Los hijos de Lucifer. (RadioApple)

Las cartas de Azrael.

Azrael llevó rápidamente a Samael hasta la casa de Lilith y lo dejó en su habitación.

Azrael - ¿Ves lo qué provocan tus malditas actitudes?, no me quedaba de otra...

Azrael tomó un par de sus vendas y las puso en todo el cuerpo del demonio.

Justo en ese momento Lilith llegó a casa y Azrael bajó rápidamente cerrando su habitación con seguro.

Lilith - ¿Azrael?

Azrael - Oh, hola señora Lilith.

Lilith - ¿No deberías de estar en el exterminio?

Azrael - Este año terminé rápido, no eran muchas las almas que llevar al purgatorio. (En realidad no se llevó ninguna)

Lilith - Uhm...

Azrael - ¿Pasa algo?

Lilith - ¿Adán también fue?

Azrael - Al parecer.

Luego de esa conversación Azrael llevó al demonio a uno de los mejores hospitales de todo el cielo, le dieron la mejor atención pero estaba claro que todo dependía si Samael despertaba o no, el arcángel le dió una pequeña caricia en la mano y se fue.

Michael - ¿Uh?, ¿Azrael?

Azrael - Michael...

Michael - ¿Tan rápido llegaste?

Azrael - Sí...

Michael - ¿Estás bien? Te ves muy...

Azrael - Ando cansado no te preocupes...

Michael - Joel quiere tener una charla seria contigo.

Azrael - ¿Ahora qué hice?

Michael - Tú sabrás.

Azrael - Que jodida actitud tienes.

Michael - Más respeto Azrael.

Este lo ignoró y fue al palacio buscando a Emily, ella estaba muy triste a las afueras del palacio.

Azrael - ¿Emily?, ¿Qué te sucedió?

Emily - ¡Azrael!

Azrael - ¿Estás bien?

Emily - Perdóname yo yo...solté al chico y se fue...yo solo lo quería curar...

Azrael - No te preocupes, ahora mismo está en uno de los mejores hospitales de aquí.

Emily - ¿¡Qué le pasó!?

Azrael - Nada solo eh...tuvo un pequeño accidente.

Emily - ¡Ay, no! Pobrecito...

Azrael - Pero bueno...ya se pondrá mejor...tiene que ponerse mejor.

Emily - Quisiera conocerlo cuando se recupere

Azrael - Claro.

Mientras tanto en el infierno.

Lucifer - AZRAEL ES UN BASTARDO

Alastor - ¿¡AHORA QUÉ VAMOS A HACER, EH!?

Lucifer - NO ME DIGAS COMO SI TODA LA CULPA FUERA MÍA