MI OTRO REFLEJO

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Era una noche en el Club Aura, un espacio exclusivo donde solo podían entrar personas de alto nivel económico, estatus y poder. Un club conocido por no discriminar en cuanto a las acciones de sus clientes, ya que siempre y cuando pudieran costear la estadía y los tragos eran todos bienvenidos. Por lo tanto, Aura, era un espacio de completa libertad, donde cualquier cosa que se pudiera imaginar era posible.

Tres chicos bailaban y disfrutaban de la música, el alcohol, y la compañía de chicos atractivos de los cuales siempre se mantenían rodeados. Probablemente eran los tres más atractivos y codiciados del lugar. El primero, y mayor de ellos, era Kim Seok Jin, un modelo famoso de 30 años, con una personalidad alegre y "diva". Jin era un tanto superficial en temas amorosos, de piel blanca, cabello castaño, y un cuerpo tanto envidiado como deseado por muchos.

El segundo era Park Jimin, de 28 años, un bailarín famoso tanto por su talento como por ser dueño de una prestigiosa academia, una de las mejores del país. Disfrutaba al máximo de su soltería y tenía una personalidad sarcástica y superficial. Con piel pálida, cabello castaño oscuro, y un cuerpo tonificado pero ligero, convirtiéndolo en un hombre también era muy deseado.

Finalmente, Jung Hyeok, de 29 años, que no tenía otra ocupación más que disfrutar de la amistad de Jin y Jimin, y de los beneficios que estas le proporcionaban. Con una personalidad muy extrovertida, rebelde, coqueta y valiente. Hyeok tenía la piel ligeramente bronceada y cabello negro. Siempre llevaba aretes en las orejas y algunos pequeños tatuajes.

Mientras los tres chicos bailaban rodeados por un gran grupo de gente que se interesaba por interactuar con ellos, un extranjero alto y rubio que observaba desde lejos se acercó a Hyeok.

- ¿Quieres beber algo conmigo en privado? -preguntó acercándose a su oreja

- Hyeok~ -Lo llamaba Jin sonriendo- No nos dejes solos ahora~ -reía mientras dejaba en evidencia su completa borrachera

- Ve si quieres -le dijo Jimin mientras se acercaba a la oreja de Hyeok- Yo me quedo con él, disfruta -le guiño un ojo y el otro asintió con la cabeza

- Soy un poco costoso -dijo ahora Hyeok respondiendo al chico- así que, si no estás dispuesto a eso, entonces...

- Estoy dispuesto a todo lo que tú quieras -lo interrumpió sonriendo- tus deseos son ordenes para mí -Hyeok satisfecho tomó su mano y lo dirigió a la barra

- Dame lo más costoso que tengas -dijo al bartender, haciéndolo mirar al rubio en busca de aprobación

- Dale todo lo que pida -respondió mostrando una tarjeta negra ilimitada y Hyeok sonrió aún más interesado- Hyeok, ¿verdad? -preguntó a su ahora compañero de tragos

- No creo que tengas dudas sobre mi nombre -le sonrió coqueto mientras recibía el trago- por algo me invitaste aquí ¿No? -preguntó mientras daba el primer sorbo y lo miraba a los ojos- ya debes saber todo sobre mi supongo

- Supones bien -rio- Llevo un tiempo mirándote, pero no sabía si querrías venir conmigo

- Mientras tengas como con consentirme seré todo tuyo -comentó sin dejar de sonreír- ¿sigues interesado sabiendo eso? -el otro sonrió mirando su vaso

- Entonces, si sigo consintiéndote serás ¿solo mío? -Hyeok sonrió mientras negaba con la cabeza

- Lo siento, cariño. Lamentablemente no soy muy amigo de la exclusividad -se acercó a él- pero puedo prometer que nos divertiremos mucho... -lo besó

- ¿Quieres moverte de lugar? -le preguntó sonriendo sin alejarse completamente de él

- Me parece una buena idea...