15: Días como éstos

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Hermione no paró hasta terminar con Draco, hasta que este emitió un ardoroso gemido y su materia vital quedó entre las manos de la castaña… a esas alturas ella ya había perdido la poquita pena que tenía, por lo que le miró y sonrió traviesamente, al verlo respirar agitadamente

-¿Eso es todo Draco? – Preguntó ella lamiendo sus dedos

El rubio abrió los ojos y sonrió de modo lujurioso mientras la jalaba hacia él y la abrazaba con fuerza buscando su boca, misma que ofreció gustosa y se enfrascaron en una lucha de boca y lenguas, Draco le mordió apetitosamente el labio y ella pensó que estaba gozando de modo increíble

-Claro que no es todo Granger, apenas estamos empezando… ¿Piensas que por que terminé eso es todo? No, yo todavía tengo más para darte, si querías guerra, pues guerra tendrás…

-Pero no volverás a dejarme igual…

-Pensándolo bien… te dejaré peor – sonrió de modo maligno y ella ahogó una exclamación, pero a esas alturas y en un experto movimiento el rubio la tenía boca abajo y le amarraba las manos a la cabecera de la cama

-¡Draco! – Gimió ella

-Siguen tus lecciones querida – Dijo entre dientes mientras le tapaba los ojos con una mascada y sonreía al verla que ahora si comenzaba a temblar, pues no vería lo que el rubio le haría…

-No…

-Claro que si – sonrió Draco mientras de la nada aparecía una pluma y luego un frasco de miel…

Primero se encargó de pasar las manos y la pluma por todo el cuerpecito de la castaña, la cual no pudo evitar que esas caricias fueran mas tortuosas que la misma penetración, porque el roce de la pluma y de la yema de los dedos del rubio en sus áreas sensibles le despertaban sensaciones increíbles

Y volvía a sus habituales retorcidas, pero ahora era peor, porque sus manos estaban bien atadas, luego sintió que algo le desparramaban encima, era un caminito de miel, uno que después el rubio seguiría con la lengua, haciendo de aquello, una escena muy erótica.

-¡M-Malfoy! – Gemía la castaña cuando el maldito le estaba haciendo no se que cosas y ella sin verlas porque estaba atada y vendada

-Disfrútalo gatita – susurró Draco – que de esto no habrá todos los días

-¡Yo si quiero todos los días! – Protestó débilmente y el rubio puso atención especial a esa propuesta

-De aquí hasta que termine la cuarentena – respondió con voz ronca y le quitó la venda, ella le miró de modo febril y agitada, deseosa de más

-¿Hasta que termine la cuarentena? – Alcanzó a preguntar con la respiración entrecortada

-Te juro que no te la acabas Granger…

-¡Có&%$& Draco! – dijo de pronto y el rubio alzó una ceja divertido

-Vulgar – susurró mientras la besaba y se acomodaba sobre su cuerpo, dispuesto a complacerla, finalmente la noche era larga y el era un hombre aguantador, además tenía su arma secreta, una dosis de poción revitalizante por si las dudas.

El resto de la noche, fueron gritos, jadeos, y al menos las protestas de “¡Draco no muerdas ahí!” o “¡Hermione, me lo acabas de morder!” en fin, soltaron a los perros y se andaban comiendo entre los dos…🫣🫣🫣

Por supuesto que esa noche, el rubio le enseñó otra cosilla de las sucias a la castaña, la cual quedó encantada, pensando que era demasiado, iba a quedar muy acostumbrada a él ¿Y después que? pero aún no quería pensar en eso con seriedad.

Cuando amaneció, Wynne fue corriendo hacia la habitación de su papi y al abrir la puerta se quedó sorprendida, ahí estaban los dos… su padre y la señito Hermione, dormidos profundamente, abrazados entre las sábanas. La niña se quedó mirando un ratito sin saber que hacer ¿Les hablaba? Pero a lo mejor era muy temprano y por eso su papi no se había levantado

Sonrió al verlos juntos y abrazados, a lo mejor su papi ya había convencido a Hermione que fuera su mamá, pero no les interrumpiría y se fue a la cocina en donde winky apareció y le dio un vaso de leche, mientras la pequeñita se ponía contenta, porque sabía que solo los papás y las mamás dormían en la misma cama

Claro que el primero en despertar fue Draco, cuando su reloj interno le exigió que se levantara porque su niña tenía que desayunar y tenía que ver que se lavara su cara y sus manos, como pudo se puso su ropa y salió, pero al no verla en su recámara, fue a la cocina en donde desayunaba y platicaba con winky

No quiso interrumpir, se regreso a su habitación y Hermione estaba incorporada en la cama, revisándose, ahora afortunadamente, tenia menos moretones. Los dos se vieron por un segundo y el rubio volvió a olvidarse de Wynne, porque fue hacia ella y la besó apasionadamente.

Hubo un tiempito para el mañanero, que Hermione agradeció, fue más rápido sin duda, pero más gozoso, fogoso y goloso, no tenían mas de veinte minutos para hacerlo, así que aquello fue una travesurilla más, porque para cuando la niña apareció, Hermy ya estaba en su propia habitación

Ginny leyó la carta de respuesta de Hermione de nuevo, intentaba convencerse de que era mejor que analizara la situación, solo había sido un beso ¿Qué más? No había nada ni nadie que le dijera que Harry le había sido infiel a ella en esos años… si, el consuelo de los infieles

¡Y justo cuando lo que menos quería era verlo más! Parecía que el destino le decía “friégate mijita, que los engaños aunque sea con los pensamientos no son simples” porque al entrar al edificio en donde laboraba, ahí estaba Blaise, con ese porte de príncipe que poseía y su presencia magnífica y seductora

Un hermoso hombre del color del chocolate, cuya fortuna era inmensa, su madre había muerto y todas las fortunas de sus siete maridos muertos (en forma extraña según dicen) pues ya eran propiedad de Zabini… Por un lado no se extrañó, puesto que había una serie de contadores que llevaban las vastas fortunas familiares

Intentó hacerse la desentendida, finalmente andaba unas copas encima, nadie le aseguraba que Blaise no estuviera ebrio también y que no recordara lo sucedido… cuando nosotras sabemos que no es así, al verla Blaise tembló de deseo y de furia, deseando con toda su alma, y si pudiera venderla al diablo, de pasar sus dedos por la espesa y larga cabellera roja

El beso golpeó su memoria y sus manos recorriendo las curvas pronunciadas de la pelirroja eran un infierno para el, pero debía controlarse, eran claros enemigos desde el colegio, aunque ella era sangre limpia, su familia se había considerado como la vergüenza de los puros

Claro que ya no se manejaba ese concepto por orden del ministerio de magia, quizás solo en algún grupo selecto de fieles sangre limpia… Ginny intentaba no mirarlo, pero notó de reojo que iba hacia ella y se plantaba en su escritorio, ella alzó sus ojos pardos y el encuentro los puso nerviosos, pero disimularon

-¿Si?

-Han trasladado mi cuenta con el contador Mackenzie – le dijo a la pelirroja

-En este momento no está, si quiere alcanzarlo hasta las doce…

-Bueno, según tengo entendido señorita Weasley, usted es la ayudante del contador, así que imagino, puede revisar las condiciones – El modo de hablar de ese moreno la hizo temblar, pero mantuvo la mente fría al revisar los documentos…

Un Dragón bajo la tormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora