Estrangula el miedo a decidir. ¿Quién merece ahogarse?
...Para ser sinceros, el joven príncipe parecía tan nervioso como un testigo falso. Por supuesto que tenía algo que estaba ocultando.
Pero.
No era el trabajo ni el interés del médico en averiguarlo. Aunque levemente temía por su propia seguridad.
Meterse en problemas por un mitad demonio... era lo último en sus planes.
Así que sin más opciones recomendó a Inuyasha llevarse al paciente lo más pronto posible. Aún si no había despertado, y, que la suerte los acompañe.
Maldición. Salir con un cuerpo desmayado no sería fácil. O por lo menos, no serían indetectables a plena luz del día y con todo el alboroto reciente.
La viuda Hasuno estaba desaparecida.
Cero era el interés de Inuyasha en el asunto, él y solo él sabía la verdad sobre lo que ocurrió anoche. Y podía fingir perfectamente lo poco que le importaba el paradero de su abuela. Y nadie cuestionaría su actitud, claro que no. Es bien sabido de parte de los humanos lo frío y maldito que puede ser un ser de su clase.
Es el mismísimo hijo del diablo. De tal palo, tal astilla. ¿Qué se podía esperar?
Los guardias prosiguieron a examinar habitación por habitación dentro de la residencia. Y dar la alerta a toda la aldea aledaña. Nadie la había visto desde el día anterior.
Ese tipo de noticias vuelan como un gorrión y la duda crecía como una bola de nieve en picada. Cheri no solía dar presencia durante el día, pero con tal noticia, pocas eran sus opciones.
Exigió la inmediata apertura de las puertas del castillo y poder pasar, formalmente por las buenas. Una vez dentro los olores dispersos por el lugar eran una guía paso a paso de todo lo que había ocurrido noches atrás. Y la última vez donde fue vista la señora, los guardias no pudieron ni mencionarlo antes de que el mensajero dorado caminara hacia la escena principal.
- ¡Señor Goruden! ¿C-como supo que este lugar fue la última vez donde fue vista la señora? ¿Alguien se lo dijo? Ese detalle era un confidencial secreto.
- No estás tratando con un ser humano. Mucho menos con alguien a quien puedes ocultarle cosas como los de tu clase. Veo mucho más allá de lo que verán ustedes el resto de su existencia.
La señora Hasuno nunca salió de este lugar.- ¿Cómo dice?
- ¿Qué?
- ¿Cómo lo sabe?
Los presentes temieron lo peor. Aunque fueron órdenes directas, dejar sola a una indefensa anciana fue un terrible error.
Como al mismo tiempo estaban horrorizados ante los poderes sobre naturales del sirviente de Inu No Taisho.
Acordaron no revelar los planes secretos de la viuda Hasuno, y, están seguros que nadie tuvo el tiempo de decírselo al recién llegado. Obligados abrirle la puerta por temor a las más terribles maldiciones, el temor humano a lo desconocido y al aplastante sentimiento de ser simples hormigas viviendo de las migajas de los demonios.- Estuvieron aquí anoche. No tienen que hacerse los desentendidos. El fin del misterio lo encontrarán al abrir las puertas de ese Anagama.
El ambiente habi cambiado por completo. Helados hasta los huesos no tuvieron de otra que enfrentar la realidad y el peor de sus temores. ¿Acaso hubo una equivocación y ... quemaron a su señora por accidente?
Al abrir las puertas arrastraron las cenizas para encontrar cualquier indicio que pudiera confirmarles si acaso el cadáver que incineraron pertenecía a la señora.
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• El Cruel Príncipe Del Oeste •
Fanfic》Cuando todo esté mal, puede ponerse peor.《 ___________________________________ ▪︎ Donde Sesshomaru es el centro de atención. El tema de conversación. Un mágico hechizo sobre él. Una enfermiza obsesión. Y como lo usará en contra de sus victimarios...