Prólogo

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El sonido estridente de la alarma comenzo a perfoara el silencio de mi pequeño apartamento, comencé a abrir mis ojos pesadamente, mi mirada vacia fija en un techo blanco. Otro dia comenzaba, otra jornada que nunca se acababa, esto sin darme cuenta se había convertido en un ciclo sin fin.

Con un movimiento casi mecanico, apague la alarma y me levante hecha un zombie, al mirarme al espejo, este me devolvió una imagen de mi, unos ojos pesados junto a unas ojeras, mi piel estaba mas palida de lo normal, mi rostro que simplemente parecía sin vida.

― ¿cuando fue la ultima vez que dormi mas de cuatro horas seguidas? ― mumurre al darme cuenta que hace 1 hora recién había dormido

Agarre una nueva muda de ropa, mas parecía un uniforme, una falda negra, camisa blanca y un blazer negro. Mientras me cambiaba comencé a repasar mentalmente mi agenda. Informes, reuniones, horas extras...

― todo para un sueldo de mierda ― Suspire ― Solo quiero terminar el dia e ir a la librería a comenzar una nueva novela

Mis pies comienzan a caminar de forma automática y sin darme cuenta ya esta en el tren rumbo al trabajo, me aferre a la barra, intentando no pensar en intentando no pensar en las incontables bacterias que seguramente la cubrían. A mi alrededor, habian rostros igualmente cansados y resignados.

― ¿Todos se sentirán como yo? ― pensé. ― ¿Atrapados en una vida que parece drenar cada gota de alegría y esperanza?

Las horas en la oficina se arrastraron con una lentitud agonizante. Tecleo incesante, llamadas interminables, la voz de mi jefe exigiendo más y más.

― Davies, necesitaba ese informe para ayer ―, gritó desde su oficina.

― Sí, señor. Estará listo en unos minutos ―, respondí automáticamente, sintiendo que cada palabra me hundía más profundo en un pozo del que jamás podría salir.

Por suerte hoy era mi dia, saldría mas temprano, cuando al fin pude salir, el cielo ya estaba oscuro, caminando deprisa para buscar alguna librería abierta me encontré a un señor vendiendo libros en la calle.

"será que tenga algo de los que me gustan?" pensé mientras iba hacercandome a el

El señor apenas me miro, y me dio un libro, sonriéndome de una manera muy calida ¿ cuando fue que alguien me sonrio asi?, hace años que nomas escucho gritos y gritos.

Mire la portada, era un libro de pasta dura, de terciopelo, en su portada estaba marcado con un símbolo y su nombre decía "las heroínas de Lumenoria"

"Parece llamativo" digo mientras daba una ojeada a las paginas, veía a 2 chicas una utilizando un baston, parecido a los que utilizan las hechiceras y la otra llevaba una espada"

― Me lo llevo ¿ a cuando esta? ― dije

El vendedor me miró con una sonrisa enigmática y respondió:

―Para ti, es gratis. Creo que lo necesitas más que yo.

Sorprendida por su generosidad, tomé el libro con manos temblorosas.

―Gracias ―murmuré, sin saber qué más decir.

―No hay de qué. Disfrútalo, y recuerda: a veces, la mejor aventura comienza cuando menos lo esperas.

Camine hacia mi departamento abrazando el libro, estaba mas emocionada de lo habitual, por lo menos hoy podre desvelarme no por el trabajo sino leyendo este libro ¿Qué aventuras me esperarían sus paginas?

Al entrar en mi apartamento, el silencio habitual me recibió. Dejé mis cosas en la mesa y me senté en el sofá, con una felicidad por comenzar a leer. Acaricié la portada de terciopelo, admirando el misterioso símbolo.

De repente, un dolor agudo me atravesó el pecho. Jadeé, sorprendida. El libro se deslizó de mis manos. Intenté alcanzar el teléfono, pero mi cuerpo no respondía.

Me desplomé en el suelo, junto al libro caído. El pánico me invadió. ¿Así terminaba todo? ¿Sin haber vivido realmente? El dolor se intensificó, y sentí que me faltaba el aire.

Mis ojos se posaron en la portada del libro. Las heroínas... ellas sí vivían aventuras, tenían propósito. Yo, en cambio, había dejado que la vida me pasara de largo, atrapada en una rutina sin sentido.

Una lágrima rodó por mi mejilla mientras mi visión se oscurecía. Qué irónico que al fin encontrara algo que me ilusionara, solo para que fuera demasiado tarde.

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