Entre Redes

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Abigail

- Lo siento – escucho el susurro de Alex y lo miro confundida cuando quita su mano de encima de la mía, no sé en qué momento la había puesto ahí, pero dejar de sentir el calor que desprendía se siente extraño y vacío, no me había dado cuenta de cuanto me gusta su tacto hasta que he dejado de sentirlo.

No sé a qué ha venido esa disculpa, pero el resto de la película no vuelve a dirigirme la palabra, ni si quiera se digna a mirarme, mucho menos a tocarme de nuevo, después de todo, al final ha decidido dejar de molestarme. No presto atención a la película, solo soy capaz de sentir la incomodidad que desprende a mi lado, tanto que hace que hasta yo me sienta incómoda y no sepa ni como colocarme en el asiento.

Ha empezado a comportarse de forma extraña desde que ha intervenido Cameron, que me viese con otro era todo lo que necesitaba para que me dejara en paz, al fin lo he conseguido, pero... ¿Por qué me molesta tanto? Es algo que no comprendo, realmente deseaba que me dejase en paz, ¿o no? Las preguntas se amontonan en mi cabeza sin dejarme pensar, no me entero de nada hasta que las luces de la sala se encienden y Cameron me toca el hombro para que me levante.

- ¿Estas bien? No has dejado de moverte en toda la película – miro a mi amigo mientras me pongo de pie cogiendo mis cosas.

- Si si, estoy bien, no es nada – miro a mi lado y los chicos del equipo están saliendo de la fila, pero Alex ya no está, ¿Por qué narices se habrá disculpado? – ¿me esperas en la puerta? Tengo que ir al baño

- Claro, ahora te veo – le sonrío y salimos de la sala, saludo con la mano a Riven que es el primero que me ve, es muy majo la verdad. No conozco mucho al equipo, pero sé que él es muy simpático y respetuoso, al menos conmigo.

Cameron coge mi chaqueta mientras voy al servicio, cuando salgo me sereno mientras me lavo las manos y entonces salgo del baño dispuesta a divertirme con mi amigo y olvidarme de lo que ha pasado dentro de la sala. Pero para mi sorpresa cuando busco a mi amigo entre la multitud, me doy cuenta de que está rodeado de todos los chicos del equipo de vóley, así que con cautela me acerco a ellos.

- ¿Qué está pasando aquí? – pregunto algo nerviosa cogiéndole la chaqueta a Cameron para ponérmela.

- Nos han invitado a ir con ellos a los bolos – suelta mi amigo como si nada y lo miro realmente sorprendida – les he dicho que vale, no teníamos nada planeado para ahora.

- Genial – suelto con la voz más en pito de lo que esperaba, fingiendo una sonrisa, lo último que me apetecía era irme con ellos, y menos después de lo raro que se ha puesto Alex. Cuando los chicos se alejan, nosotros dos vamos por detrás y miro mal a mi amigo cogiéndome de su brazo - ¿Por qué has aceptado?

- No se Abby, han sido muy amables y no podía decirles que no, ¿Hay alguna razón que yo desconozca por la que no debemos ir? – niego con la cabeza y me paso las manos por el pelo, no le he contado nada de Alex, porque en realidad no hay nada que contar.

Puede que él solo haya intentado ser amable conmigo y yo me haya montado una película en mi cabeza donde pienso que está ligando conmigo, cuando en realidad no es así. Y esa sospecha se adentra aún más en mi cabeza cuando al salir del cine lo veo con Summer, pensaba que solo eran amigos, pero ella está abrazándolo por la cintura mientras él rodea sus hombros con su brazo y deja un beso realmente cariñoso en su cabeza. Genial Abby, tienes el ego tan alto que pensabas que estaba ligando contigo, cuando en realidad tiene novia.

Caminamos apenas unos diez minutos y ya puedo ver las luces de la cartelera de la bolera, entramos y dejamos nuestras cosas en el guarda ropa de la entrada, vamos al mostrador y pedimos dos pistas que estén al lado; tras dar todos nuestros nombres, nos dan los zapatos y vamos a las pistas. El lugar está iluminado únicamente por luces de neón que van cambiando, dándole al lugar un aire más fiestero, la música está lo suficientemente alta para pasártelo bien, pero sin molestar. Además, el lugar tiene una zona bar donde nos pedimos unas cervezas.