CAPÍTULO 104 Creando recuerdos

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Travis salió de la habitación principal de la casa de Beverly Hills, en unos cuarenta minutos debía tomar un vuelo para la ciudad de Kansas, no le quedaba más que molestar a su mejor amigo, Ross, él era el sujeto indicado para pedirle ese enormísimo favor de cuidar de su esposa e hijos, le daba vergüenza tener que acudir a él, porque Selena se encontraba en las mismas condiciones que Taylor, lo cual, no sería fácil, sumando a eso, que los mellizos pueden mostrarse de buenas o de malas, no lo sabía, así que, le marcó.

—Ross— se puso contento de que le respondiera la llamada, seguro debía estar ocupado, era un alivio que le contestara.

—Hey, Travis, ¿Cómo estás?, ¿Todo bien?, es raro que charlemos a esta hora— dijo riendo.

—Todo bien, bueno, no tanto— estaba apenado. —Necesito pedirte un enorme favor, sabes que juego mañana, estoy en Los Ángeles, pero Tay no se ha estado sintiendo muy bien, ya sabes— él debía entender. —Quería saber si te puedes quedar con ella y Selena aquí, en su casa, por favor, la verdad que no tengo a quien más acudir—

—Ni lo preguntes, claro que lo haré, ¿Por qué no le haría un favor así a mi mejor amigo, y la mejor amiga de mi novia? — rio. —Ahora mismo le digo a Selly, te veo allá, ¿Ok? —

—¡Gracias!, no podré verte, tengo que irme al aeropuerto, muchas gracias, Ross, te debo una grande—

—Nada de eso, te veo luego, adiós—

—Adiós—

Colgaron.


—Tay— entró a la habitación de nuevo. —Tengo todo solucionado—

—¿Quién va a venir? — ella sospechaba, pero no estaba segura.

—Ross—

—Oh, Trav, tal vez Sel no se sienta en condiciones de venir—

—Nena, tranquila, apuesto a que debe estar igual que tú, pero vendrán y podrán descansar juntas, ¿Bien?, voy a compensarles este enorme favor— se sentó en la cama al lado de ella. —Tengo que irme, sabes que voy a estar llamando como loco, ¿Verdad? —

—Sí, lo sé— rio. —Estaré bien, solo estoy cansada, no es nada grave, pobre Ross, imagino lo que va a sufrir en estos días, va a tener dos embarazadas a su cargo, además de dos bebés locos—

—Me voy pensando en eso— dijo nervioso.

—Será mejor que cierre mi boca— le acarició el brazo. —Lo único en lo que debes pensar ahora es que todo va a estar bien y concentrarte en el juego, es un equipo bastante bueno, pero sé que les va a ir bien— lo besó. —Suerte en el campo—

—Tay— Travis la abrazó y besaba repetidas veces su hombro. —Mi dama, tengo que irme ya, pasaré a despedirme de los niños, sin despertarlos y me voy al aeropuerto, lo que sea, puedes llamar, estaré pendiente y si es algo de gravedad, me importará una mierda el juego y volaré hasta acá, de San Francisco a Los Ángeles es más cerca, te amo— la besó. —Te amo—

—Te amo— lo besó de vuelta. —No te preocupes—


Travis se fue con un nudo en el estómago, todos los nervios del mundo debían estar depositados en una sola persona, y esa persona, era él, concentrarse en el juego del domingo, sería algo complicado, con Taylor lejos, embarazada, los niños, sus malestares, todo era en extremo difícil, pero se tenía que centrar, si quería llegar a la final, debe dejar sus preocupaciones a un lado, aunque eso le esté costando el doble de esfuerzo, él era bueno, confiaba en sí mismo, y el caos que se vendría cuando la gente del estadio se dé cuenta de que la cantante no asistió al juego, los rumores comenzarían, agradecía que era solo eso, rumores, nada malo iba a pasar ni estaba pasando, solamente decidieron, sobre todo él, que ella se quedara a reposar, todavía quedaban algunos juegos hasta diciembre para acabar el año, sin mencionar los del siguiente, el camino al super bowl y el parto iba junto.

Eres mi juego finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora