Capitulo 7: Día después y secuelas

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Jimin abrió los ojos con pesadez, con algo de dificultad para enfocarlos. No había tenido mucho sueño, pero su cuerpo se sentía pesado y dolorido, especialmente sus caderas.

Él se incorporó en la cama, llevándose la mano a la cara y frotándose los ojos mientras bostezaba. Sus pensamientos estaban confusos y desordenados, reviviendo fragmentos de lo que había sucedido la noche anterior.

Recuerdos difusos de sensaciones, piel contra piel, gemidos y jadeos se mezclaban en su mente, y un sentimiento de vergüenza y confusión empezaba a surgir en su interior.

Él intentó levantarse de la cama, pero un quejido de dolor salió de su boca cuando sus caderas se quejaron por el movimiento. Él se recordó entonces por qué se encontraba tan adolorido en primer lugar.

Y en ese momento, los eventos de la noche anterior le asaltaron con más claridad. Él había dejado que su jefe, el jefe de toda la maldita mafia de Seúl, lo tomara así de esa manera.

Él había permitido que sus deseos y emociones tomaran el control, había caído ante el poder y la seducción de Jeon Jungkook. Y ahora, ahí estaba él, lidiando con las consecuencias.

Él se levantó con cuidado, maldiciendo el dolor que sentía en sus caderas y la confusión mental que lo rodeaba. Él intentó recordar más acerca del encuentro, pero los detalles eran confusos entre sí.

Lo único seguro era que había permitido que Jungkook lo tomara de aquella forma, que había dejado que él lo reclamara y lo hiciera suyo. Era un pensamiento inquietante y humillante para él.

Jimin se levantó de la cama improvisada que habían improvisado él y Jungkook en el almacén la noche anterior. Sus movimientos eran lentos y cuidadosos por el dolor de sus caderas y el cansancio en su cuerpo.

Jimin se había vestido apresuradamente, intentando recuperar un poco de dignidad. Él tomó una respiración profunda y salió del almacén, encontrando a Jungkook recostado contra el barandal, mirando hacia afuera.

Él se quedó quieto por un momento, observando la espalda de Jungkook, su cabello oscuro revoloteando suavemente con el viento y la tensión en sus hombros. No estaba seguro de cómo debía abordar la situación, ni siquiera estaba seguro de cómo actuar en su presencia.

Él se acercó con cuidado, pero manteniendo una distancia respetuosa. Él podía sentir su corazón latiendo con fuerza en su pecho, el nerviosismo y la incertidumbre envolviéndolo como una nube densa.

Él no sabía qué decir o cómo iniciar la conversación, así que se quedó allí parado, tratando de reunir el coraje para hacerlo. Pero fue Jungkook quien rompió el silencio primero, sin siquiera darse la vuelta para mirarlo.

- ¿Dormiste bien? – Preguntó él, con una voz ronca pero calma, sin quitar la mirada de la calle.

Jimin se sobresaltó ligeramente ante la pregunta, pero se recompuso rápidamente. Él se aclaró la garganta antes de responder.
- Uhm, más o menos. – Murmuró él, cruzando los brazos frente a su pecho de manera defensiva.

Jungkook bufó suavemente, como si la respuesta de Jimin lo divertiera. Él siguió mirando hacia afuera, pero Jimin pudo captar un pequeño rastro de sonrisa en su rostro.

"Sombras y Silencios: El asesino y el mafioso" | KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora