ABRY:
Cuando me despierto, me estoy muriendo de calor. Intento apartar a David, pero pesa demasiado. Me abraza con fuerza con un brazo en mi espalda y el otro en mi vientre. Le cojo con cuidado la mano y la voy apartando poco a poco hasta que tengo el espacio suficiente como para levantarme. Él gruñe en sueños y alarga el brazo, pero al no encontrarme, abre los ojos de golpe.
-Pensaba que te habías ido.-dice aliviado.
-Solo tenía calor.
-Me habías asustado. Vuelve a la cama, anda.
Sonrío, y me tumbo junto a él, con la cabeza apoyada en su pecho.
-Te quiero.-susurra.
-Te quiero.-contesto.
-Repítelo.-me pide.
-Te quiero, te quiero, te quiero...-susurro mientras levanto la cabeza para mirarle.
-Te quiero muchísimo, Abry Brown.
-Te quiero muchísimo, David Wate.
Y como no podía ser de otra manera, mi teléfono empieza a sonar, rompiendo la burbuja en la que he pasado semanas. Él me pasa el móvil, no sin saber antes quien me llama. Frunce el ceño y me lo pasa. Entonces miro la pantalla. Marcos. Yo también frunzo el ceño, pero mi curiosidad gana la batalla y necesito saber qué es lo que tiene que decirme.
-¿Si?
-EH... Abry... Tengo... Quería... Tú...
-¿Qué?
-Yo... Es... Es... Molly.
-¿Qué pasa con esa?
-Ella y... Ella y Jason... Han... Ya sabes...
-¡¿Que!?
-Yo... ¿puedo ir a verte?
-EH... Si claro. Estoy en la fraternidad del campus. ¿Vienes?
-Claro. Gracias.
Cuelgo.
-¿Que cojones ha sido eso?
-¿El qué?
-Eso. Estábamos... Bien y tú has dicho a tu ex, que venga a mi casa.
-Somos amigos.-replico.
-Ya veo.
-David...
-¿Que quieres Abry? ¡Vete! ¡Vete detrás de él! ¡A mí me da igual!
-Si me echas, no vuelvo. Más vale que lo tengas claro.
-Vete.
Cojo mi bolso y salgo pitando de esa habitación con lágrimas en los ojos. Va a ser que es verdad que no pasa nada bueno en esta fraternidad. Cuando llego a la puerta, me encuentro con Jason, con la cara entre las manos, sentado en las escaleras de la puerta principal.
-¿Cómo has podido?-susurro.
-Abry... Yo...La quiero.
-¿A cuál de las dos? Es que no me ha quedado claro.
-A Sophie. La amo. Fue un error. El peor error de toda mi vida. Vengo de contárselo. He muerto. Verla así... Por mí. Me ha partido el corazón en mil pedazos.
-Apuesto a que ella siente algo peor a eso.
-Yo... Lo siento.
-¿Lo sientes?
No debo haberme dado cuenta de que ha llegado un coche porque apenas soy consciente de lo que está pasando cuando me encuentro intentando separar a Jason y Marcos, que han empezado a pelearse.
-¡Ya basta!-grito.
-¡Cabrón! ¡No tenías derecho! ¡Ella era mía!
-Adelante. Pégame. Sé que lo merezco.
-Mira en eso, voy a darte la razón.
-¡Parad!
-Abry, vete.-musita Jason, desde el suelo.
-De eso nada. Créeme, Marcos, yo también quiero matarlo ahora mismo. Aunque no entiendo por qué tanta chorrada por esa...
-Acaba la frase por favor.-me espeta Marcos.
-Guarra. Pelirrosa. Diabólica.-digo. A él se le oscurecen los ojos, y aprieta la mandíbula.
-Vete.
-Curiosamente eres la tercera persona que me dice eso hoy, y ya lo he hecho una vez, no voy a permitir que vuelva a suceder. Y te recuerdo que eres tú el que me ha llamado.
-Déjame en paz. Vete. Has cambiado mucho, Abry, y no precisamente para bien.
-Tú también. Me enamoré de ti, Marcos, pero de la noche a la mañana, dejé de importarte. Dejaste de hablarme. Y me permití dejar de desear que lo hicieras.
-Eso no fue así.
-¿Y cómo fue?
-Tus... Da igual. No quiero hablar de esto.
-Continua, por dios.
-No. Llama a Sophie. No creo que esté bien.
-Que te den, Marcos. Ah... Y si muere... Será culpa tuya.-digo señalando a Jason.
Me subo en mi coche y admiro como el puño de Marcos vuelve a encontrarse con la mandíbula de Jason. De repente, la puerta principal se abre y mi macarra aparece corriendo.
-¡Abry! No quería decir eso. Lo de antes.-susurra contra mi ventana. Arranco el motor y conduzco hasta la casa de Sophie.
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UNA DE ELLOS en edición
Teen FictionAbry, una chica de 17 años que está en su segundo año de instituto, vive en California y tiene su grupo de amigas. Toda su vida cambia cuando conoce a David. Poco a poco va formando parte de su grupo de amigos hasta que se convierte en una de ellos...