•SÓLO POR TÍ•

Cap. 5

Jughead se acercó a ella y colocó una mano en el hombro de la chica. —Oye Betty... ¿Qué tienes?—

Betty no dijo nada, pero en cambio sollozó. —Nada...

—¿Qué? Pero... ¿Acaso estás llorando?— Le preguntó, preocupado.

—No... No estoy llorando Jughead— Negó, quitando la mano del chico de su hombro y limpiándose las lágrimas, aún de espaldas. —El viento llevó algo a mi ojo...

Jughead suspiró, mirándola. —Betty... A veces debes dejar salir lo que te duele para poder seguir. Si no sacas lo que tanto te lastima no vas a poder trabajar conmigo en éste proyecto hoy. Puedes hablar conmigo, no le diré nada a nadie. No voy a burlarme, hacer chistes o aburrirme— Aseguró.

Betty se giró a mirarlo con la cara ya empapada de lágrimas. —No lo sé. Es algo realmente tonto—

—Si es algo que te lastima no es tonto Betty— Negó Jughead, con toda su atención en ella. —¿Qué tienes?—

Betty tomó una profunda respiración, bajando la mirada y jugando con sus dedos. —Como sabrás... Me gusta un chico— Empezó.

—Archie Andrews— Contestó Jughead, asintiendo.

—Si... Pero... Yo no le gusto a él. Yo siempre lo invito a salir y él nunca puede, nunca está disponible. Hoy lo invité a salir y me dijo que tenía un compromiso con su madre o algo así... Pero cuando Verónica propuso que saliéramos el quiso ir y ahí me di cuenta de que me había mentido solo para no salir conmigo— Sollozó.

Jughead suspiró.  —Oye perdón por opinar pero ese chico es algo inmaduro en esa parte—

Betty miró sus manos. —¿Qué tengo yo de malo, Jughead?— Preguntó, llorando. —¿Por qué no le gusto? ¿Qué tengo que hacer para que se fije en mi?—

Jughead tomó sus manos, llamando su atención y mirándola a los ojos. —Tu no tienes absolutamente nada de malo. Solo que él no es lo suficientemente maduro o inteligente para ver lo que se está perdiendo—

Betty sonrió levemente. —¿Tu crees?—

—Bueno... No tengo tanto tratando contigo pero no necesito conocerte demasiado para saber que eres una gran chica— Admitió.

Betty sonrió y él le devolvió la sonrisa hasta que ambos bajaron sus miradas y se dieron cuenta de que sus manos estaban unidas, separándolas de inmediato.

—Lo siento— Se disculpó Jughead, apenado. —No sabía que hacer para que ya no estuvieras tan triste—

—Descuida, tengo que admitir que ya me siento mejor— Aseguró Betty, con una pequeña sonrisa. —Gracias Jug, realmente me sirvió de mucho hablar contigo—

—Para lo que necesites— Aseguró el ojiazul, guiñándole un ojo. —Bueno... A trabajar entonces—

—Si, a lo que vinimos— Dijo Betty, tomando su mochila y sacando un iPad. —Voy a revisar la guía que mandó el rector—

Empezaron a redactar el periódico con los recursos de aquella oficina y el trabajo se hizo rápido y de manera muy eficiente.

Ahí Betty y Jughead descubrieron lo buenos que eran trabajando en equipo, juntos.

—Wow... Mira a ésta preciosura— Presumió Jughead, tomando el periódico ya impreso en sus manos.

—No sé para que nos mandan a hacer esto, ya no se usa— Dijo Betty con una sonrisa. —Es increíble, nos quedó muy bien y en tiempo récord—

—El rector dijo que le pusiéramos un nombre al periódico— Le recordó el ojiazul a la chica. —¿Qué sugieres?—

—¿Yo?— Preguntó ella. —¿Por qué no lo elijes tu?—

—Tu eres el cerebro— Dijo el.

Betty soltó una risa. —Mmm no lo sé. ¿Periódico estudiantil? ¿Informante estudiantil? ¿Circulo dorado? ¿Azul y oro?—

—Ese, me gusta el último— Opinó Jughead. —Azul y oro—

Betty sonrió. —Pues azul y oro será. Oye... Terminamos muy temprano. ¿Ahora que?—

Jughead sonrió. —Bueno... Me muero de hambre y me imagino que tú también. Te invito a comer al Starbucks más cercano—

Betty lo miró. —¿Qué? ¿Me estás invitando a comer a mi?— Preguntó con diversión.

—Pero claro— Aseguró Jughead. —Pasemos a la biblioteca a dejar a éste bebé y vamos a comer algo. Así olvidas el trago amargo de hoy—

Betty bajó la mirada, recordando aquel episodio con Archie y volvió a mirarlo a el. —De hecho yo también tengo hambre...

Jughead sonrió. —Perfecto. Dejamos el periódico con la bibliotecaria y nos vamos caminando, está cerca—

Así lo hicieron. Dejaron el recién impreso periódico con la bibliotecaria, quien se lo entregaría a Archie y caminaron tan solo dos cuadras hasta el Starbucks más cercano.

Estaban comiendo unos sandwiches con malteadas mientras hablaban, reían y se burlaban de situaciones penosas.

—Es que de verdad no se qué le ven— Opinó Jughead con diversión.

—Porque no eres mujer, tontito— Respondió Betty. —Pero cada personaje de esa saga me encanta. Me gusta Crepúsculo—

—Es buena, pero solo cuando pelean los lobos, los vampiros y eso— Dijo el ojiazul. —Y así como no sé qué le ven a esos hombres raros de Crepúsculo, tampoco se que le ven a ese Archie—

Betty estalló en risas. —Ay Juggie por favor...

—¡Si! Siempre está sonriendo como si lo obligaran o algo— Admitió.

Betty continuó riendo a carcajadas hasta que notó que Jughead la estaba mirando con una sonrisa.

—No te detengas— Pidió Jughead, sin parar de mirarla.

Betty lo miró con atención. —¿Qué?—

—No dejes de reír así. Eres aún más hermosa cuando ríes— Admitió.

Betty se sonrojó con una sonrisa. —¿Tu crees?—

—No lo creo— Negó. —Estoy seguro. Pero habla con ese pelirrojo y hazle saber que su actitud te lastima—

Betty asintió y soltó un suspiro. —Eso haré—

—Oye... ¿Puedo tener tu número? Así podemos mantenernos en contacto con lo del trabajo— Sugirió Jughead. —Si quieres—

—Ah, claro— Aceptó la ojiverde.

Después de intercambiar números, Jughead pagó la cuenta y junto a Betty fueron ambos hacia sus vehículos en el parqueo de la universidad para irse a casa.

—Oye... No sabes cómo necesitaba esto. Realmente me sentía muy mal— Admitió Betty. —Gracias Jug—

Jughead le sonrió. —No hay de qué. Estoy disponible para lo que necesites. Cuídate mucho, nos vemos mañana—

Betty asintió, sacando las llaves de su auto. —Hasta mañana Jug—

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Amamos😍😍😍 más momentos así.. 

Samy ❤️