Mi lugar seguro.

Tempestad y calma

La noche era fria y muy oscura, más oscura que las anteriores noches.

Recuerdo que me tomaron con desprecio y me llevaron a un lugar que no conocia, quiza me darían de comer, estaba hambrienta, pero no. Me sacaron a la calle y en un destello logre sentir
sentir mis patitas en una superficie mojada.
La figura que me cargo se disolvio en la oscuridad.
Caian gotas del cielo las cuales mojaban mi pelo y al sentir el abandono, mi corazón quedo hecho pedazos. Comence a llorar, mi cuerpo quedo estatico... Tenia la esperanza de que volviera y me llevara al lugar donde le saco, queria sentir el calor, la leche caliente sin embargo no volvio.
Mis lagrimas caían y caian, mis gritos de auxilio eran opacados por el sonido de la lluvia.
¿Habre hecho algo mal para que me pasara esto?  Mi mente estaba hecha un caos.

Pasaron varios minutos hasta que entonces alguien logro escuchar mis maullidos.
Cuando me sujetó entre sus manos sentí la calidez, por un momento mi hambre desapareció, me llevo hacia su pecho y logré escuchar los latidos de su corazón. 

Me puso a la luz para examinarme y comence a agradecerle por tan lindo gesto. Por un momento me solto y se fue. Mi corazón volvio a sufrir porque crei que haria lo misno, sin embargo volvio, tomo una servilleta y limpio mis ojos con lagañas, rasco mi oreja y limpio la humedad de mi cuerpo.
Solo había experimentado esa sensación cuando nací, de mi madre.

Me sujeto con fuerza y me llevo hacia su pecho una vez mas. Me sentía en un lugar seguro. Muchas veces habia escuchado a hablar a algunos gatos mayores que pasaban por mi casa, comentaban que ellos no conocian un lugar seguro y no entendia lo que ellos me decian. ¿Un lugar seguro? ¿Es acaso un lugar? Desde este momento mientras me llevaba en sus brazos  comprendi que un lugar seguro no es un lugar, es alguien en quien confiar y el se convirtió en mi lugar seguro.

Me dejo en el suelo un momento, abrio una caja blanca muy grande y saco una bolsa, Abrio la bolsa y salieron pequeños fragmentos de masa dura: atractivos a mi olfato, mi hambre volvio en un momento y mi instinto me hizo comerlos. 
El se quedo mirando como comía, se inclino hacia mi y me dio agua.

Los fragmentos de mi corazón que estaban rotos volvieron a unirse. Movio su mano hacia mi cabeza y comenzo a acariciarme. Es la mejor sensación que sentí.

Mis lagrimas brotaban, y mientras comía agradecia. Gracias... gracias... gracias.