12

183 15 7
                                    

Jungkook miró su reloj una vez más antes de volver a mirar las escaleras que daban al segundo piso. Iban a llegar tarde a la cena si Taehyung no salía al fin de la habitación.

—Amor —lo llama apenas lo ve salir de la habitación.

—Ya estoy, ya estoy —repite para que no le metiese prisa y baja las escaleras.

Jungkook corta su paso para poder besarlo antes de que ambos fuesen hacia la puerta.

—¿Le mandamos un selfie a Jimin? —pregunta el mediano cuando ambos han terminado de ponerse los zapatos y están listos para salir. El pelinegro por supuesto accedió y ambos posaron frente a la cámara frontal del celular de Taehyung antes de que enviase la foto, que probablemente el mayor no vería hasta que saliese del trabajo o al menos fuese un momento al baño.

Al fin fueron ambos al coche, aunque Jungkook estaba algo inquieto y eso no pasó desapercibido para el mayor.

—¿Qué ocurre?

—¿Cómo sabes que ocurre algo?

—Porque te conozco —dice con obviedad.

Jungkook respiró hondo antes de responder.

—Estoy preocupado por lo que piense Jimin a pesar de todo.

—¿Por qué?

—Porque no quiero que sea inseguro sobre esto, no quiero que ahora lo pase aún peor cuando estoy a solas contigo.

—¿Por qué lo pasaría peor?

—Porque va a sentirse insuficiente por no venir hoy y no quiero que pase eso, yo le adoro y necesito que lo sepa y que no dude tanto de lo que tenemos.

—No creo que vaya a dudar... quiero decir, le has dejado la cena lista con una notita, también le has dejado el baño listo para que se duche apenas llegue e incluso le has dejado flores en la mesa. Has hecho todo lo posible para que no se sienta abandonado, así que si lo hace creo que deberías hablar seriamente con él.

El pelinegro se quedó unos segundos en silencio porque necesitaba centrarse en lo positivo y no pensar en que Jimin igualmente estaría mal.

—¿Tú te sientes bien?

—¿Yo? —Taehyung se señala a sí mismo sorprendido —pues claro que sí, para mi eres un sueño y no pienso dudar jamás de lo que sientes —niega y le dedica una sonrisa —además no es como que solo lo digas, estás constantemente demostrándolo. Ni siquiera me das la oportunidad de dudar.

Jungkook al fin soltó una risita algo más relajado. También puso su mano en el muslo ajeno.

—No sé qué haría sin ti.

—Ni yo sin ti, mi Jungkookie.

Tardaron unos cuantos minutos más en llegar al restaurante del hotel donde tendría lugar la cena de empresa. Cuando llegaron, Jungkook le cedió su coche a un aparcacoches y agarró la mano de Taehyung para llevarlo a un lado de la puerta.

—Estoy poniéndome nervioso, pensaba que sería algo más informal y todo esto está siendo muy lujoso.

—Taehyung incluso aunque fueses con una bolsa de basura serías la persona más elegante y preciosa que va a entrar por esa puerta —asegura sosteniendo sus mejillas para hacer que lo mirasen —tú quédate tranquilo, ¿sí? Mis compañeros son todos muy majos y mi jefe es bastante cercano a todos, así que no tienes que preocuparte por encajar o algo así porque seguro que les encantas.

—Vas a hacerme llorar —sorbe su nariz y suelta una risita sin dejar de verlo.

—No llores por dios, que entonces no sé cómo vas a reaccionar a esto —Jungkook saca sin más una cajita que claramente contenía un anillo y la abre —esto es súper cutre pero necesito que lo lleves porque entonces sí que me van a juzgar —pide en tono de súplica.

Good boys «KookVMin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora