.
.
.
Rai se había levantado con un poco de dolor en su cuerpo. Había entrenado hasta tarde la noche anterior, agotándose tanto que se quedó dormido entre los escombros del almacén abandonado. A pesar del dolor, se sentía satisfecho. Había logrado avanzar en su control sobre las sombras, y eso significaba que podía poner en marcha su plan.
Al levantarse, recordó los descubrimientos que había hecho durante su entrenamiento. Había aprendido a invocar a un tipo de personas utilizando las sombras. Estas invocaciones eran como si creara versiones de sí mismo, aunque con una apariencia diferente y tal vez pensamientos propios. Sin embargo, solo duraban poco tiempo y desaparecían con un solo ataque. Era como tener un clon, aunque uno frágil y temporal.
Rai consideró la posibilidad de usar estas invocaciones para causar un alboroto menor en la ciudad. Si podía hacer que la gente de París pensara que había sido akumatizado, podría añadir un elemento de suspense para los héroes. Sin embargo, sabía que tendría que planearlo con delicadeza. Los clones solo durarían unos minutos, así que debía ser preciso en su ejecución.
Mientras se estiraba y se preparaba para el día, sus pensamientos giraban en torno a la mejor manera de utilizar esta nueva habilidad. Un ataque directo sería demasiado obvio y no lograría su objetivo. Necesitaba algo más sutil, algo que sembrara la duda y el miedo en los corazones de los ciudadanos y los héroes por igual.
Decidió que lo mejor sería empezar con algo pequeño. Un incidente en un lugar concurrido, algo que no causara demasiados daños pero que fuera lo suficientemente llamativo para atraer la atención. La Plaza de la Concordia le pareció un lugar ideal. Siempre estaba llena de turistas y locales, y cualquier disturbio allí seguramente sería noticia.
Rai salió del almacén y caminó hacia la Plaza de la Concordia. A medida que se acercaba, podía ver a la gente disfrutando del día, ajena a lo que estaba por suceder. Encontró un rincón discreto desde el cual observar y esperar el momento adecuado para actuar.
Cerró los ojos y respiró profundamente, concentrándose en las sombras a su alrededor. Extendió su mano y sintió la energía oscura fluir desde su interior. Las sombras empezaron a moverse, tomando forma a su voluntad. En pocos segundos, un clon de sí mismo apareció frente a él. Su apariencia era ligeramente diferente, con rasgos más angulosos y una expresión más severa.
Rai dio las instrucciones al clon, asegurándose de que entendiera su objetivo, "causa un pequeño alboroto y luego desaparecer antes de que los héroes pudieran intervenir" el clon asintió y se dirigió hacia el centro de la plaza.
---
Pov: Marinette :
Marinette caminaba por las calles de París, sus pensamientos llenos de frustración y maldiciones hacia Chloe, quien no perdía oportunidad de molestarla y arruinar cualquier momento que intentaba tener con Adrien. Suspiró, tratando de calmarse, pero una voz diminuta la interrumpió. Era Tikki, su kwami, quien le decía con suavidad:
—No te preocupes, Marinette. Tendrás la oportunidad de estar con Adrien algún día.
Marinette negó con la cabeza, su ánimo no mejoraba.
—No puedo ni siquiera declararme ante él, y menos cuando Chloe está cerca —respondió con un dejo de tristeza.
Tikki intentó consolarla.
—No te sientas triste. Ser Ladybug es algo maravilloso, y siempre encuentras la forma de salir adelante.
Marinette sonrió un poco ante las palabras de Tikki, pero su ligera risa fue interrumpida por un grito. Al girarse hacia la fuente del sonido, vio a alguien causando un alboroto. Movida por la curiosidad, se acercó y notó a un joven, que parecía tener su edad, lanzando lo que parecía ser un ataque. Marinette quedó sorprendida al ver cómo la gente corría asustada a su alrededor.
ESTÁS LEYENDO
Un Nuevo Villano? Miraculous Ladybug
Fanfictionla historia es buena, denle una oportunidad.