-Si esta... Bien- Titubeó, tragando fuerte.
Curvó la comisura de sus labios levemente, poniéndose de pie nuevamente.
-Ya que no quiero manchar mi ropa, estaré sin ella- Explicó, desplegando los botones de su jean -¿Me acompañas?- Cuestionó.
-Iré al baño- Se apresuró a decir antes de correr hacia el.
Cerró la puerta con fuerza sin querer, mirándose al espejo notó que tenía la piel del rostro enrojecida, su corazón latía sin cuidado y podía sentir el temblor en la punta de sus dedos.
-Cálmate- Se dijo a sí mismo.
Nayeon quería provocarlo y vaya que lo estaba logrando, ahora que estaban juntos no había motivos para no estar con ella, pero no podía evitar tener nervios. Nunca había estado con nadie antes, y aunque tenía conocimiento sobre el tema no era lo mismo porque era ella, y no quería decepcionarla
Sabía que tenía experiencia, era Im Nayeon , cada poro de su piel emanaba una peligrosa sensualidad que cada vez lo orillaba más al límite.
Pudo oír el timbre de la puerta, debía ser la pizza que habían pedido hace un momento, no pudo evitar preguntarse si había recibido al repartidor en brasier.
De ella lo creía.
Se lavó el rostro con agua helada, intentando ocultar la sangre que había subido a sus mejillas. Salió del baño con cuidado, chocando con la presencia de la chica de ojos marrones que se hallaba en la barra de la cocina con la caja entre manos.
-Pensé que habías escapado por la tina de baño- Comentó con tono jocoso.
-Solo quería lavarme el rostro- Mencionó, tomando asiento a su lado -Pensé que ibas a recibir al repartidor sin blusa- Señaló al percatarse que llevaba puesta la prenda que se había retirado hace poco.
-Solo tú puedes ver mi cuerpo.
Lo dijo con tanta seriedad, que incluso ella sintió como su corazón empezó a latir con fuerza. Sus ojos se miraron de manera fugaz, evitando el contacto.
La tensión que ahogaba aquella habitación podía sentirse a kilómetros, o eso pensó cuándo el solo verlo abrir de manera nerviosa la caja de la pizza, y posar una inocente sonrisa en sus labios le hizo creer que podía pasar toda su vida contemplándolo, y nunca cansarse.
-Vamos a comer- Dijo con sencillez.
...
Los pasos se oían con facilidad gracias al papel periódico que adornaba las baldosas del suelo, con manchas de distintos colores, y con el olor a pintura impregnando su alrededor. ____ se hallaba pintando una pared de color púrpura, con un rodillo en mano mientras escuchaba a Nayeon tararear una canción a su costado.
La chica de ojos marrones empleaba un contraste entre el color amarillo y naranja, usando la pared como lienzo, trazaba formas y figuras que le inspiraban aquellos tonos.
____ la observó de espaldas.
Había logrado convencerla de usar ropa que poco necesitaba para no preocuparse por mancharla, mientras el permanecía con la ropa que había llevado esa mañana, teniendo cuidado con la pintura.
-No te oigo pintar- Comentó antes de girar a verlo.
-Me distraje un poco- Se disculpó, continuando sus acciones.
Nayeon lo vio con una sonrisa, de repente sintió ganas de jugar un poco.
-Te falta un poco acá- Señaló después de llegar a su costado.
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El idioma de tus ojos/Nayeon (Adaptación)
FanfictionIm Nayeon, es una chica rebelde, que desde su primer día dejó muy en claro que llegó a revolucionar las instalaciones de su nuevo instituto. Y sin darse cuenta también los corazones de sus nuevos compañeros. Buscando y disfrutando los problemas, nun...