9: Un segundo beso

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Muy temprano, cuando Hermy despertó vio la bandeja del desayuno y en ella un dibujo, le llamó la atención y la castaña se levanto directamente para ir a la bandeja y miró el sencillo dibujo, sonrió con ternura, notó la excelsa caligrafía de Draco…

Ella decidió salir de su caparazón ¿Por qué tenerle miedo a Draco? Si ese beso que recordaba había sucedido, no era ni significaba nada, finalmente estaba influenciada por el alcohol, así que esa era su justificación… aunque no sabía porque diablos se estaba arreglando demasiado esa mañana para salir a la sala

-¡Hermy! – Gritó la pequeña desde la sala, saltando de entre sus colores y sus hojas de dibujo, Draco estaba en el sillón, envuelto en una fina bata de seda, con la pierna cruzada y leyendo el profeta, el cual ya le comenzaba a llegar

-¡Hola mi amor! – le dijo de modo casi natural que hizo que Draco hiciera a un lado el periódico y le mirara con los ojos oscurecidos, esa mañana definitivamente se había puesto un vestido coqueto y cómodo y lucia bien con ese maquillaje, se veía guapa.

-Buenos días Granger…

-¡Papi, ya te dije que no la llames así!

Draco esbozó una sonrisa de resignación que hizo que sus labios se apreciaran más que maravillosos.

-Buenos días… Hermione…

-Draco – Masculló Hermione sin dejar de advertir ese gesto

-¿Te gustó mi dibujo? – Preguntó Wynne ansiosa

-¡Claro que si Wynne, tus dibujos son muy bonitos!

-Pero mi papi me ayudó a poner las letras porque aún estoy aprendiendo a escribir, mi papi me pone planas ¿Las quieres ver?

-Por supuesto…

Hermione se sentó a la orilla del sillón mientras que Wynne le mostraba todas las tareas que su padre le ponía, las vocales y el abecedario para que ella practicara su pulso. Por cerca de media hora, Draco disque leía el periódico pero aprovechaba cualquier distracción para echarle una ojeada, pero a ella…

Notaba que se veía muy atractiva, bueno, es que desde que se presentara a la cena enfundada en ese vestido, la situación no era muy fácil que digamos y luego completarle con el beso que le diera, suponía que  o no se acordaba o simplemente no lo había tomado en cuenta.

De pronto, al estar pasando las hojas del diario, se le cayó la de sociales y ella la levantó, sobre todo porque algo le llamaba la atención, una foto en donde se leía en letras grandes:

“Celebración de aniversario por derrotar al señor tenebroso”

Y luego estaban dentro del marco, varios conocidos de ellos y uno era Ron, divertido, riendo y claramente abrazando a una muchacha mientras ella le daba besos en su cara, de inmediato buscó la narración y era extensa, por lo que comenzó a leerla ávidamente:

“Tremenda fiesta la que se armó, en honor a Harry Potter y el ejército de Dumbledore, el invitado principal estuvo cerca de dos horas, pero sin duda, el que se llevó la noche fue Ronald Weasley, quien parece que ha olvidado que su novia Hermione Granger está en cuarentena por exponerse al virus, porque ahora al joven le gusta rodearse de guapas mujeres que sobrepasan por supuesto con la belleza de Granger ¡Pero era de esperarse! La señorita Granger, pese a sus ínfulas y su inteligencia, no es lo suficientemente agraciada como para congratularse en la persona del señor Weasley”

 

La nota iba firmada por la maldita Rita Skeeter que a pesar de los años, seguía con su periodismo sucio y malintencionado. Desgraciadamente, la foto decía más de mil cosas, sobre todo la sonrisa que el pelirrojo tenía al estar abrazando a la chica.

Ella dejó caer la hoja y se dio la vuelta, Wynne iba a hablarle, pero Draco la silenció y tomó la hoja, leyó ávidamente e hizo un gesto ¡Bueno! Lo que Rita decía era desagradable, pero la foto tomada, no hacía más que reflejar a un Ronald feliz, contento y rodeado de chicas.

Draco ordenó a Wynne que se quedara en la sala haciendo sus dibujos, mientras que él iba a buscar a Hermione, ésta sin saber a donde ir, se había metido al despacho, en el cual se había sentado y llevado las manos a su rostro, las lágrimas fluyeron escandalosamente, provocando el ardor en sus ojos por el rimel que se había puesto en las pestañas

¡Ronald no tenía ganas para escribirle pero si para irse a divertir! Y no le dolía que saliera a divertirse, porque si ella estuviera afuera, seguramente ella hubiera estado en la foto sonriendo alegremente, pero la actitud que Ron reflejaba, engolosinado por las guapas…

Lentamente Draco entró al despacho al localizarla, ella al sentirlo se puso de pie y se limpió los ojos mostrando dignidad, pero el rubio no iba en son de guerra, si no al contrario

-Perdóname Granger – Dijo el rubio

-¿Q-que?

-Si me hubiera enterado que una epidemia azotaba Londres, me hubiera prevenido, ni Aldonza ni yo, hubiésemos enfermado y así mi hija no tuviera la necesidad de salir a buscar ayuda… pero estaba emocionado de volver… ahora estás encerrada en esta prisión de oro, mientras que tú… novio se divierte sin ti

-Malfoy…

-Pero ya te dije que puedo ser egoísta y decirte que te estoy agradecido que hayas sido tú quien diera con Wynne y la hayas ayudado, nos salvaste, aunque eso te ha dejado quedarte aquí a la fuerza…

-No pasa nada – dijo ella limpiándose los ojos

-Pero imagino que Ron te escribe todas estas cosas, la nota la escribió Rita, sabemos como se las gasta para inventar notas amarillistas, no le hagas caso

-Se como es Ronald – dijo Hermione procurando que la voz no se le quebrara – Así que no tengo que ponerme peor…

-Ojala tuviera el modo de que te sintieras mejor – susurró el rubio mientras se acercaba a ella, que estaba recargada en el respaldo de la silla

Y se atrevió… levantó sus manos cálidas y le limpió los ojos, ella tembló ligeramente al sentir esos dedos recorriendo sus mejillas y se ruborizó un poco, sobre todo cuando se acordó de tres cosas al mismo tiempo: Que ya lo había visto desnudo, que lo había besado y que había tenido un sueño erótico con el de protagonista

Pero luego, sin decir más… se inclinó y ella quedó impávida, quietecita, mientras que los labios de Draco volvían a rozar los suyos, esa maldita corriente eléctrica que despedía le recorrió el cuerpo y una sensación tibia le recorrió desde la cabeza hasta los pies

Abrió Hermione los labios y dejó que Draco la besara, ella cerró los ojos mientras que las lágrimas volvían a escurrirle, pero la dulce sensación de ese beso juguetón, la descontroló, ahogó un suspiro mientras que dejaba que Draco sujetara su rostro y la besara delicadamente, sin prisas, sin malicia, era un beso tierno, dulzón, ella no pudo evitar pensar que… era una delicia…

Y por supuesto que Wynne no había obedecido a su papi, lo había seguido al despacho y al asomarse y ver como besaba a Hermione abrió la boca y sonrió abiertamente, se dio la vuelta y se fue corriendo a la sala en donde la elfina limpiaba el piso lleno de crayones.

-¡vinky mi papi esta dándole un besote a Hermione!

-¡No! – Susurró la elfina – Pero la señorita Granger tienen novio, el señor Weasley

-¡Pues ya no lo quiere porque se esta dando un beso con mi papi! Yo creo que ella será mi mami ¡Voy a tener una mami! - Winky no se metía en esos asuntos, pero no le parecía que la señorita Granger, se besara con alguien que no era su novio.

Un Dragón bajo la tormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora