Los chicos habían quedado con Ziggy delante de su casa. El grupo de entrometidos como les apodaba Rotten iban juntos en dirección al parque. Ziggy llevaba los refrescos junto con los vasos, los platos y los cubiertos; Stingy llevaba el mantel; Pixel los aperitivos y las chicas el pastel y la carta firmada por todos los invitados.
En el parque estaba Sportacus sentado en el banco pensando en la supuesta cita que iba a tener con Robbie después de terminar el cumpleaños. Al ver a los chicos se alegró mucho. De forma sigilosa, Trixie le dio un bolígrafo para que firmara en la carta al igual que cuando llegó Rotten al lugar del encuentro.
Stingy puso el mantel en el suelo; Pixel junto con Trixie llenaron los platos con patatas fritas y otros aperitivos; Stephanie dejó la tarta a un lado y los dos adultos del lugar apenas se dirigieron la palabra.
Mientras estaban comiendo en el suelo y preguntándole a Ziggy que iba a hacer al cumplir la mayoría de edad, Sportacus, de vez en cuando, miraba a Robbie causando que el delgaducho se pusiera nervioso.
¡SERÁS IMBÉCIL! ¡ESTÁN ESTOS JODIDOS MOCOSOS DELANTE NUESTRA Y TÚ TE PONES A MIRARME! ¡NO ME MIRES!
- A sí y otra cosa que voy a hacer es sacarme el carnet de conducir.
- ¿Todavía no te has sacado el carnet, Ziggy?
Trixie pensaba que el glotón ya tenía coche y todo.
- ¿Yo? - contestó el chico - Mis padres no se fiaban de que me lo sacara a los 16 años y me dijeron que al cumplir los 18 lo tendría. Todavía estoy esperando ese coche.
- No te desesperes Ziggy - le tocó el hombro Pixel -, pronto tendrás todo aquello que deseaste alguna vez.
Aquella frase que dijo el informático abrió una herida en el corazón de Robbie: el haber sido el mejor atleta que hubiera tenido Boston.
¿Aquello que deseaste alguna vez? ¡Chorradas, Pixel! Uno nunca llega a obtener todo aquello que deseaba con toda su alma. ¡NUNCA!
- ¿Y tú qué quieres, Robbie?
Le susurró Sportacus.
- ¡Qué cierres la boca! - los chicos miraron a los dos. Sportacus miraba al césped y Robbie sonrió por la incomodidad que había generado en el ambiente - ¿Comemos tarta?
- ¡Sí! - respondió entusiasmado Ziggy - Pastel de coco, está buenísimo.
Stephanie fue quien repartió los trozos de pastel a cada uno. Por su parte, Robbie miró al héroe y se dio cuenta que este lo miraba con una sonrisa burlona.
¡SERÁS SUBNORMAL!
Robbie estaba que echaba humo, si no estuvieran esos chicos delante suya ya hubiera matado a Sportacus de hace horas. Los chicos empezaron a cantar el cumpleaños feliz a Ziggy; luego, le dieron un sobre con la carta firmada por todos y los regalos que le había comprado el héroe y el villano.
- ¡Un peluche de rana! - exclamó de felicidad el chico -¡Gracias Robbie!
El joven sonrió, al menos su regalo le había encantado al cumpleañero.
- Este es de Sportacus - lo cogió Ziggy -. ¡Unas mancuerdas!
- Así te pondrás fuerte, Ziggy - le dijo el héroe -. Un día me dijiste que querías ser el número 11.
- Todavía te acuerdas de aquello.
Sonrió el chico alegremente.
La fiesta de cumpleaños terminó sobre las 19:30h. Los chicos habían recogido todo, los trozos de tarta que sobraban se lo llevó Ziggy a casa y los aperitivos Pixel y Trixie.
El grupo se marchó y Sportacus y Robbie fueron a su cueva.
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Paranoias - SportaRobbie
FanficRobbie Rotten tuvo un sueño erótico con Sportacus. En un principio dado, el héroe siente amor tanto por el villano como por Stephanie. Pero la situación se tuerce cuando el villano cree que el héroe se burla de él por ser gay. PD: Todos los personaj...