Heartless tyrant [Spreeckity]

15. El día tan esperado

La coronación fue más tensa de lo que se pudo llegar a imaginar. Todos los presentes miraban atentos y algunos hasta con desprecio hacia el nuevo nombrado a rey, si las miradas mataran, Alexis estaría muy acabado. Peor aún si fuera por la mirada de aquella mujer mayor luego de ver que al no ser de la realeza ni de la gente rica, el concubino no tenía apellido, así que Iván lo nombró desde su apellido: Alexis Buhajeruk.

La corona no fue como la de los antiguos reyes, el rey Iván Buhajeruk se encargó de hacer los arreglos para una pequeña que le iba de perlas a el chico de cabello largo. Pareciera que no, pero siempre le prestaba atención cuando comenzaba a hablar sobre todos esos temas de cuentos de hadas, por ende, mandó a crear una corona como la que usaban las princesas en sus tontos libros de fantasía. No solo era preciosa, también le quedaba magnífica y resaltaba su belleza.

"¡De rodillas frente a su nuevo rey!" Una vez acabó la ceremonia todos se posaron de rodillas ante el nuevo rey, aunque no lo quisiera así, era la verdad. Alexis era el nuevo rey de esas tierras y nadie podía decir lo contrario. Solo quedaba esperar y ver cómo era la forma en la que reinaría.

[...]

El momento había llegado, Iván Buhajeruk debía marchar junto a sus tropas.

A pesar de estas enfadado con él por lo sucedido el día anterior Alexis no podía evitar sentirse triste. Sostenía en sus brazos al pequeño gatito que era su mascota, todos estaban en la entrada del castillo listos para darle despedida al gran rey, todos le miraban, menos el nuevo coronado.

Ivan llegó hasta Alexis esperando una sola palabra de despedida, pero no fue así. Alex miraba al suelo sin siquiera verle los pies.

"No puedes ignorar al rey." Dijo con molestia Buhajeruk. "No importa que hayas sido coronado."

Al alzar la mirada pequeñas lágrimas salían de sus ojos. "No vayas, te lo ruego." Pidió... o más bien, rogó.

"Ya hablamos de esto miles de veces, nada me hará cambiar de parecer." Dijo molesto por la actitud que su concubino tomaba y no parecía entenderlo a pesar de haber tenido bastantes días para esto.

"Por favor, no." Rogó una vez más pero el rey lo ignoró pasando por su lado. Alexis sorprendido por esto caminó detrás de él casi corriendo, puesto que los pasos de Iván eran largos y decididos.

Al entender que no podría alcanzarle de esa forma miró a Sebastián y le pasó a la pequeña Micha para poder correr detrás de su rey. Al alcanzarle lo tomó de la mano deteniéndose junto a él.

Iván lo miró por sobre el hombro ya harto. "No insistas, ya te dije que estaré bien. No hay criatura, humano o ser sobrenatural que pueda matarme."

"Pero... pero—"  Ya cansado de gritarle y ordenarle el rey lo tomó de las mejillas plantando un beso en sus labios que lo dejó sorprendido.

"Tranquilo, volveré rápido... Y cuando lo haga, no podrán haber dos reyes por separado, así que te convertiré en mi rey." Prometió tan pronto se separó. "Pero, si no me permites irme ya, tardaré más en hacerlo."

El corazón del chico más bajo latía con fuerza ante aquellas palabras tan profundas. ¿Acababa de pedir su mano? Sí, ¿no? ¿O por qué le diría que lo convertiría en su rey?

"Oh..." Alexis muy a su pesar le soltó la mano recibiendo una sonrisa leve y avanzó solo dos pasos cuando Alexis le detuvo una vez más, y aunque creyó que el chico no había entendido, fue todo lo contrario.

El nuevo rey le tomó de la barbilla poniéndose de puntitas para besarlo profundamente pasando sus manos a sus mejillas. Quería memorizar esos labios y guardarlos en su memoria antes de irse.

"Le quiero, cuídese mucho y vuelva pronto con la victoria, por favor." Susurró contra sus labios.

"Por supuesto." Respondió Iván de regreso antes de volver a besar cortamente sus labios por ultima vez antes de marchar.

Fue horrible para Alexis ver como su rey se iba, peor cuando nadie le aseguraba que volviera. Si no volvía no sabía qué iba a ser de él, dejaría un enorme hueco en su pecho que nada podría arreglar.

Se quedó allí parado hasta que ya no pudo verle más. Lo peor de esto era que, si él no se daba la vuelta para entrar al castillo, nadie lo haría. Sus concubinos, sirvientes y guardias estaban allí esperando para abandonar sus puestos.

"Su alteza." Sebastián tomó la iniciativa y se le acercó para susurrarle. "Están esperando la orden para seguir con sus trabajos."

"¿Eh? Ah, sí..." Alexis despertó de su burbuja para mirarle. "Que vuelvan a sus... lo que sea que hacían." Dijo no tan seguro dando un último vistazo antes de volver a entrar.

Todo iba a ser diferente a partir de ahora y no estaba listo, pero esperaba hacer las cosas bien hasta que su rey volviera para retomar el trono y... tomar su mano.

Ya le extrañaba...

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