—Cuatro Personajes—
El rojizo sol de la tarde se filtraba suavemente a través de las cortinas de encaje, llenando la casa con una luz sangrienta pero cálida.
Alastor y Lucifer estaban en el salón, un lugar que combinaba elegancia y confort. Las estanterías llenas de libros antiguos y muebles de cuero oscuro daban al espacio un aire sofisticado, mientras que los juguetes dispersos por el suelo añadían un toque de vida y alegría infantil.
Charlie, la pequeña de la familia, estaba sentada en su manta de juegos, rodeada de peluches y bloques de construcción. Sus rizos dorados brillaban bajo la luz del sol, y sus ojos rojos observaban el mundo con una curiosidad infinita. Cada vez que lograba apilar dos bloques, una risa melodiosa brotaba de sus labios, llenando la habitación con una música que aliviaba el corazón de Alastor.
-Mira, mami, ¡lo hice! -exclamó Charlie con orgullo, levantando su creación para que Alastor la viera.
Alastor, que estaba sentado en el sofá, dejó el libro que estaba leyendo y sonrió. Sus ojeras, aunque todavía visibles, se habían suavizado un poco con el paso de los días y el apoyo constante de Lucifer y Caín.
-¡Qué hermosa torre, mi amor! -dijo Alastor, aplaudiendo suavemente. -Eres muy talentosa.
Lucifer, que estaba sentado en el suelo junto a Charlie, tomó uno de los bloques y comenzó a construir su propia torre, haciendo caras graciosas que provocaban risas en Charlie. Su cabello dorado caía sobre su frente mientras se concentraba en su tarea, y sus ojos rojos brillaban con un amor incondicional por su hija.
Caín entró en el salón con una sonrisa en el rostro, sus pasos eran seguros y llenos de energía juvenil. Tenía el mismo cabello dorado que Lucifer y unos ojos rojos que parecían reflejar una sabiduría más allá de sus años.
-¿Qué están haciendo aquí? -preguntó Caín, arrodillándose junto a Charlie. - ¡Oh, bloques de construcción! ¿Puedo unirme?
Charlie asintió vigorosamente, feliz de tener a su hermano mayor a su lado. Caín comenzó a construir una estructura compleja, explicando cada paso a Charlie con paciencia y entusiasmo. Alastor observaba con orgullo y amor, agradecido por la relación especial que sus hijos compartían.
-Caín, eres un excelente hermano. -dijo Alastor, su voz llena de sinceridad.
Caín sonrió y se encogió de hombros modestamente.
-Charlie hace que sea fácil ser un buen hermano. -respondió, haciendo reír a Charlie de nuevo.
Después de un rato, Lucifer sugirió que salieran al jardín artificial a jugar. El jardín era un paraíso de verdor, con árboles altos que proporcionaban sombra y un prado de flores que Beelzebub había plantado con cariño. Una pequeña fuente en el centro burbujeaba tranquilamente, y un columpio colgado de una rama gruesa de un roble antiguo era el lugar favorito de Charlie. Digna copia del Edén, el diablo sí que pensaba bien.
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Alas de Rebelión . //AppleRadio//
FanfictionSe cuenta que al inicio de la creación había un ángel cuya pasión por la libertad y sus ideales liberales lo hicieron ser conocido como un alborotador. Sin embargo, este ángel se enamoró profundamente del Doncel creado por Dios. En un intento de c...