29: Bajo las piedras si es necesario

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¡DRACO, MALDITA SEA DRACO! – Gritó Hermione llorando y mirando como el barco se iba con el amor de su vida, con una hija recién adoptada ¿Cómo es que de pronto la dejaba sola?

Se aferraba a los barrotes, se sentó en el suelo y solo lloraba su triste pena, los lagrimones escurrían y se puso de pie, furiosa, apretando los dientes, maldiciendo su suerte y golpeando al viento.

-¿Hermione? – de repente alguien le habló y ella se volvió al instante

-H-Harry…

-¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras de ese modo?

-¡Es que el muy desgraciado se largó! ¡Y todo por culpa de Ron!

-¿Quién se ha largado?

-¡Se largó Draco, se largó ese maldito infeliz! ¡Me dejó sola el muy maldito cobarde! ¿Pero sabes que? ¡Esto no se queda así! ¡A mí ese desgraciado no me deja sola y embarazada! ¿Pues que se ha creído?

-¿Qué cosas dices?

-¡Digo que voy a ir tras mi marido y lo voy a traer a rastras! Luego entre el y yo, le daremos una patiza en el culo a Ron por pasarse de pendejo y después el y yo, con nuestros hijos seremos felices para siempre…

Harry miró azorado a Hermione, en primera ¿Cómo que Draco era su marido? En segunda ¿Embarazada, hijos? En tercera ¿Partirle el qué, pasarse de qué? y la ultima y cuarta… ¿Qué clase de léxico era ese?

-Si me explicas…

-¿Qué quieres que te explique Harry? ¿Lo que todo mundo cuenta y que seguramente ya sabes? ¡Me hice amante de Draco durante nuestro encierro, al salir me juro amor eterno y hasta matrimonio! ¡Y por culpa de Ron se fue y me deja sola y embarazada!

-¿Tú y Draco, Hermy?

-¡Déjate de estupideces Harry! Si te horroriza tanto, lárgate y déjame sola, que tengo que pensar que hacer…

Harry parpadeó, jamás pensó que Hermione se fuera a enredar con Draco Malfoy, mucho menos que se fuera a embarazar… y ahora, que estuviera dispuesta a seguirlo hasta donde fuera.

-¡Señor Potter! – De pronto apareció un muchachito – Le conseguí la lista

-¡Gracias! – le dio unas monedas y leyó de inmediato, mientras que Hermy se volvía a ver que estaban leyendo

Harry le pasó la lista a Hermy quien buscó ávidamente el nombre de su marido, encontrando a Draco Malfoy, Wynne Malfoy, así como el de Blaise Zabini y leyó uno que no conocía pero Harry si, el de Mónica Underwood

-¡Oye muchacho! – llamó Hermione al chico que les había llevado la lista y no se había alejado lo suficiente, mirando con admiración a Harry

-¡Dígame madame! – se acercó alegremente

-¿Cuándo hay otro barco?

-En ocho días Madame… No es el mismo por supuesto, porque el viaje de estos barcos dura dos meses, por distintos puertos, así que las personas que lo toman, pueden bajar en alguno de estos lugares…

-Tendría que irme en ese – dijo para si – investigar en cada puerto si el ha bajado, no me queda de otra ¡Pero yo lo encuentro porque lo encuentro al maldito desgraciado!

-Estás loca Hermione…

-¿Y tu que andas haciendo aquí Harry? ¿Me estás espiando?

-¡Claro que no! yo solo… bueno… vine buscando a una persona y… al parecer, abordó este barco…

-¿Blaise Zabini?

-¿Qué? ¡No, no, no! pero me extraña ver su nombre, no tiene ni dos horas que hablé con el y ahora está en el barco con… con ella…

-¿Con quien?

-Con Mónica Underwood…

-¿Eh?

-Hermione, creo que… tú y yo tenemos muchas cosas que contarnos, quizás quieras ir a tu casa o a la mía para que platiquemos sobre lo que me acabas de decir por… por lo de Malfoy y yo te cuente lo que me ha pasado con Ginny, Blaise y Mónica

-¿Ya no andas con Ginny?

-N-No…

-Está bien, pero antes iré a comprar mi boleto para el próximo barco ¡Que ya te dije que yo iré tras ese desgraciado y le haré ver su maldita suerte! – y rechinaba sus dientes con fiereza

-Yo iré contigo…

-¿Cómo?

-Te acompañaré por dos cosas, una que estás embarazada, dos porque necesito hablar con Mónica, que me aclare muchas cosas ¡Y una de ellas será porque se fue con Blaise Zabini en el mismo barco!

-Como quieras Harry, como quieras…

Mientras que en el barco, Wynne lloraba en el regazo de Mónica, porque su mami Mione se había quedado en la ciudad y su papi le había dicho que la alcanzaría muy pronto, pero como que no le creía mucho.

-Tranquila nena, estoy segura que ella los alcanzará…

-Yo quería que viniera conmigo, ya era mi mamá

-Lo lamento Wynne, pero a lo mejor tenia muchas cosas que hacer

-No les creo nada – gimoteaba acomodando su bracito lastimado

Cuando se hubo dormido, Mónica salio a la estancia de aquel lujoso camarote, el cual tenía tres habitaciones porque era familiar, ahora la muchacha se encargaría de hacerla de nana de Wynne, solo esperaba poder cuidarla bien, aunque esa tristeza en sus ojos no se le quitaba

Tampoco a Draco, quien estaba mirando el mar por la ventana, intranquilo, no le había gustado haber huido sin avisarle antes, pero esperaba que la carta que le había enviado a Hermione, la hiciera entender muchas cosas. Moni como que entendió que en ese camarote, solo eran puros corazones rotos

Claro que nadie les había dicho que al otro lado del barco, en la otra zona exclusiva, estaba Blaise, quien al saber que Ginny ni con uno ni con otro, había decidido emprender ese viaje, alejándose de Londres, quizás bajase en algún país y buscara diversión y olvido.

El moreno estaba muy dolido, definitivamente el amor apestaba, el amaba a Ginny, la había esperado durante años, aspirando que algún día fuese suya, pero ahora, resultaba que la pelirroja se indignaba y lo mandaba al carajo ¡Con lo bien que habían disfrutado!

¡Al carajo las mujeres! Ahora mejor solo se dedicaría a tener su miles de amantes y olvidaría a la pelirroja, costara lo que costara, pero lo que era él, no se volvería a enamorar nunca más.

Se sirvió un whisky y contempló el mar que se veía en su camarote, no pudo evitar la rabia y una lágrima traicionera, finalmente en la intimidad de su habitación, podía hacer lo que quería, sin que nadie le viera llorar.

En tierra Hermione había comprado el boleto, Harry otro, ahora solo esperarían ocho largos días para abordar, seguir las pistas, Hermione había dicho a Aldonza que si ella sabía algo más o donde estaban, se lo hiciera saber, le había confesado su embarazo, pero pidió que no dijera nada a Draco si le escribía

Ya Harry y ella se habían confesado todo, llegando a una conclusión, que Ron no había podido superar nunca, su odio hacia Draco, que su rabia era infinita y que no era posible que su lengua fuera tan larga

Así mismo, habían deliberado que Ginny no era quien para ponerse digna, desde el principio debió de ser clara con sus sentimientos y pedir tiempo para aclarar sus sentimientos, en fin, Harry ya la estaba comenzando a olvidar…

Un Dragón bajo la tormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora