Mi compañero de habitación (miritama)

Capitulo 3

El día apenas iba comenzando y no iba nada bien para Tamaki, Uraraka no estaba pues ese día tenía clases y estaría ocupada así que estaba solo con Mirio, el alfa apenas le miraba y a cada oportunidad que tenía desordenaba las cosas o las tiraba a propósito para darle más trabajo. Llevaba ya una semana ahí y esas acciones parecían ser ya una rutina que se repetía cada vez que se quedaba solo con el rubio, el Omega sabía bien que lo hacía para molestarlo y que renunciara pero no iban a darle el gusto de hacerlo tan pronto.

Mientras limpiaba el jugo que el alfa derramó mantenía su ceño fruncido, fregaba en suelo con ira descargando todo su malestar en la limpieza, Mirio tampoco estaba muy contento de estar a solas con Tamaki y aunque esté no era tan desagradable como pensó no podía evitar sentir que estaba siendo vigilado las 24/7 y eso lo ponía un poco paranoico. Su teléfono sonó y eso desvío su mirada del trabajo que el más grande hacia, al ver el remitente no puedo evitar sonreír en grande y levantarse casi corriendo para abrir la puerta. El Omega lo miro confundido ante esa acción pues hace tan solo unos minutos parecía odiar la vida pero ahora se veía tan contento que hasta podía decir que brillaba.

Mirio abrió la puerta y casi brinco a los brazos del Omega mayor -¡Sir!- lo abrazo con fuerza y lo olfateo sin disimular, como si fuera un cachorro buscando el olor de su madre, ni siquiera le importo que el otro Omega lo viera, estaba tan contento por recibir la visita del mayor que no le importaba en lo más mínimo.

-Mirio, al menos déjame pasar primero- Su tono de voz era un poco frío pero esa suave mirada y cálida sonrisa delataban el cariño que sentía por el menor.

Al entrar lo primero que vio fue a Tamaki quien aún estaba quieto en su lugar aunque había dejado de limpiar, ambos se reconocieron al instante, vaya que pequeño era el mundo. La sonrisa que tenía el peliverde desapareció al reconocerlo, no podía creer que el mismo chico que trabajaba en el café era el hermano de Camie y el nuevo amo de llaves de Mirio.

-Amajiki- Al dirigirse a él su tono de voz fue frío y hasta un poco molesto, el mencionados dió un respingo en su lugar y bajo la mirada, aún estaba procesando el hecho de haberse encontrado con el doctor del que su amigo estaba enamorado ¿¡Por qué el mundo tenía que ser tan pequeño!?.

-Sir... Sir Ni-nighteye...- Tamaki apenas pudo regresarle el saludo, ese era el nombre que el Omega mayor solía usar en el hospital, el que estaba grabado en su bata y gafete, no sabía bien la razón por la que usaba un apodo pero pensar en eso en esta situación era una perdida de tiempo. Tamaki siempre se sentía ligeramente intimidado cuando Sasaki entraba al café, podría ser un Omega pero el peliverde siempre imponía mucho respeto a dónde sea que fuera.

-¿Se conocen?- Mirio miraba la situación con confusión, no sabía que su maestro conociera a su nuevo empleado, no se lo había mencionado antes.

-Algo así.. Amajiki, descansa por hoy, yo haré el almuerzo- el mencionado solo asintió y salió de ahí rápidamente, necesitaba aclarar su mente, con razón cuando Uraraka lo mencionó se le hizo conocido quizás debió de haberle prestado más atención. El peliverde camino hasta la cocina siendo seguido por Mirio de cerca, el alfa realmente tenía muchas preguntas.

-¿De dónde se conocen? No me habías dicho que lo conoces...- Aunque pudiera parecer un reclamo no lo era, Mirio era alguien curioso por naturaleza.

-No sabía que lo hacía, trabajaba en el café de Fat Gum, solo lo conocía por ser un trabajador más no por ser el hermano de Camie, jamás me lo presentaron así- el rubio asintió suavemente, había acompañado a su maestro una ocasión a dicho café y no había reconocido a Tamaki, es más, ni siquiera recordaba haberlo visto y si fue así no se reconocieron por las pocas veces que se habían visto, pero sea como fuera ahora que su maestros había mencionado dicha cafetería no podía desaprovechar la oportunidad de molestarlo un poco.