Across A Thousand Worlds

ACROSS A THOUSAND WORLDS

Corre, corre pequeña oveja, porque el favorito de La Muerte está detrás de ti.

Contrario a lo que muchos pensaban, Wade Wilson se conocía mejor que nadie. Sabía muy bien sus múltiples defectos y sus escasas virtudes. Sabía que a pesar de ser considerado un hermoso omega con un exquisito olor y unos poderosos genes de regeneración que lo volvieron inmortal, el era más de lo que las personas a su alrededor podían soportar por tanto tiempo.

Por eso se sorprendió inmensamente cuando de todos, fue Logan, su compañero en su más reciente aventura multiversal, quien comenzó a cortejarlo hasta que ambos decidieron por fin unirse en santo matrimonio y marcarse mutuamente como alfa y omega, uniéndose y causando que Logan dejara atrás a su anterior universo, del que fue secuestrado por Wade.

(Logan aún recuerda los brillantes ojos miel de Wade llenos de felicidad y la risa más hermosa que había escuchado salir de aquellos labios rosados cuando Logan lo cargó y le dio vueltas cuando el omega le dijo que si.)

Pero era tan fácil amar a Logan. Podía ser conocido como el Peor Wolverine por su pasado, pero era el mejor Wolverine de todos ante los ojos de Wade Wilson. Su compañero en crimen y en el amor. Aquel que aún sin en realidad conocerlo, había estado dispuesto a dar su vida por Wade y su universo.

Con un alfa así, era imposible que Wade no se enamorara de la clase de macho alfa –literalmente– que tenía frente así. Y era un amor tan intenso y caluroso como mil soles, caliente y apasionado, además de inmortal.

Estaban juntos en una semi retirada vida como mercenarios, matando aquí y allá de vez en cuando solo para regresar a su pequeño apartamento y hacer pedazos la cama en una noche apasionada que dejaban la espalda de Logan arañada y dejaban las entrañas de Wade llenas de la semilla del mutante.

Todo solo para que la mañana siguiente, y como buena esposa de casa que es, Wade se levantara para preparar  el desayuno en un delantal rosado con nada más que con una camisa de Logan que apenas y cubría su trasero. Limpiaba la casa un poco para finalmente levantar a Logan, quien le daría una nalgada antes de dirigirse a la mesa, donde ambos comían mientras hablaban y reían, disfrutando de la domesticidad de su vida junto a Mary Puppins aka Dogpool.

Wade consideraban que eran una caliente e inmortal pareja feliz, y esperaba que las cosas continuaran así, que nada arruinara este final feliz que el mundo les había dado luego de tanto sufrimiento y patadas en las bolas. De hecho, esperaba que las cosas continuaran así de bien y tal vez en un futuro, poder tener sus propios cachorros que volverían loco a Logan y añadirían integrantes a la ya alocada familia de mutantes y mercenarios.

Wade añoraba una familia con Logan con todas sus fuerzas, quería traer al mundo un pedazo de ellos y ayudarlo a crecer hasta que se convirtiera en la mejor versión de sus padres y que ambos pudieran decir que habían creado algo bueno.

Desafortunadamente, otros parecían tener planes diferentes y joderles sus planes de retiro cuando de la nada, un portal se abre y literalmente succiona a Logan, su alfa y esposo, llevándoselo a un lugar desconocido.

—¡No! ¡No! ¡No! ¡No te atrevas a soltar mi mano pastelito, no querrás que te apuñale! —la temblorosa risa nerviosa de Wade quería tapar el hecho de que estaba llorando y el viento producido por el portal se llevaba sus lágrimas.

Logan no era sentimental, raramente lloraba o mostraba su lado más vulnerable. Pero se le era imposible no sentir su corazón romperse cuando veía a su precioso omega llorar frente a él mientras trataba con todas sus fuerzas de no soltar su mano y mantenerlo junto a él.

—¡Eso trato, Wade! —gritó, tratando de mantenerse junto a su omega.

—¡Trata más fuerte! ¡No puedes irte y dejarme atrás! —la voz casi histérica de Wade no hizo más que lastimar a Logan, quien en verdad estaba tratando de no irse, usando toda su fuerza.

No importa cuando lucharon, Logan fue tragado sin más, dejando atrás a un desesperado omega que cayó de rodillas, hipervilando, tratando de encontrar algo que oliera a su desaparecido alfa.

—No. No. No. No. —susurró fuera de si.— Por favor, no.

Sus sollozos eran bajitos, creando una escena aún más triste y dolorosa, con el mercenario tratando de tragarse su dolor de no poder oler a su alfa a su lado.

—No te dejaré. Juro que te encontraré. —sentenció, y siempre había cumplido con cada una de sus sentencias.

Si una vez había ido por el multiverso para encontrar a un Logan para salvar a su línea de tiempo, estaba más que claro que viajaría por miles más de ser necesarios con tal de encontrar a su alfa. No importa cuantos años tomará o a cuantos universos tuviera que viajar, Wade Wilson era inmortal, y el encontraría a Logan.

Y cuando lo hiciera, mataría al hijo de puta que pensó que podía meterse con la pareja Wolverine-Deadpool, la pareja inmortal más caliente y patea traseros de la historia. Porque si secuestraron a Logan, claramente no sabían la amenaza que era un Wade Wilson iracundo y dispuesto a destruir mundos de ser necesario con tal de tener de vuelta a su alfa.

Honestamente, ¿acaso no entienden lo lejos que un omega es capaz de ir por su alfa? ¿Habían ignorado las historias de omegas que habían arrasado con ciudades enteras para salvar a su alfa? ¿Habían ignorado lo que el mismo era capaz de hacer? Pues si tantos querían ignorarlo, Wade les mostraría porque era una amenaza.

(Ignorando que en sus viajes se encontraría a múltiples calientes Logan que querían mantener a aquel inmortal mercenario con ellos.

En un mundo, Logan era un mafioso que quería a una esposa inmortal y tan peligroso como el.

En otro, el líder de los mutantes que mantenía el balance.

En uno, era el gobernante de su mundo que decidió que los mutantes ya no serían ciudadanos de segundo rango.

En otro, era conocido como Patch, y no había olvidado al omega inmortal que apareció frente a él.

En otro, era aquel Logan que no importa cuántas veces había apuñalado a aquel omega sobre ese carro y en aquel callejón en llamas, este había sobrevivido antes de que el omega se escapara, solo para regresar tiempo después.)