurró Leah, mirando a Peter.

—Juntos, siempre lo haremos —respondió Peter, apretando su mano.

La amenaza inmediata había sido neutralizada, pero ambos sabían que su camino no había terminado. Nuevos desafíos y misterios aún los esperaban, y mientras estuvieran juntos, estarían listos para enfrentarlos.

Bajo la misma sombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora