Cicatrices.

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No había necesitado buscar mucho para darse cuenta de que su novia estaba en la panadería, con Leo, como había estado desde el momento en que se fue. Así que caminó con ese rumbo fijo mientras su mente divagaba en los rumbos que podría tomar la discusión que estaban a punto de tener. 

No era como que fuese a negar algo. Sí, había estado con Valentina, y sí, se lo iba a decir, porque no había sido nada más que apoyo entre amigos, del mismo calibre que ella le había estado dando a Leo, así que, teóricamente, no debería pasar nada que una pequeña charla acerca de límites con amigos no pudiera solucionar.

Así que siguiendo ese pensamiento por fin entró a la panadería. Como siempre, Leo y Xóchitl platicaban cómodamente acerca de cualquier cosa cuando él entró. Detuvieron su conversación para mirarlo, y él les sonrió a ambos buscando relajar un poco el ambiente tenso que rápidamente se había formado.

Xóchitl se levantó a toda prisa y casi corrió hasta él. Por supuesto que él jamás rechazaría un abrazo de su novia, así que le extendió los brazos.

El ardor en la mejilla hizo que la mitad de su rostro se sintiera caliente. Llevó una de sus manos apenas a rozar la piel rojiza de su rostro, mientras la expresión perpleja se mantenía en su rostro. Ella lo había golpeado, de verdad lo había golpeado.

Leo hizo una mueca de dolor, justo antes de que una sonrisa burlona se dibujara en su rostro, que rápidamente intentó disimular. 

Alex intercaló la mirada entre ambos, y entonces la puerta del almacén se abrió. La cabellera morada y los ojos notablemente tristes y cansados recorrieron a Alex.

-¿Están todos bien? Creí escuchar un...

Le hicieron falta 2 segundos para comprender la escena. Lanzó el trapo con el que estaba limpiando dentro de la bolsa del mandil que llevaba, y entonces les dio la espalda. Lo que sea que pasara ahí afuera no era su problema.

Por desgracia no pudo ir lejos.

-Marcela.

Por un segundo pensó en fingir que no lo había escuchado y correr de regreso al cuarto trasero.

-¿Podemos hablar a solas un momento?

-Cualquiera que sea el drama en el que estás metido, no me interesa en lo absoluto hacerme parte.

-Es sobre Valentina.

La mención de la joven hizo que Marcela se quedara estática. Llevó su atención a Alex y luego a Xóchitl, quien oscureció su rostro significativamente solo con la mención de la castaña. De inmeadiato se giró para ver a la pelimorada, con una expresión completamente neutral, pero sombría. 

La pelimorada pasó en seco, Xóchitl se molestaría bastante si aceptaba ir a hablar con Vale, lo cual no le gustaba en lo absoluto porque no quería... ¿Que carajo importaba que Xóchitl no estuviera de acuerdo? ¿No era ella Marcela Razvan? ¿La misma que siempre hace exactamente lo que sus ovarios le dicen sin importarle en lo absoluto el qué dirán? Entonces ¿Por qué se sentía ansiosa con la idea de Xóchitl enojada con ella?

No quería eso.

Pero Valentina había sido su amiga, desde mucho antes que Xóchitl. Alex era una persona bastante sensata, o al menos le daba esa impresión, no diría algo como eso a menos que fuera algo de verdad importante. 

Así que suspiró con derrota e ignoró la presión en su pecho cuando le hizo una seña a Alex para que la siguiera. Lo vio decirle a Xóchitl que no tardaría nada, pero la mirada de desaprobación y furia que le dedicó solo la hizo querer tener la conversación con él allí afuera.

Hilo de Sangre. Primera Lección.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora