TERMINADA
Wonbin es el último en llegar al día de cambio de uniforme en dónde los chicos usan el de las chicas y viceversa.
Extensión: 5 Caps + Extra 🧡
Antes de poner un prólogo me gustaría decir que la autora original de este libro ya no se encue...
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Cuando Wonbin cerró la puerta de su casa, se sintió demasiado nervioso por la presencia de Eunseok en ella. Y era tan tonto, conocia a Eunseok hace años, era uno de sus mejores amigos y a quién más le tenia confianza, incluso fue Eunseok quien le exigía comer cuando había pasado ese corto periodo de despecho con Anton, ¿por qué se sentía tan nervioso de haberlo invitado? Bueno, si tenia razones para estarlo, ¿es normal invitar a alguien solo para modelar una tonta falda y buscar cariño a través de elogios? Wonbin se estaba sonrojando, sintiendose algo tonto, ugh, fuera del instituto era un simple niñito sin carácter.
Su estómago dió un vuelco cuando Eunseok, luego de sacarse los zapatos, se giró hacia él para mirarle, de igual forma, las mejillas de Eunseok estaban algo sonrosadas, Wonbin se quería morir.
"¿Qué pasa?", preguntó Eunseok con una sonrisa, no era burlesca, era tenue y agradable.
Wonbin negó, mirando hacia abajo y apretando los labios, intentando buscar confianza.
No pensó llegar a esta situación el dia de hoy, ni ningún otro dia en realidad, ni si quiera podia procesar bien aún su discusión con Anton y como había sido vilmente rechazado.
Uh, no le había contado nada a Eunseok, tampoco quería hacerlo, ¿y si Eunseok pensaba que solo lo usaba para recibir cariño? No quería eso.
Estaba haciendo una tormenta en un vaso de agua, debía calmarse. Eunseok ya estaba allí, esperando verle, no podía acobardarse ahora.
Asi que se quitó los zapatos y dejo caer su bolso a su costado, avanzando hacia Eunseok sin levantar la cabeza aún y en silencio, agarrandolo de la mano, sin evitar el detalle de lo pequeña que se veía la suya en comparación a la del mayor, y comenzando a jalarlo por su casa de solo un piso hasta su habitación, Eunseok se dejó hacer aunque realmente no necesitase orientar en el hogar del pelinegro.
Wonbin los metió a ambos en su habitación, y a pesar de estar solos, cerró la puerta igualmente antes de seguir jalando a Eunseok hasta posicionarlo frente a su cama.
Wonbin alzó la cabeza un poco, rojo como un tomate, solo para cruzarse con el también sonrojado rostro de Eunseok.
Subiendo las manos hasta esos anchos hombros, empujó a Eunseok hasta que quedo sentado en su cama.
¿Y ahora qué hacía? La vergüenza le estaba pasando la cuenta, ¿realmente habia invitado a Eunseok a verle con una falda puesta? Wonbin queria llorar, el miedo de no saber como reaccionaría el castaño lo bloqueó por un momento.
Estaba bien, Eunseok ya lo vio en falda en una vez, pero había sido totalmente diferente a ahora, ya que Eunseok igual había ocupado falda, y sus 13 compañeros varones igual ese día.
