Izuku: ¡D-Detente! - Decía sollozando - ¡No P-Puedo más! ~Agh~ - Su rostro mostraba una expresión de cansancio.
Pasaron algunos minutos y todo indicaba que el peliverde se había dado por vencido pues había dejado de hablar completamente, solo soltaba pequeños gemidos ocasionalmente pero eran callados por los besos del cenizo quien parecía estar disfrutando el sufrimiento de Izuku.
Bakugo: ~Creí que jamás cerrarías la maldita boca~ - Besando al peliverde.
Simplemente ya no podía más, él había tratado de defenderse, había resistido, suplicó durante tanto tiempo que sus esperanzas se fueron agotando hasta extinguirse completamente, sentía un inmenso vacío, como si algo en su interior hubiera desaparecido y aún así trató de hablar una vez más.
Izuku: ¡P-Por favor Bakugo! De.. - Fue interrumpido.
Bakugo: ¿¡Cómo me llamaste!? Estúpido - Sacó su miembro mientras se acercaba más a su rostro - Para ti soy Kacchan ¿Entendiste? - Viéndolo amenazante.
De inmediato el peliverde comenzó a asentír aterrado pues ya estaba más que claro que no podía hacer nada que el cenizo no quisiera pero en un último acto de rebeldía trató de quejarse inutilmente.
Izuku: ¿C-Cómo se s-supo.. - Trataba de parar su llanto hasta que fue interrumpido nuevamente por un dolor antes experimentado.
Bakugo: ¿Cómo me llamo? - Introduciendo su miembro fuertemente.
Izuku: ¡AAGH! ¡BASTA! - Rogaba inutilmente mientras numerosas lágrimas recorrían sus mejillas.
Bakugo: ¿¡Cómo me llamo!? - Ignorando al peliverde mientras aumentaba la velocidad.
Izuku: ¡P-PARA! ¡TE LO S-SUPLICO! - Llorando fuertemente.
Bakugo: ~Incorrecto~ - Besando su cuello.
El pecoso ya no soportaba este grado de humillación, conocía perfectamente al cenizo y sabía que no se detendría hasta obtener lo que tanto quería así que no tenía otra opción más que obedecer.
Izuku: K-Kac ¡AAH! - Fue interrumpido por una fuerte estocada.
Bakugo: ~¿Qué? No escuché~ - Provocando al peliverde.
Izuku: Kacch ¡AAGH! - Sucedió lo mismo
Bakugo: ~¡Dilo más fuerte!~ - Riéndo de manera arrogante.
Izuku comenzó a sentir una fuerte desesperación y unas intensas ganas de llorar que no pudo contener y en un instante comenzaron a salir innumerables lágrimas ¿Por qué tenía que soportar todo esto? Sin más qué hacer tuvo que acceder a la petición del cenizo una vez más.
Izuku: ¡Kacchan! - Logró gritar desesperado.
Bakugo: ~Veo que aprendes rápido, dime ¿quién manda aquí?~ - Moviéndose más rápido.
Izuku: ¿Q-Qué? ~Ugh~ - Preguntó adolorido y confundido.
Bakugo: ~¿Quién manda? Hmm~ - Repitiendo la pregunta.
Izuku: ¡T-Tú! - Decía entre lágrimas.
Bakugo: ~¿Quién es ese desgraciado?~ - Dejando algunas marcas en el cuerpo del peliverde.
Izuku comenzó a sollozar más fuerte.
Bakugo: ~Puedo continuar toda la noche ¿Sabes?~ - Comenzando a dar fuertes embestidas seguido de una nalgada.
Izuku: ¡K-Kacchan! ¡Kacchan manda! - Decía sollozando entre tanta desesperación e impotencia.
Bakugo: ~¿Quién~ - Insistió.
Izuku: ¡Kacchan! - Apretando los dientes.
Bakugo: ~¡Di eso de nuevo!~ - Gritó placentero.
Izuku: ¡¡Kacchan!! - Vociferó desesperado.
Bakugo: ~Exacto estúpido, yo mando aquí~ - Decía victorioso para correrse nuevamente dentro del peliverde.
Izuku estaba en el mismo infierno, quería llorar pero ya no le salían más lágrimas así que no tuvo otra opción más que hacerse bolita mientras algunos pensamientos negativos inundaban su cabeza, se sentía tan inútil, se sentía tan sucio que él mismo se daba asco, pero todo esto fue interrumpido al escuchar una voz que le provocaba terror.
Bakugo: ¿Listo para lo que sigue? - Fijó su mirada en el cuerpo del menor mientras pasaba su lengua por sus labios.
Al escuchar esto Izuku quedó petrificado ¿No le había bastado con hacerlo sufrir dos veces? Quería que esto terminara de una maldita vez pero con cada minuto que pasaba perdía más y más la esperanza de salir de aquél lugar.
Bakugo comenzó a acercarse y rápidamente el peliverde se puso de pie como pudo solo para retroceder torpemente hasta quedar arrinconado contra la pared, su respiración era muy agitada y no paraba de temblar.
Izuku: ¡N-No te acerques! - Decía con una expresión de terror.
Bakugo: ¿Hah? ¿Qué pasa si lo hago? - Desafiando al peliverde mientras continuaba caminando a paso lento.
Izuku quedó en completo silencio ante la respuesta de Bakugo, aunque sabía que eso no lo detendría en absoluto trató de poner un alto que evidentemente no logró.
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•El peliverde estaba totalmente agotado pues no había descansado ni un segundo desde que despertó en aquella oscura pero ahora iluminada habitación, sentía que estaba a punto de desmayarse pero había una persona que lo impedía a toda costa.
Bakugo: Despierta idiota - Golpeando su rostro - Aún tenemos mucho por hacer.
El resto de la madrugada el cenizo aprovechó para "divertirse" con el pecoso pues esta era su única y última oportunidad para hacer lo que se le pegara la gana.
Por otro lado Izuku ya no ponía ni la más mínima resistencia ante los grotescos actos del cenizo, simplemente deseaba con todo su ser que todo esto terminara ¿Eso era mucho pedir?, ¿Acaso él..... merecía todo esto? Todos los pensamientos positivos de Izuku desparecieron y fue entonces que ocurrió..... todo su mundo se vino abajo y lentamente sus ojos comenzaron a perder su brillo hasta volverse vacíos y sin vida.
Al día siguiente debían volver a clases y ambos lo sabían, el cenizo entró con su semblante de siempre a la habitación dejando ver una jeringa, Izuku no mostró expresión alguna y tampoco puso resistencia, dedujo que finalmente sería liberado debido a la similitud de esta jeringa y la primera pero de no ser así y a como veía las cosas no le podía pasar nada peor.
Bakugo: Veo que te dejé sin palabras - Se burló al no escuchar ninguna palabra del contrario.
Solo se limitó a escuchar, ni siquiera podía dirigirle la mirada después de lo que había ocurrido.
Izuku estaba hecho un desastre, la piel debajo de sus ojos se mostraba de un color oscuro que reflejaba todo lo que había pasado desde el día anterior, reflejaba toda su tensión, todo su sufrimiento, su pálida piel estaba cubierta de marcas y moretones, sus ojos estaban hinchados por llorar tanto tiempo, sus mejillas estaban ligeramente inflamadas por los golpes y había algunas manchas de sangre en diversas partes de su cuerpo.
Bakugo no le tomó importancia a su silencio y se acercó hasta quedar frente a él para inyectarle bruscamente el contenido de la jeringa, el más bajo solo soltó un pequeño quejido y observó al cenizo sentarse a su lado.
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○Fin del capítulo.
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¡Detente, Kacchan!
FanfictionTras la batalla con Overhaul la U.A. decide darle 2 días libres a sus estudiantes, es en este lapso que Izuku es secuestrado por su amigo de la infancia, Katsuki Bakugo, pero al pasar estos días, el cenizo deja en completa libertad a un peliverde de...