S e i s

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La junta con los altos mandos de la empresa fue algo que Jimin jamás pensó presenciar, pues él era un simple pasante, alguien sin importancia, pero ahí estaba, al lado del presidente Kim Nam Joon.

Jungkook no entendía porque ese maldito engreído tenía tanta confianza en el revoltoso de Park, visto que durante toda la junta, le estuvo susurrando cosas, a las cuales Jimin simplemente asentía.

Cuando la junta finalizó todos regresaron a sus respectivos puestos, incluso el azabache, que con molestias caminó hasta su oficina, no convencido con lo que acababa de escuchar.

—Señorita So-hee —le habló a su asistente personal—, haz que el pasante Park Jimin venga a mi oficina en diez minutos.
—Si, señor.
—Y has que Jisoo venga a mi oficina lo más pronto posible, tan rápido como sus pies puedan moverse.
—Claro que sí, director Jeon.
—Si Park llega lo haces pasar, aunque Jisoo esté en mi oficina.
—Entendido —le dijo al hombre, este último mencionado apenas escuchó eso desapareció en su oficina.

Tan rápido como los dedos de la chica se pudieron mover, llamó a su amiga, ellas sabían lo urgente que era, el director estaba muy molesto.

—Estoy aquí, señor Jeon —soltó Jisoo cuando logró llegar en menos de un minuto a la oficina del director.
—Me alegra que sigas así de eficiente incluso con el pasar del tiempo —le dijo a la castaña burlonamente, pues si no se equivocaba no hacía ni dos minutos que le había pedido a So-hee que la llamara.
—Y a mi me sorprende que incluso con el pasar del tiempo logres recordar cómo reír —atacó, sintiéndose con la suficiente confianza para decirlo, sentándose en una de las sillas que estaban frente al escritorio del azabache.
—¿Por qué siempre estás tan a la defensiva, Kim Jisoo? —Ahora él se puso de pie, caminó hasta frente del escritorio y se apoyó en este—, ¿de verdad la soltería te mantiene tan de malas?
—¿Qué le hace creer que estoy soltera, director Jeon? ¿Acaso es que también es experto en eso?
—Una chica bien follada, es una chica feliz, y tú vives bastante estresada.
—Jungkook, por favor solo dime para qué me llamaste.

Kim Jisoo era su amiga de infancia, era hija de su nana, la cual cuidó de él desde que era un pequeño, quería mucho a la madre de Jisoo, tenía los mejores recuerdos, los cuales dejaron de ocurrir hasta que sus padres fallecieron y a él le tocó cambiar de vida, dejando todo atrás, su vida pasó como debía pasar y jamás supo de Jisoo y su nana.

Pero cuando por casualidad Jisoo aplicó para asistente y Jungkook logró reconocerla, su amistad se retomó, no como antes, pues ahora él era su jefe, y le debía respeto, pero de vez en cuando compartían alguna cena, o cualquier plan que incluía beber alcohol mientras hablaban un poco de sus penas.

—¿Cómo se enteró Namjoon de la situación? —soltó finalmente, parado frente a ella—, y quiero la maldita verdad.
—Fui yo quien se lo contó.
—¿Qué? ¿Tú? —cuestionó confundido, pues el azabache creía que había sido Namjoon el que filtró la información, lo creía capaz de traicionarlo en cualquier momento.
—Revise la red de datos, anunciaban una nueva campaña, rápidamente revise los correos y en efecto, en el correo ya teníamos la notificación del adelanto.
—¿Y cómo sabías que lo que estaban por lanzar era algo similar a la nuestro?
—Mencionaban palabras muy claves que nosotros mencionaremos en el launch party, también decían que sería mediante video e inteligencia artificial.
—¡Hijos de puta! —gruñó Jungkook—, espero que realmente hayan conseguido todo esto porque hackearon nuestro sistema, y no porque en la empresa tenemos un maldito soplón.
—Pienso lo mismo, Jeon, el sistema simplemente lo reforzamos con más seguridad, ¿pero qué se hace con un soplón?
—L-Lo siento, lo siento —la voz de cierto pelinegro los sorprendió—, vuelvo más tarde —e intentó nuevamente cerrar la puerta de la oficina, pero la voz de su jefe lo detuvo.
—Park.
—Juro que no mire nada —insistió, ya no quería presenciar esas malditas escenas, pues lo poquito que había mirado era al director parado frente a una chica, el respaldo de la silla no le permitió observar claramente, pero con ver eso le fue suficiente para deducir que quizá se estaba repitiendo lo del otro día.
—Pase, joven Park —repitió con más seriedad—, hablamos más tarde, señorita Kim, puede retirarse.

Désir ⸨KOOKMIN⸩ 18+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora