Secuestro

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Sportacus se encontraba entre la espada y la pared nuevamente. En un principio, descubriendo su sexualidad, él quería estar con Robbie y tener una relación con Stephanie, pero su respuesta dudosa hirvió la sangre del delgaducho, ya que pensaba que el rubio se mofaba de él por se gay.

- ¿Y bien?

Robbie se desesperaba por no encontrar una respuesta a su pregunta.

- Robbie, no sé que decir - el héroe estaba dudoso -. Me gustabas y al besarte, pues no me ha excitado para nada - hubo silencio de por medio, Robbie seguía manteniendo la misma postura -. No me burlo de ti, pero creía que era un hombre bi y ahora no lo sé.

- Si no te estás burlándote de mí, Sportacus - el villano quería mantener la serenidad en su mente -, ¿por qué me sonreías? ¿por qué preguntaste si me ponías nervioso? ¿ahora resulta que al besarte no te pongo a cien? ¡Por Dios! Llegué a esta ciudad huyendo de mi hogar; de mi asqueroso barrio por ser gay. ¡Aterrice en Lazytown y resulta que eras un chico bi, pero al besarnos no sientes nada!

Sportacus seguía apoyado en el marco de la puerta observando como se derrumbaba Robbie, queriendo llorar pero escondiendo sus lágrimas. La excitación que tuvo Sportacus se había ido por el agujero del retrete, por lo que decidió volver a intentarlo.

- ¿Por qué no vamos a la habitación y lo intentamos de nuevo?

- ¿Intentarlo de nuevo?

¿Intentar de nuevo para que haga el ridículo por qué tú no sabes ni lo que eres? Te estás burlando de mí, ¿verdad, Sportacus? Lo veo en tu mirada, te gusta mofarte de mí; aquellas sonrisas tuyas ya te estaban delatando. Yo no soy el villano de la ciudad, lo eres tú

Sportacus observaba a Robbie, quien no hacía ningún gesto, manteniéndose en su pose. Lo que no sabía el héroe era que el moreno estaba teniendo un episodio de paranoia.

- Robbie - el rubio empezaba a preocuparse por el joven -, ¿estás bien?

Robbie creía que Sportacus se estaba mofándose de él. Nadie sabía que era gay; nadie sabía que se sentía atraído por los hombres; qué todo el mundo lo odiaba por ser un joven molestoso que odia la alegría y fastidia a los demás para que hagan el vago; nadie tuvo que dase cuenta de que Robbie Rotten era homosexual y que quería tener una relación amorosa con el héroe sonriente de Lazytown.

- Robbie - el rubio estaba poniéndose nervioso -, ¿quieres que lo intentemos de nuevo o prefieres que me marche y lo hablamos?

Sportacus cayó al suelo con una corte en la nariz. Robbie le había tirado, de forma rápida y sigilosa, un plato que se rompió al tocar el suelo. El héroe tocaba su nariz pensando que se le había roto, pero estaba bien, solo era un corte molestoso y sangrante.

- Rob...bie - Sportacus se estaba mareando por la sangre y por el golpe que había recibido -, ¿qué es... lo que... has...?

El rubio cerró los ojos, el mareo y la sangre habían provocado su desmayo. Robbie se acercó a él con una mirada fría.

- Me vine a la ciudad para que nadie supiera que era gay y ahora me doy cuenta que hasta el más imbécil e ignorante sabe cómo soy - se tumbó al lado de Sportacus -. Debías habértelo pensado dos veces si tu intención era burlarte de mí. Pero tranquilo cariño, tu chico te va a cuidar y descubrirás tu verdadera sexualidad.

Paranoias - SportaRobbieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora