Capítulo 11 (Favor)

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Camille

Me removí sobre mi cama al ser perturbado mi sueño por un ruido molesto, con pereza abrí mis ojos e intente ver en la oscuridad, cuando lo logré busque con la mirada que era aquello que estaba haciendo ese ruido.

Fije mi mirada en mi mesita de noche y era mi teléfono que vibraba, y mostraba en su pantalla el nombre de Emily, me estaba entrando una llamada de ella. Desorientada, tomé el aparato en mis manos y di un vistazo rápido a la hora.

5:20 a.m.

Mi ceño se frunció y mil preguntas comenzaron a formularse dentro de mi cabeza. La primera fue: ¿Por qué me esta llamando a esta hora?

Sin pensar más, conteste su llamada.

—Bueno. —dije somnolienta.

—¿Te desperté? —preguntó del otro lado.

—Se podría decir. —talle mis ojos—. ¿Qué ocurre?

—Es que... —titubeo—. Quería saber si podrías pasar por Dylan y yo, lo que pasa es que su moto de repente no encendió y ya lleva varios intentos, y no sabe que le paso.

—¿Tiene gasolina? —bostece mientras me levantaba de la cama y caminaba a paso perezoso al baño.

—Fue lo primero que revisó. —dio una pequeña risita—. ¿Podrías? Sino puedes, no te preocupes. Ya veremos cómo nos iremos.

—Nunca dije que no puedo, llegó por ustedes en media hora.

—¿De verdad? —preguntó conteniendo su emoción.

—Sí, mándame la ubicación. —me despoje de mi pijama y la deje a un lado.

—Esta bien, te vemos aquí. —colgó.

Dejé mi teléfono a un lado y me metí rápidamente a la ducha, en cuanto mi cuerpo sintió el agua helada se erizo mi piel, tuve que morderme la lengua para no soltar un grito por lo fría que estaba.

Me duché lo más rápido que pude, salí temblando del baño y fui a mi armario. Tomé unos jeans anchos color negro y un top de tirantes del mismo color, y me coloqué unos tenis blancos.

Fui hacia mi tocador y velozmente arregle mi cabello, había decidido que por esta ocasión lo dejaría suelto, me puse un collar pequeño para no dejar desnuda la piel de mi clavícula, se veía bonito. Seguido de eso me hice un maquillaje natural como ya era costumbre, me aplique perfume en el cuello y muñecas, y me coloque unos anillos.

Me puse de pie y tomé mis lentes junto a mi mochila, y salí de mi habitación hacia las escaleras. Al bajar me encontré con la sorpresa que todo estaba oscuro.

—¿No se ha despertado? —musite confundida.

Lo más probable era que Matthew estuviera resentido conmigo por lo de anoche y no se haya levantado apropósito. No lo juzgaría ni mucho menos me enojaría con él, esta en su derecho de enojarse conmigo por haber insistido el tema de Jocelyn.

Sin darle mucha importancia, salí de la casa cuidadosamente para no hacer ruido no sin antes haber tomado mis llaves. Subí al auto encendiéndolo, coloque en el GPS la ubicación que minutos antes me mando Emily y emprendí camino a la casa de los dos hermanos.

Al principio me había desubicado, no conocía mucho las calles más que las que siempre transitaba. Pero decidí hacer caso al GPS y seguí con el camino que me marcaba.

Cuando llegue al lugar de destino, me estacione en la acera frente a una casa de dos pisos, al mirar a mi alrededor la mayoría de casas lucían similares a la que tenía frente a mí.

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