Capítulo III

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Mientras lo esperaba, Jungkook revisó las fotografías con detalle.

— Es tan lindo — sonrió.

En cada foto se veía como un niño perdido y avergonzado. Sus mejillas sonrojadas le daban ese toque inocente, pero las poses y su atuendo contestaban dando una aspecto provocativo y sensual. Ese hombre era hermoso.

— Jungkook…

— Si — miro en dirección al vestidor acercándose a él.

— ¿Tengo que usar esto? — preguntó en un susurro.

Jungkook rió.

— Vamos Hyung, no te avergüences, te verás genial, confía en mí — animó.

Si le decía que los demás atuendos serían peores, seguro le daba un infarto.

— Pero ratones…

Jimin salió cabizbajo y avergonzado.
Está vez, su ropa interior constaba de unos boxer de encajé blancos y una camisa de seda. La diferencia con el anterior atuendo era que la camisa no se comparaba con su buzo llegando casi por debajo de sus rodillas, está apenas llegaba a cubrir lo necesario.

— Dime algo Hyung — preguntó Jungkook sin quitarle sus ojos de encima — ¿Por qué haces esto?

— Eh…

— La mayoría de personas vienen aquí porque normalmente les gusta hacer este tipo de cosas atrevidas con sus parejas. Otros lo hacen como último recurso — tomó su mano y lo guió hacia la cama — ¿Cuál eres tú?

— ¿La segunda?

— ¿Es una pregunta?— rió Jungkook.

Jimin negó con su cabeza.

— Yo, digamos que nuestra vida sexual ha ido en declive, y no se cómo solucionarlo — confesó para sorpresa de Jungkook.

— ¿Por qué lo dices? — lo ayudó a subirse sobre la cama.

— Pues…no hacemos otra cosa que no sea ver series y dormir. Yo, siento que quizás ya no le atraigo como antes, y se que he descuidado mí imágen — suspiró con un pequeño puchero — Pero no sé cómo ser alguien más… ¿Sensual o descarado?— miro al contrario.

— Créeme que ahora lo eres— molesto Jungkook lamiendo sus labios.

Ambos se observaron fijamente por algunos segundos, en los cuales Jimin bajó su mirada rompiendo así el contacto visual. Había tensión, ambos lo percibieron pero decidieron fingir que nada pasaba.

— Siéntate sobre tus rodillas — indicó Jungkook — Abre tus piernas un poco y…coloca tus manos juntas detrás de su cuello — murmuró para luego posar una de sus manos en la cintura del contrario — Arquea tu espalda hacia adelante… así tus lindos pezones se traslucen sobre la tela.

Jimin trago en seco al oírlo. No quería ilusionarse con sus palabras pues era normal que dijera ese tipo de cosas a sus clientes para ayudarles a sentir más seguridad. Trato de no darle importancia.

— Quédate justo así.

Nuevamente tomó su cámara, nuevamente comenzó a emitir disparos tras disparos.

— Puedes darme la espalda, en la misma posición — pidió.

Él rubio asintió con vergüenza, y con algo de torpeza, lo hizo. Jungkook lamió sus labios al ver ese culo apenas visible por la camisa. Dejó su cámara por unos segundos después de tomar algunas tomas, y se acercó a él.
Jimin se estremeció al sentirlo a sus espaldas posando sus manos en sus caderas nuevamente.

Mí momento más erótico| kookMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora