¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jamás imaginaria que algún día estaría entre la espada y la pared gracias a sus hermanos. No pasaron ni 5 minutos cuando el ojiazul comenzó a ser interrogado por los dos jóvenes de ojos púrpuras; estaba nervioso y mareado por tanta pregunta que, mayormente, Lyney hacía. Lynette al notar el aturdimiento de Fréminet, le pidió a su gemelo que se calmará con las preguntas, así el pobrecito podría calmarse y contarles como le fué en su día.
Ya más calmado el ambiente Fréminet inició el relato de las cosas interesantes, procurando evitar los temas que el consideraba especialmente personales para ambos. Ambos gemelos se dieron cuenta pero prefirieron dejar de lado ese asunto, si no quería contarles algo sabían que tendría un motivo; todo iba bien y ver a su hermano feliz era todo lo que necesitaban, pero había un detalle que no dejarían de lado por lo notable que fué el que su hermanito llegará con flores y una bolsa.
-"¿Entonces Gaming te dió ese ramo tan bonito?"
El rubio asintió tras la pregunta nada discreta de Lyney, quien sonría con una extraña complicidad.
-"¿Y qué tiene la bolsa?"
Atacó Lynette, algo curiosa por la elección del decorado de la bola y el lazo que la acompañaba. Era de un tono plateado brillante mientras que la bolsa era de un café claro, contrastando algunos detalles bastante lindos y denotaban que la bolsa fue decorada a mano, bastantes recientes.
-"La verdad es que no lo sé, me dijo que la abriera después."
-"Ya veo. Bueno, me alegra el que te hayas divertido hoy, es mejor que descanses, parece que haz tenido un día bastante movido hermanito."
Y así es como el día concluyó, uno bastante lindo para ser verdad, caótico en el inició pero hermoso.
Al llegar la mañana, Gaming fué citado junto a cierto viajero y su guía. Recibieron el encargo sobre una escolta a un vendedor de té; el castaño ya sospechando quien era le dijo a Aether que le esperará unos minutos debido a que todavía no estaba listo. Tras esto, camino hasta llegar a la caza de té donde los tres hermanos estaban saliendo. Los gemelos le saludaron y este correspondió pero al ver al de ojos azules sus pies actuaron solos y se acercó a él para después abrazarlo, Fréminet correspondió y sus hermanos los dejaron ya que no habían visto que el castaño tuviera una muy buena cara aunque trato de saludarlos con una sonrisa.
-"Te quiero Frem."
-"Yo a ti."
El silencio se hizo presente en el abrazo, el rubio sabía que algo había pasado pero decidió darle tiempo a su amigo para que rl se soltará solo, cosa que el castaño agradeció acariciando su espalda con afecto. Pasó un tiempo y fué ahí cuando comenzó a hablar.
