00

3 1 0
                                    


Un pequeño niño de cabellos negros caminaba tomado de la mano de sus padres, mientras mira sus alrededores, casi nunca salía de casa, simplemente porque no se le apetencia. Sus enseñanzas eran en su casa, no iba a la guardería, no le daba curiosidad pasar tiempo con los demás alumnos.

Por eso siempre tomaba clases con su querida noona, quién era su admiración, la adolescente de 16 años, fue contratada por sus padres para que sea su niñera y así mismo le de clases desde casa. Algo que no se le hizo muy difícil a la chica, puesto que el pelinegro era un niño muy tranquilo, y entendía rápido las clases que ella le daba. Aparte de que los padres de este niño le habían dejado vivir con ellos, sus padres habían muerto y ella de un momento a otro empezo a ver a esos señores como sus padres y a ese pequeño niño, como su hermano menor.

Y este niño de ojos grandes, azules y profundos como el océano, caminaba paseando con sus padres, prestándole más atención que su pequeño peluche que al camino en frente, cosa que lo hizo tropezar, no lloro, pero perdio a sus padres de vista.

Empezó a desesperarse al encontrarse solo en aquel lugar, así en todo el parque se empezó a escuchar unos lloriqueos infantiles, cosa que no paso desapercibido por un castaño que pasaba por el lugar, quién se agachó a su lado y le extendió su mano.

— ¿Por qué lloras?

El niño al percatarse de la presencia ajena dejo de llorar y miro con curiosidad a el mayor, solo enterneciendolo por como sus ojos grandes lo miraban, puesto que eran demasiado lindos.

— ¿Estas solo?

Suspiro, lo tomo de la mano y empezó a caminar con el, el niño no emitía sonido alguno, simplemente caminaba a su lado aferrándose a su peluche.

— Soy Yeonjun, ¿Y tú?

El niño de hebras negras no dijo nada, solo se quedó pensando en ese lindo nombre que salió de los labios del extraño.

— ¡BEOMGYU! —  Grito una mujer de pelo largo, igual de negro como la noche, así como lo tenía el pequeño, se notaba preocupada y agarro fuerte la mano de su hijo, miéntras lo revisaba que no tuviera ninguna herida. — Dios querido, me asustaste, tu padre y Ji-eun  se enojarian mucho conmigo si te pierdes.

La mujer empezó a caminar con el niño en manos, alejándose de el castaño quién los miraba con una sonrisa. En eso el pequeño pelinegro miro hacia atrás, mirando aquel castaño que agito su mano como despedida, accion que rápidamente el copio, moviendo su mano como despedida.

— Beomgyu, querido, te había dicho que no hables con desconocidos.

En eso el pequeño volvió a retomar su caminar junto a su madre, para ir a casa junto a su padre quien se había adelantado para preparar la cena junto a Ji-eun.

Entonces, aquí fue donde el pequeño Beomgyu empezó a idear en su cabecita el pequeño Plan de; enamorar a un hetero.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 30 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Conquistando a un hetero, (Yeongyu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora