34: De niña a mujer

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Hermione se comía las uñas antes que otra cosa, ansiosa, faltaban pocos días para que viera de nuevo a Draco, su ansiedad se extralimitaba ¡Ella quería estar junto a Draco y Wynne! Harry le notaba, pero evitaba decirle algo que terminara en pleito, mucho menos en su estado, al menos la única distracción del moreno era platicar de hechizos y pociones con Tatum

Aunque al principio le había parecido que el sanador tenía interés en Hermione, descubrió que solo era curiosidad por ser ellos, conocidos por su lucha en contra del señor oscuro, así que durante ese viaje, los dos habían echo un amigo más, el sanador Tatum, el cual era muy inteligente y conversaba genial con ambos.

Harry también quería hablar con Mónica, ya ni siquiera Ginny estaba en sus tormentosos pensamientos, al contrario, Moni era la que invadía su espacio y mente, la noche en que había hecho el amor con ella, inolvidable, le torturaba los pensamientos y le provocaba muchas ansias, ya no la imaginaba con otro, solo con el.

Ninguno imaginaba que a esas horas, Luna estaba dando el si a Blaise, con el juez a bordo del enorme barco tipo crucero, en una ceremonia muy íntima, teniendo como testigos al capitán y su esposa, así como algunos compañeros de investigación de Luna, el brindis fue sencillo, pero animoso, claro que Luna moría de nervios

¿Es que esa noche se convertiría en mujer?

Blaise no había invitado a Draco, sabía que estaría molesto y en desacuerdo, así que ¿Que caso tenía? Mejor para cuando todo estuviese echo, que había sido rápido y desembolsando una buena cantidad de oro, pero al atardecer, ya eran Blaise y Luna Zabini, el anillo que Luna portaba era una reliquia de la familia de Blaise, de su abuela.

Cuando anocheció por completo, Blaise cargó a Luna hacia su camarote, el cual estaba increíblemente adornado, con muchas flores y rosas rojas, velas blancas por doquier, y la fastuosa cama, cubierta por espléndidas sábanas blancas y unos velos espectaculares cubriendo la cama, pese a la sorpresa, Luna tembló en los brazos del moreno.

Su piel blanca contrastaba tanto con la de él, era fuerte y poderoso, el en cambio, era pequeña y frágil ¿Que iba a ser con semejaste monumento a la masculinidad? lentamente la depositó en la cama mientras le besaba los labios y el rostro, la notó asustada, le acarició lentamente y le miró intensamente.

-Si quieres puedes pasar al baño a prepararte...

-Tengo miedo - susurró

-No te haré daño Luna, no te haría daño...

-N-No tengo a que pasar al baño...

Blaise sonrió y siguió besándola, con ternura, mientras se acomodaba sobre su cuerpo, aún estaban vestidos, pero el muchacho quería primero, que Luna se relajara, que lo deseara, que quisiera estar con él en la intimidad, sabía que era su primera vez, aunque nunca lo había echo con una virgen, sus conocidos le habían platicado ya, que no era fácil para ella, por el dolor que provocaba.

Por eso tener a punto a la rubia, era esencial, claro que en esos momentos, el también descubría las sensaciones deliciosas que le provocaba besar su cuello desnudo, desatar con lentitud el nudo del vestido en el cuello y descubrir el torso de la muchacha, las mejillas de Luna se ruborizaron al quedar expuesta a los ojos oscuros del muchacho.

Cuando las manos rozaron su pecho, ella dio un respingo, era la primera vez que un hombre le ponía una mano encima, la sensación era agradable, le gustaba el roce de los dedos, y luego los labios que descendieron para besarlos, ella cerró los ojos y dejó que el moreno la recorriera con ternura a pesar de los primeros impulsos de detenerlo.

Por largo rato estuvo entretenido en ese sitio, hurgando, descubriendo, saboreando, contemplando su naturaleza pura y candorosa, lentamente la abrazó por el talle, buscando el zíper, para deslizar el vestido del resto de su cuerpo, Luna sintió un calosfríos cuando la abundante tela de la falda la abandonó, dejando al descubierto su talle y sus extremidades inferiores

Un Dragón bajo la tormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora