Great king rat [oneshot]

Great king Rat

El ensayo finalmente había terminado, estabas exhausto pero contento ya que las canciones quedaron perfectas y solamente era cuestión de tiempo volver nuevamente a un tour. Pensaste en llamar a tu chófer para que te recogiera pero decidiste ir a pie. La caminata te hacía bien, ibas a paso lento pero estabas ansioso por llegar a tu hogar, vivías con 3 amigos y un par de felinos que llegaron de la nada y decidieron quedarse para siempre. Sin que te dieras cuenta tu mente empezó a pensar sobre la futura gira, los vuelos, las canciones, los discos, los fans, los... Tus pensamientos fueron interrumpidos por las alocadas sirenas del camión de bomberos. No eres una persona que suela preocuparse por ello siempre que veías un camión de esos les deseabas toda la suerte del mundo y seguías con tu vida sin darle más importancia, sin embargo esta vez fue distinto, tuviste una tétrica corazonada y un frío recorrió tu espalda al ver que este camión recorría las calles que sueles recorrer para ir a tu casa.

Empezaste a trotar, no eres una persona religiosa pero empezaste a rezar con una vaga esperanza de que no fuera nada grave quizá a Peter se le volvió a caer el termómetro de mercurio, por un momento te sentiste estúpido por preocuparte tanto.

Y en un santiamén te encontrabas en el infierno mismo. Frente a tí estaba tu mundo entero deshaciéndose en llamas, visualizaste a Peter y a Joe sentados en una ambulancia sosteniendo a uno de los gatos que vivían contigo lo cual te llevó a la conclusión de que alguien seguía dentro del infierno junto con uno de tus bebés. Sudaste frío al darte cuenta de quién era, Jim, el amor de tu vida junto con Delilah.

La adrenalina te permitió entrar y tras buscar entre escombros rostizados los encontraste.
No recuerdas más que eso y derrepente estabas en el hospital.
El shock eliminó los traumáticos recuerdos de estar dentro de aquel infierno de la noche anterior.

- Vaya noche, ¿no?... Te traje un dulce.
Un amigo tuyo e integrante de tu banda te visito en el hospital, siempre tratando de animar tu cara sombría.

Te limitaste a mirarlo, Roger entendió que no querías aquel dulcesito que te trajo.
El rubio se sentó a tu lado mientras comía el dulce rechazado.

- Freddie, lamento mucho lo que pasó... También lamento mucho lo de Jim.

- No Roger, Jim está en perfecto estado solamente tuvo quemaduras leves, lo encontré a tiempo.

Negación.

- Freddie, Jim...

- Cállate Roger. Estás equivocado, los estúpidos doctores no saben de lo que hablan. Yo lo ví él aún podía hablar y correr, Delilah estaba con él, mi niña también se encuentra bien. Tú no sabes nada.

Roger no respondió.

- ¿Alguna vez te pusiste a pensar en que quizá esto no sea un accidente?

Tu atención se dirijo al baterista.

- La noche en la que ocurrió, escuché ruidos y un olor a quemado me inundó, al seguirlo me encontré con tu casa envuelta en llamas y, a lo lejos, vi a 7 hombres correr. Algo me dice que el incendio fué provocado.

Algo se encendió en tí, el shock se había dispersado y te dejó con un amargo sabor de boca.

Ira.

Días después te dieron de alta, no te detuviste a visitar a tu pareja que seguro se estaba recuperando pero te molestaste en enviar flores y un globito azúl. Llegaste a los escombros calcinados de tu hogar y buscaste por todas partes algún indicio de lo que Roger te había comentado. Encontrase un cargucho de fuego artificial y convenientemente una billetera.

Tu investigación te guío a un departamento, tocaste la puerta y te recibió un adulto.

Con el mango del revólver que traías noqueaste al señor.
Cuando despertó te miró con horror, la mordaza que le pusiste en la boca le impidió hablar.