A tu lado, el cielo brilla

Fin de semana Parte 1

Los padres de Kuroo no estarían aquel fin de semana, era por eso que había invitado a Kenma a su casa y su novio había aceptado.

El señor Kozume no estaba de acuerdo, no le parecía que estuvieran a solas tanto tiempo sin supervisión de un adulto.

— Papá... Si de algo te sirve, debes saber que soy asexual. No me interesa tener relaciones sexuales – le confesó Kenma.

Aquello que había dicho no era mentira, pero había ocultado que la única persona con la que si le interesaba aquello era Kuroo.

Después de varias discusiones más su padre terminó cediendo, así que aquel viernes después de clase fue directamente a casa de Kuroo.

Aquel primer momento no fue nada incómodo, habían preparado algo para cenar e hicieron su respectiva tarea. El gato negro incluso le había explicado ciertas cosas a su novio, tomaron un break para jugar y leer mangas, entrada casi la media noche decidieron que era momento de dormir.

Al día siguiente por primera vez desde que eran niños Kenma se levantó antes que Kuroo. Se sentía de cierta forma muy nervioso porque era la primera vez que estaban completamente solos sin adulto alguno desde que se volvieron novios.

En cuanto se levantó fue al baño y lavó su cara para despejarse. Decidió irse a sentar al sillón para jugar un rato en lo que Kuroo se levantaba pero éste no tardó en unirsele.

— ¿Qué haces aquí, Kenma? – le preguntó abrazándolo.

— Perdón, ¿te desperté? – dijo apenado por aquello.

— No... Solo me sorprendió ya no verte... Regresa a la cama conmigo un momento – le pidió Kuroo de tal forma que de inmediato se paró.

Cuando volvieron al cuarto Kuroo empujó con cuidado a Kenma para acostarlo en la cama y después el ponerse sobre él. Kenma solo sonrió y acarició su mejilla como dándole permiso de que lo besara.

Aquel beso comenzó lentamente, Kuroo se dedicó a explorar cada rincón de la boca de Kenma. Sus lenguas intentaban buscar alguna respuesta a sobre qué deberían hacer ahora. Pararon solo por falta de aire.

— ¿Estás bien? – preguntó Kuroo viendo la cara excesivamente sonrojada de Kenma.

— Sí, solo que pensé que nunca te iba a poder besar así – admitió el menor sonriendo, volvió a acariciar la mejilla de Kuroo — ¿Puedes seguir besándome?

Así fue, solo que esta vez el mayor no fue tan intenso. Kenma pasó sus manos por la espalda de Kuroo dejando caricias, solo por el hecho de que estaba controlándose un poco no subió aquella playera que tenía como pijama porque una de las cosas que más quería era sentir los músculos de Kuroo...

El gato negro paró un momento y rió.

— ¿Te gusta mi espalda?

— Me gusta tu cuerpo.

Aquello sonrojó ahora a Kuroo, quien decidió acostarse a su lado y abrazarlo. Kenma puso una cara de frustración que lo hizo reír.

— No te desesperes, Kenma – dijo dandole un beso en la frente — Vamos a comer algo.

Mientras almorzaban hubo un silencio un poco incómodo. Sin embargo, después Kenma propuso un juego:

— Juguemos verdad o reto.

— Nunca quieres hacer los retos, eso es trampa – se negó Kuroo.

— De acuerdo... Entonces hagamos preguntas y debemos contestar sin importar la pregunta. – insistió Kenma.

— De acuerdo, pero yo empiezo – Kuroo sonrió un poco malévolo — ¿Realmente te interesa tener sexo conmigo?

El menor sabía que la primera pregunta iba a ser relacionado a eso asi que se había preparado mentalmente para no morir de vergüenza, aún así sus mejillas lo traicionaron.

— Sí... Eres la primer persona que me hace querer intentarlo... –admitió sonriendo para después decir su pregunta — ¿Tú ya has tenido sexo antes...?

Kuroo rascó un poco su cabeza con incomodidad, odiaba tener que decir la respuesta...

— Sí, pero solo con chicas. Nunca lo he hecho con un chico porque... Siempre he querido que sea contigo nada más – sentía que su respuesta no tenía sentido alguno.

Pero Kenma solo sonrió así que se sintió mas confiado para seguir con su pregunta.

— ¿Sabías que hay muchas formas de tener sexo que no tiene que ver con la penetración?

Kenma se sonrojó y negó con la cabeza.

— ¿Quieres intentarlo...?