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Hyunwoo cerró los ojos mientras escuchaba el informe de Wonho.

El camino que normalmente parecía impecable ahora se sentía como el viaje más accidentado que jamás había experimentado. Cada sacudida del coche era como una tortura, y sabía un par de cosas sobre la tortura. No ayudó que estuviera recostado contra el asiento y la tela de su esmoquin agravara sus heridas. Pero esa era su postura normal y cualquier otra cosa sería notada por Wonho como inusual.

Era chocante lo agobiante que era esta incapacidad para relajarse después de diez días con la guardia baja. Se había puesto demasiado cómodo. Peligrosamente cómodo.

—¿Estás seguro de que Seungmin trabajaba solo? —Él dijo.

—Casi seguro. —Respondió Wonho. —Hice rastrear a todos los miembros de la familia, como ordenaste. Nadie se comportó de forma sospechosa, salvo Seungmin. Bueno, está esa cosa con Hyungwon, pero no es relevante.

Hyunwoo abrió los ojos.

—¿Hyungwon? ¿Qué hay de él?

Wonho resopló.

—Parece que tiene otro chico juguete a un lado. Escuché algunos fragmentos de sus llamadas telefónicas y fueron bastante condenatorios. No es de extrañar que no estuviera tan asustado por la desaparición de su novio.

—¿Él no lo estaba? —Hyunwoo miró por la ventana el paisaje que pasaba. —Eso es extraño. Pensé que habías informado que supuestamente era un... matrimonio por amor.

—Eso es lo que dijo mi fuente en Boston. —Dijo Wonho encogiéndose de hombros. —No lo investigué yo mismo. Tal vez estaba equivocado. O tal vez los sentimientos de Hyungwon no duraron. Siempre he sido escéptico acerca de este supuesto amor cuando siempre había tenido aventuras de una noche en el pasado. ¿Quieres que lo investigue yo mismo?

Sí.

—No. —Dijo Hyunwoo, aplastando su voz interior sin piedad.

Cuanto menos supiera, mejor. No debería alimentar este... pequeño apego que había desarrollado por el novio de Hyungwon. Si lo ignoraba, y a él, moriría, como todas las cosas.

Wonho continuó su informe, centrándose esta vez en los nuevos acuerdos e informes financieros.

Hyunwoo escuchó solamente a medias. Su espalda lo molestó más de lo que le hubiera gustado, pero la información de Wonho fue de alguna manera más irritante.

Hyungwon era un maldito idiota si estaba siendo infiel.

Su propia ira lo sorprendió. Por lo general, se burlaba de la idea de ser infiel. El cuerpo de una persona pertenecía solo a dicha persona, y el concepto de traicionar a alguien si uno elegía compartir su cuerpo con otra persona siempre le había parecido extraño.

Pero sabía que otras personas no estaban construidas como él. Minhyuk probablemente se molestaría si se enterara.

Incluso si se entera, no es tu lugar decírselo. Aléjate de eso. Mantente alejado.

Él no es tuyo para cuidar.

Él nunca lo fue.






[ ... ]






Cuando llegaron a la villa, ya era de noche.

Hyunwoo apretó los dientes mientras salía del auto rígidamente.

—¿Estás bien, jefe? —Wonho dijo, frunciendo el ceño.

Hyunwoo le lanzó una mirada fría.

—Por supuesto. —Gruñó. Con suerte, las heridas no se habían vuelto a abrir y la sangre aún no se había filtrado a través de su esmoquin. A juzgar por el hecho de que Wonho ya se estaba dando la vuelta, Hyunwoo se veía mejor de lo que se sentía.

Los sonidos de los autos estacionándose detrás de ellos lo pusieron rígido.

Quería mirar hacia atrás. Solo para asegurarse de que sus órdenes se cumplieran y de que Minhyuk no hubiera sido olvidado. Pero, por supuesto, sus órdenes se habían llevado a cabo. Siempre lo fueron.

Hyunwoo no se dio la vuelta.

Observó a Hyungwon salir de la villa. Su rostro severo cambió muy poco cuando vio a Hyunwoo, pero cuando miró algo detrás de él, hubo un claro alivio en sus ojos.

Los labios de Hyunwoo se curvaron en una mueca burlona.

Qué conmovedor. Entonces, aparentemente, su hermanastro se preocupaba por el bienestar de su novio, incluso si lo estaba engañando. Verdaderamente una historia de amor de todos los tiempos.

Dándole un breve asentimiento, Hyungwon avanzó.

Hyunwoo caminó hacia la casa, ignorando el dolor ardiente en su espalda. No tenía ningún deseo de verlos besarse o algo igualmente nauseabundo.

—Yo tendría más cuidado, jefe. —Dijo Wonho, alcanzándolo. —Podrías dispararte en la pierna.

Hyunwoo lo miró en blanco antes de darse cuenta de que tenía el dedo en el gatillo de su arma. Lentamente, quitó el dedo y puso el seguro.

Estaba tranquilo.

Estaba tranquilo y sereno.

No tenía nada de que enfadarse.

Untouchable (showki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora