Mi Biker Mafioso

#33. New couple?

Minnie.

Observava con atención el vestido de satín esmeralda que se amolda perfecto a mis curvas.

—¿Estás lista? —entró James—. Dios, te ves... muy hermosa.

—Gracias. Tú igual te ves muy guapo-me acerqué y sacudí un poco su saco.

—¿Y si cancelamos y nos quedamos aquí en casa? —sonreí y me beso.

—Tenemos que ir. Tu padre dijo que era importante ir a esa cena. Así que salgamos de una vez —tomé mi bolso, le tomé la mano y salimos de la habitación.

—¿Nos vamos? —encontramos a Eliot y a Vanessa en el pasillo que guiaba a las habitaciones.

—Seguro. Solo esperemos a Peter —respondió Eliot.

—Valla, te ves muy guapa Mimi —me halagó Vanessa.

—Tú también te vez hermosa Vane —nos dedicamos una sonrisa.

—Estoy listo —salió Peter de su habitación, portando un traje azul marino, como el de su padre—. Pero qué tengo frente a mí, una hermosa... dama.

Pude notar una mueca de molestia en James, mientras Peter me besaba la mano, así que excluí ágil el contacto de su mano y la mía.

—¿Nos vamos? Se nos hará tarde si, seguimos aquí —dije un poco inquieta.

—Claro. Vamos —respondió Eliot.

Vanessa y Eliot bajaron primero.

—Primo, tienes una novia muy pero muy hermosa —me miraba de abajo para arriba—. Cuídala, porque en una descuidada, te la quitan.

Después de decir aquello, se dio la vuelta y se fue.

—¿Amor, todo bien? —me percaté de su mandíbula tensa.

Respiró profundo antes de responder.

—Estoy bien, debemos irnos —asentí, le tomé la mano y bajamos.

•••

Los tíos y el primo de James, se fueron en una de las camionetas. Él y yo, en otra.
Íbamos en un pequeño e incómodo silencio. Sinceramente, yo no tenía algún tema de conversación, y parece ser que él tampoco.

Hasta que se me prendió el foco de preguntarle por la empresa y como iba en esos aspectos.

—¿Cómo va la empresa?

—Hubo un par de problemas, por eso tuve que salir del país. Pero no te preocupes —tomó mi mano y me sonrió—. ¿Cómo vas con las clases?

—Muy bien. La verdad es que me gusta mucho la idea volver a estudiar —sonreí y le di un pequeño apretón de mano—Muchas gracias. Todo esto te lo debo a ti.

—No tienes que agradecer nada. Te amo, y es por eso que lo hago. Sé perfectamente que deseabas seguir estudiando —se acercó y me dio un delicado beso.

Me siento tan bien, cada que tengo algún tipo de contacto físico con este monumento de hombre.
En fin. Sin saber, ya estábamos en el restaurante al que mi don señor suegro nos invitó.
Bajamos del auto y ya nos esperaban Eliot y Vanessa para entrar los cinco juntos. Aunque, no miré a Peter por ningún lado.