Capítulo único

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¡Holis! Este es un pequeño escrito para una ilustración que dibujó el hijo de mi esposo, es un chico super talentoso que nos hizo la imagen que verán al final de mi Senshi precioso y para poder presumirla, necesitaba escribirle algo bonito, espero...

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¡Holis! Este es un pequeño escrito para una ilustración que dibujó el hijo de mi esposo, es un chico super talentoso que nos hizo la imagen que verán al final de mi Senshi precioso y para poder presumirla, necesitaba escribirle algo bonito, espero les guste

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No era la primera vez que les pasaba. Desde el inicio de esa travesía, múltiples vicisitudes los habían hecho decaer en ánimos, pero había un integrante en el grupo que siempre les subía la moral. Aunque Laios era el líder del grupo, encontrarse con Senshi fue una de las mejores cosas que les ocurrió.

— Senshiiii, estás seguro que no tenemos algo además de especias – preguntó Marcille, mientras arrastraba los pies del cansancio

— Me temo que no, las últimas raciones se terminaron ayer en la mañana – afirmó el mencionado

— Quiero pescado – afirmó Izutsumi


Laios se colocó al lado de la gatuna y le puso una mano en el hombro

— Caminemos un poco más, estoy seguro que encontraremos algo – dijo el rubio, acariciando levemente el pelaje, quería comprobar qué tan suave era y pensó que era el momento perfecto

— ¡No me toques! – chilló la chica


De un manotazo lo apartó, haciendo un leve gesto animal enseñando los dientes, luego se encaminó al lado de Marcille, acomodándose con la mano el pelaje

— No te das por vencido, ¿eh? – preguntó Chilchuck al ver al rubio cabizbajo

— Solo tengo curiosidad, no entiendo porque no me dejaron verla desnuda – hizo un pequeño puchero

— ¡Porque es impropio Laios! – lo reprendió

— No gasten su energía peleando – interrumpió Senshi


Y tenía razón, no comían desde el día anterior y debían guardar energía. Esa caminata en silencio, les dio el tiempo suficiente para pensar.

Para Laios, encontrar a alguien que compartiera su gusto por la cocina de monstruos de mazmorra era perfecto. No solo estaba dispuesto a explorar un mundo al que nadie se había aventurado, sino que también era un excelente cocinero y la creatividad que poseía siempre lo sorprendía.

Con Marcille existía cierto conflicto moral entre ambos. Para el enano, el uso de la magia atentaba contra el equilibrio de la mazmorra, mientras que, para la elfa, el uso de la misma era justificado. Sin embargo, lo que no consideraba justificado era usar a los monstruos como comida. Aun así, después de un tiempo, debía admitir que el que ahora consideraba como su amigo tenía una cuchara exquisita. Sin mencionarlo, se abrió a la posibilidad de probar una variedad de platillos extraños que los demás estarían horrorizados de tan solo imaginar... Era escandaloso, lo sabía... pero ella había usado magia negra, ¿no?... Qué más daba lo que pensaran los demás

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⏰ Última actualización: Jul 29 ⏰

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