Un simple rumor para todos, pero para él, marcaba el descenso de su vida.
Chifuyu, un joven de dorados cabellos, se adentraba en su segundo año de secundaria. Como un viento susurrante, el rumor de que era gay se había propagado entre los pasillos y...
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Realmente no se que escribir
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Ya habían pasado dos clases y no podía dejar de mirar a ese chico.
Había escuchado entre susurros el apellido "Matsuno". Seguro ese era su apellido. Aunque no pudo oír lo que decían exactamente, estaba seguro de que se dirigían hacia ese chico rubio, el cual le robaba toda su atención.
Se pasó toda la clase mirándolo, como si fuera la cosa más fascinante del mundo. En muchas ocasiones intentó dejar de mirarlo, pero se rendía apenas unos segundos después. Sus ojos se posaban en el brillo dorado de su cabello, en la forma en que los mechones caían despreocupados sobre su frente. Había algo en su postura, en la forma en que mantenía la cabeza ligeramente inclinada, que lo hacía parecer inalcanzable, casi etéreo.
"¿Qué es lo que me atrae tanto de él?", se preguntaba Baji. Era como si Matsuno tuviera una especie de magnetismo inexplicable. Sentía una curiosidad casi dolorosa por descubrir más sobre él. Cada gesto, cada movimiento, parecía ocultar una historia que Baji ansiaba conocer.
Estaba seguro de que el chico notaba su mirada, pues lo vio notablemente nervioso, aunque siempre intentaba ocultarlo. Sus manos, inquietas, jugaban con la esquina de su cuaderno, doblando y desdoblando la página de manera casi compulsiva. Esa pequeña señal de nerviosismo lo hacía aún más interesante. "¿Por qué está tan nervioso?
Le pareció extraño que el rubio no hubiera hablado con nadie en el intervalo que tenían. Parecía ser un chico agradable, que perfectamente podría tener muchos amigos. Pero, entonces, ¿por qué parecía no tener ninguno? La soledad se reflejaba en sus ojos, un vacío que Baji no podía comprender del todo.
-¡Baji!
Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la voz de Aiko, clara y firme, como un campanazo en medio de su ensoñación.
-¿Qué pasa? -preguntó mientras la miraba sin una pizca de interés en sus ojos.
-Te estábamos hablando, pero no escuchabas -esta vez habló Ryo, con una ceja levantada, evidenciando su desconcierto.
Solté un quejido antes de responder.
-Lo siento, estaba distraído en algo.
-Algo rubio llamado Chifuyu -susurró Ritsu, lo suficientemente fuerte como para que los otros tres lo escucharan.
Ryo y Aiko se volvieron a mirarlo, sus rostros serios y evaluativos. Parecían esperar una reacción de su parte, con una intensidad que Baji no comprendía del todo.
Después de un rato estos se voltearon a ver a ritsu , Ryo y Aiko con una mirada muy seria, buscando algún indicador de que era una broma de mal gusto hacia él.
Ritsu suspiró.
-Lo siento, lo dije en voz alta cuando solo era un pensamiento -levantó las manos, como si de un criminal se tratara, con un tono juguetón que simulaba culpa.
-¿Chifuyu? ¿Ese es su nombre? -interrumpió la conversación, ahora ganándose las miradas curiosas de los tres.
-Sí, ese es su nombre... Pero ¿por qué te interesa? -preguntó Aiko, su tono cargado de seriedad y una sombra de enojo. Apoyó su cabeza en una mano, el ceño fruncido sugiriendo una desaprobación velada.
Por alguna razón sintió que no podía decirles que estaba interesado en ese chico. Tal vez porque, desde que mencionaron su nombre, el ambiente se había vuelto tenso. Por eso decidió mentir un poco. Suspiró para sus adentros.
-Por nada en especial. Simplemente quiero hacer amigos, ya que soy nuevo y no conozco a nadie -dijo con una sonrisa totalmente fingida, mientras gritaba en su interior y la pena interna lo consumía. Odiaba tener que jugar el papel de "nuevo en busca de amigos" o similares. Le parecía ridículo. Él ya tenía amigos y no quería dejar que cualquiera que apareciera de la nada entrara en su vida. Le daba igual hacer nuevos amigos, e incluso la presencia de sus tres nuevos "amigos" le molestaba por una extraña razón que no lograba explicarse.
"¿Por qué tengo que justificarme?", pensó Baji. "¿Acaso no puedo interesarme en alguien sin que todo el mundo se meta? Me siento como si estuviera bajo una lupa, y no me gusta." Posiblemente hubiera dicho eso, pero por su mamá evitaría pelear
-¡Oh! ¿Era solo eso? -rió Ryo, aliviado aparentemente, aunque su risa sonaba más como una retirada momentánea.
Aiko dejó de fruncir el ceño, devolviendo una sonrisa animada mientras se acomodaba en su asiento con una actitud mucho más relajada.
-No te preocupes por eso. Nosotros te presentaremos a personas más interesantes, así que olvídate de Matsuno.
No entendía por qué parecía que esos tres no lo querían cerca del rubio.
"Tal vez algo pasó entre ellos", pensó rápidamente.
-¡Me parece bien! -dijo, dedicándoles una sonrisa forzada.
"Aunque eso no me impide conocerlo, ¿verdad?"
La campana finalmente sonó, marcando el final de la clase. Sus nuevos amigos se levantaron y comenzaron a guardar sus cosas. Baji los observó con una mezcla de interés y desdén. No podía evitar sentirse atraído por la misteriosa figura de Chifuyu.
Mientras se dirigía a su siguiente clase, no pudo evitar robar una última mirada al rubio, quien ahora estaba solo, organizando sus libros con una calma que contradecía la tensión de antes..
El recuerdo del rubio llorando desconsoladamente en el suelo del baño se hizo presente en su mente. La imagen de Chifuyu en ese estado de vulnerabilidad se superpuso a la imagen del chico que había visto en clase, atrapándolo en un mar de preguntas sin respuesta.
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Realmente este capitulo tenía que ser subido hace dos días, porque ya estaba terminando
Pero quería agregar algo más que al final decidí dejar para mas luego en la historia
El siguiente capitulo será publicado en unas cuantas horas 😸
