Capitulo 03

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Despues de todo, el era la decepcion de su familia. Era la oveja negra, una mancha que dañaba su reputacion. El estaba a punto de renunciar a todo, abandonar todo lo que un dia creyo que era la verdad. Pero no tenia el valor de hombre, su amor iba mas alla de todo lo correcto. ¿Sera solo amor?.

Su padre le indico rapidamente que se sentara, claramente era un impaciente sin escrupulos, no le importaba en lo mas minimo sus hijos, para el, ellos eran solo una herramienta mas para llegar al poder. Santiago no iba a permitir que su hermano pequeño, que tanto queria, pasara por todo lo que el paso, negarse a si mismo, al hecho de como es el en realidad, poner un antifaz de proteccion contra todo aquel que usurpara su terreno.

—Hace un tiempo padre —Se acomodo lentamente en la silla, al lado de su padre.

—Espero que no hayas generado problemas, recuerda que nuestra reputacion depende de un buen heredero —No habia pasado ni siquiera un segundo y su padre ya estaba dispuesto a regañarle, ni siquiera se preocupaba por saber como estaba o como se sentia ante todo esto.

Santiago levanto la mirada suavemente —¿Y Nicolas? —Pregunto mientras lo buscaba salvajemente.

Su padre levemente mostro una sonrisa de desagrado —Acaso el es importante. Tu eres el heredero, el solo es una herramienta mas —Expreso explicitamente, asi era el.

—Se me habia olvidado que ves asi a todos tus hijos. ¡No puedo creer que exista en este mundo un mounstro como tu! —Alzo su voz un poco mas elevada del tono normal, mientras se retiraba de la mesa elegantemente.

La criada personal agrego timidamente —¿Acaso... Mi señorito no va a cenar?  —Decia mientras traia los platos en sus manos.

—¡No! Envialos a mi habitacion —La miro y le sonrio —Prefieron cenar solo, que con un mounstro que me pueda convertir en su cena.

La criada miro aterrorizada al padre —Dejalo. Se esta convirtio en algo mas capacitado, sera una de las mejores cosas. Un objeto precioso para nuestra familia —Le ordeno a la criada.

Santiago subio apresuradamente las escaleras, su resentimiento iba mas alla de que cualquier otro. Despues de todo, como podria un padre tratar a sus propios hijos como objetos, como si sus vidas no valieran nada.

Nicolas los estaba espiando detras del muro, se sorprendio al ver a su hermano subir las escaleras tan enojado, asi que, como siempre decidio ser su apoyo, arreglar cualquier daño que su querido padre le haya proporcionado. Pero todo esto fue arruinado.

Santiago lo abrazo tiernamente, no lo dejaria ir —Solo... quedemonos un poco, ¿Si? —Sus escasas lagrimas mojaban el abrigo de Nicolas.

—Perdon —Nicolas le correspondio el abrazo —No debe ser facil para ti, todo es mi cul-

—¡¡NO LO DIGAS!! Nada de esto es tu culpa, al final soy yo el que deba cargar esto, no tu. Por favor, no lo vuelvas a decir —Lo vio directamente a los ojos y le dio un pequeño beso en la mejilla.

Nicolas no sabia que hacer, todo ese extraño "afecto" le estaba revolviendo el estomago, pero sabia que si el no estaba para Santiago, podria convertirse en un arma nuclear. Una en la que explotar en cualquier momento nunca seria un problema.


Motel Oasis, Ohio.

Elara habia llegado mas temprano de lo acordado. Ella a simple vista expresaba el nerviosismo y la supuesta falta de "experiencia". Su hermosa cabellera, era negra y larga, sus ojos eran como el sol, brillantes. Ella era una linda estrella, inocente en la vida y puta en la cama.

Ya habian pasado bastantes minutos, ella miraba constantemente el relog de su delicada y palida muñeca.

—¡Ey, nena! ¿Por que lo esperas?, podemos divertirnos tu y yo. Sin el —Se le acerco un horrible chico, a simple vista se podia apreciar el hermoso saco de Hugo Boss, y ni hablar de la colonia Xerjoff Naxos, era una exclusividad andante. En pocas palabras era un buen partido.

Querido... Conductor Asesino [+18] (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora