𝓮𝓵𝓮𝓿𝓮𝓷

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Revelaciones en la Oscuridad


(24/07/98)Biblioteca

La noche era oscura y silenciosa, solo el suave murmullo del viento atravesaba los pasillos de la academia. Leah y Peter, aún emocionados por haber superado la prueba en la cámara secreta, sabían que no podían descansar. La Orden de las Sombras Eternas seguía siendo una amenaza inminente.

Reunidos en la biblioteca, revisaban libros antiguos y pergaminos, buscando cualquier información adicional sobre la orden y sus planes.

—Debe haber algo aquí que nos diga más sobre sus intenciones —dijo Leah, hojeando un grueso tomo titulado "Historias Oscuras de Magia Antigua".

Peter asintió, concentrado en un pergamino que describía los rituales oscuros utilizados por la orden.

—Mira esto —dijo de repente, señalando un pasaje—. Aquí habla de un ritual que la orden ha estado intentando realizar durante siglos. Necesitan tres artefactos oscuros para completarlo: el Espejo de las Almas Perdidas, el Anillo de la Desesperación y la Llama de la Noche Eterna

Leah frunció el ceño, preocupada.

—Ya tenemos el espejo. Debemos encontrar los otros dos artefactos antes que ellos.

Decidieron empezar por buscar el Anillo de la Desesperación. Según los textos, el anillo estaba escondido en una cripta olvidada bajo la antigua capilla de la academia. Con sus varitas listas y sus corazones decididos, se dirigieron hacia la capilla, un lugar que rara vez era visitado.

La capilla estaba en ruinas, cubierta de enredaderas y musgo. Encontraron una entrada oculta detrás del altar, y con un hechizo de apertura, descendieron a la cripta.

La atmósfera era sofocante y oscura, el aire cargado de magia antigua. Avanzaron con cautela, iluminando su camino con hechizos de luz. Finalmente, llegaron a una sala central, donde una estatua de un antiguo hechicero custodiaba un pequeño cofre.

—Debe estar ahí —susurró Peter, acercándose al cofre.

Pero antes de que pudiera tocarlo, la estatua cobró vida, levantando su varita de piedra y lanzando un hechizo oscuro hacia ellos. Leah reaccionó rápidamente, bloqueando el hechizo con un escudo mágico.

—¡Cuidado! —gritó, lanzando un hechizo desintegrador hacia la estatua.

La batalla fue feroz. La estatua era poderosa, sus hechizos eran rápidos y precisos. Sin embargo, trabajando juntos, Leah y Peter lograron destruirla. La estatua se rompió en pedazos, revelando el cofre intacto.

Peter abrió el cofre con cuidado, encontrando el Anillo de la Desesperación en su interior. El anillo emanaba una energía oscura y pulsante.

—Lo tenemos —dijo, guardándolo en una bolsa mágica para mantener su poder contenido.

De regreso en la academia, entregaron el anillo a Madame Isabel, quien lo aseguró junto al espejo. La directora les felicitó por su valentía y les advirtió que debían encontrar la Llama de la Noche Eterna lo antes posible.

...

Esa noche, mientras descansaban en la torre más alta de la academia, Leah y Peter compartieron un momento de calma. Las estrellas brillaban sobre ellos, y por un momento, el mundo exterior pareció desvanecerse.

—Estamos haciendo lo correcto, ¿verdad? —preguntó Leah, mirando el cielo.

Peter la abrazó, sus ojos llenos de confianza.

—Sí, lo estamos. Y mientras estemos juntos, podremos superar cualquier cosa.

Leah sonrió, sintiendo una paz interior que no había sentido en mucho tiempo. Sus sentimientos por Peter se habían profundizado, y sabía que él sentía lo mismo. Su vínculo no solo era mágico, sino también emocional.

—Peter, hay algo que quiero decirte —dijo, mirándolo a los ojos—. Todo esto, todo lo que hemos pasado, me ha hecho darme cuenta de cuánto te importas para mí. No solo como compañero, sino como algo más.

Peter la miró con ternura, tomando su mano.

—Leah, tú también eres todo para mí. Nuestro vínculo es más fuerte de lo que jamás imaginé, y no quiero perderte. Te amo.

Leah sintió una calidez que la envolvía, y en ese momento, compartieron un beso bajo la luz de las estrellas, sellando su amor y su promesa de enfrentar juntos cualquier desafío.

Pero sabían que la batalla aún no había terminado. La Orden de las Sombras Eternas seguía siendo una amenaza, y debían estar preparados para lo que viniera. Juntos, se prometieron no solo proteger a la academia, sino también protegerse el uno al otro.

Bajo la misma sombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora