62: una casi tragedia

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Una semana más y  bien contentos en las familias ya conocidas, Blaise tenía 150 fotos de su hija en toda su oficina y las presumía a quien quisiera, diciendo que su hija era la niña más hermosa del mundo… Draco quien era otro que no se quedaba corto, pues los mimos al niño eran medios exagerados…

Hermione ya no sabía que hacer con Wynne y Draco que se desvivían por el pequeño Scorpius y ni a ella le hacían mucho caso, pero estaban vueltos locos por cada curiosidad que el bebé hacía, bueno ¡Hasta si se echaba un airecito!

Y Harry, el cual se dividía las tareas con Moni, pero era demasiado, por lo que los dos siempre terminaban rendidos, pero Harry era otro que tenía todas las fotos de sus gemelos en su escritorio, en su cartera y en enormes marcos en la estancia de su casa.

Claro que la que no gozaba de esa suerte era Lavender… Tay había tenido que salir de urgencia por unos negocios que había dejado pendiente, dejando sola a Lavender y su inexperiencia para cuidar un bebe ¡Y no es que Tay fuera experta! Pero la verdad es que como sanadora, sabía mas cosas

Sin embargo…

Esa noche algo iba a suceder, algo quizás trágico… nadie le había entrenado como ser mamá, como dar pecho al pequeño, hacía lo que podía y si el pecho le dolía, se le hinchaba o se le induraba, nadie le ayudaba, sola y sus lágrimas…

Pero en esa ocasión, ella estaba cansada, no supo ni como, pero al sentarse, puso al bebé en sus piernas y le dio el pecho, parpadeaba, todo le dolía, sus hombros, su cabeza, su espalda… se adormiló sosteniendo fuerte la cabecita de su bebé a su pecho…

Cuando reaccionó y miró a su bebe, el pequeño se estaba poniendo morado, lo apartó de su seno y escurrió leche de su boquita, no respiraba, su corazón se disparó a mil por hora, palideció igual que el bebé, su mente se quedó en blanco, no se le ocurrió otra cosa

Sus piernas no la sostenían, casi arrastrándose salió desesperada de la habitación y gritando a todo pulmón, fue una suerte que esa noche precisamente, Tatum no bebiera y estuviera temprano en su despacho.

-¡Tatum, Tatum por favor, por favor!

Los gritos aterradores de Lavender no eran para menos, al escucharla, el no la ignoró, saltó de su asiento y corrió a ver que pasaba, se horrorizó al verla en el suelo y con el bebé con los labios azules ¿Desde cuando no respiraba? Sin dudarlo lo tomó en brazos, casi pasó sobre Lavender y comenzó a darle los primeros auxilios al pequeño

El sudor corría por su frente, sabía que los primeros minutos eran cruciales, si faltaba la oxigenación al cerebro del bebé, podría tener problema cerebral o bueno, morir por asfixia… Tatum estaba lívido, hacía lo que podía pero temía dañar un poco el cuerpecito del pequeño

Respiró tranquilo solo un instante cuando el pequeño expulsó una gran cantidad de leche y escuchó un breve lloriqueo, pero temió que tuviera líquido en los pulmones. Lavender, seguía en el suelo, aferrada a la puerta y lloraba desconsolada… De nuevo, Tatum envolvió al niño, y salió de la habitación con el pequeño en brazos

-¡M-mi hijo! – Gritó Lavender

-¡Me lo llevo al hospital! – Fue lo único que Tatum le dijo antes de desaparecer en la chimenea con urgencia, dejándola ahí, llorando a mares… y sola

Casi toda la noche Tatum la pasó en el hospital, con el sanador de niños, el cual revisaba los signos del pequeño exhaustivamente, pulmones, corazón, respiración y todo lo demás, finalmente si había pasado un poco de líquido al pulmón, y debían verificar que no le causara un problema serio

Tate tuvo que quedarse a su lado en el cunero, ahora sí, mirándolo fijamente, por lo menos había recuperado su color normal, un rosadito, el niño tenía el pelito rubio oscuro, su naricita perfilada, y cuando medio abría sus ojos, podía distinguir su mismo color de ojos…

Un Dragón bajo la tormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora