- ¡Escóndete debajo de la cama!
Le susurró el rubio a la pelorosa. Rápidamente, la chica se metió debajo de la cama del villano rezando para que no la encontrara.
- Cariño he comprado el aceite de... - Robbie vio el pañuelo que tenía en la boca Sportacus en el suelo, miro al rubio que seguía esposado de manos y comenzó a sospechar -. ¿Cómo te has quitado el pañuelo de la boca?
- ¡Me estaba ahogando, joder, Robbie! Quería quitármelo de una vez - el delgaducho seguía pensando que lo que le estaba contando Sportacus era mentira -. He comprado el aceite de bebé... ¿Qué te pasa?
- Tengo sueño, Robbie, y también hambre. ¿No puedo tumbarme en tu cama, aunque sea dos horas?
- Esta bien - sonrió el moreno -, si te portas bien, te dejaré dormir en mi cama y te daré de cenar.
Stephanie tenía el corazón a mil escuchando la conversación de ambos; debía liberar a Sportacus antes de que pasara alguna desgracia mayor.
- Me voy a darme una ducha, ¿quieres venir, oso?
- Claro, necesito bañarme un poco.
Robbie sonrió y sacó del último cajón una cajita pequeña con la llave de las esposas. Liberó a Sportacus, quien tenía los brazos adormecidos de estar tanto tiempo colgado de ellos, le cogió de la mano y los dos fueron juntos al lavabo. Mientras, Stephanie empezó a enviar mensajes a Trixie.
- Trixie, estoy en casa de Robbie. ¡Tenía esposado a Sportacus en la pared!
- ¿Esposado en la pared? ¡Al flaco le gusta el rollo duro!
- ¡TRIXIE, MALDITA SEA! ¡ESTO NO ES UNA BROMA!
- Bueno tranquilita, ¿todavía sigues ahí?
- ¡Tengo que liberar a Sportacus! Está asustado.
- ¿Por qué?
- ¿Está esposado en una pared? - Stephanie quería matar a su amiga - Sportacus siente algo por mí y por Robbie, pensaba que era bisexual pero al besar a Robbie creyó que tal vez no lo es. Es todo un lío muy raro.
- Y tan raro, ¿Sportacus bisexual? ¿No será un heterocurioso de esos?
- ¡No lo sé, no entiendo mucho de ese tema!
- Vale no perdamos la calma, ¿llamo a la policía?
Stephanie iba a contestar a su amiga, pero escuchó gritos que provenían del baño: ¡Vamos, Sportacus! ¡Me he puesto el aceite de bebé! ¡¿Quieres parar de quejarte mientras te lo hago?!
- Robbie, por favor - le suplicaba el héroe -, me duele mucho.
- ¡Eso es porque estás nervioso! ¡¿Quieres calmarte de una jodida vez?!
Sportacus tomó aire mientras el agua caliente le mojaba entero. La idea de mantener una relación amorosa con Robbie empezaba a no gustarle en absoluto.
- Bueno, ¿qué hacemos? - preguntó el delgaducho perdiendo la paciencia - ¿Me lo hacemos tú a mí o qué?
- Dame el aceite.
Robbie le pasó el aceite para bebés al rubio. Este, se estaba planteando en su cabeza que iba a hacerle el amor a un hombre, se puso un poco del aceite en su miembro y Robbie para desestresarle un poco le daba besos en su cuello. No me importa que seas brusco conmigo, cariño, le susurró Robbie.
Stephanie siguió escribiendo a su amiga por el móvil.
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Paranoias - SportaRobbie
FanficRobbie Rotten tuvo un sueño erótico con Sportacus. En un principio dado, el héroe siente amor tanto por el villano como por Stephanie. Pero la situación se tuerce cuando el villano cree que el héroe se burla de él por ser gay. PD: Todos los personaj...