Sin pecado: Edición All Star

Chapter 6

Sinverso en la mañana.

Las primeras notas orquestales del tema musical de la película de Ace Savvy comenzaron a lentamente hacerse más fuertes en el oscuro, apretado, y pequeño cuarto. Empezando con la sección de cuernos y arpas para agregar poco a poco volumen y energía, mientras que el ocupante del cuarto se comenzaba a levantar al mismo ritmo. Al tiempo que las secciones de bronces y tambores entraron, Lincoln Loud ya se había despertado.

Con el tema ya habiendo tomado vuelo con los cuernos, tambores, cuerdas, todos tocando al volumen al máximo en un tono enérgico, Lincoln finalmente se sentó en su cama.

Su espalda se sentía algo tensa.

Ya no estaba acostumbrado a dormir en un colchón individual como cuando era joven. En su casa tenía uno matrimonial que lo dejaba estirarse a sus anchas, pero tener que mantener todas sus extremidades juntas para no caerse lo estaba haciendo sentir un tanto apretado. Había una parte de él que se estaba arrepintiendo de haber vuelto a su viejo cuarto, ¿Pero qué otra opción tenía?

Lincoln miró su celular (No es SU celular, maldita sea) con molestia y apagó la alarma. El otro Lincoln había programado exactamente la misma alarma que él usaba en casa. Era otra similitud entre los dos que no le gustaba. Él en serio quería que hubiera más diferencias entre ellos aparte de cogerse a sus hermanas. Claro, el otro Lincoln era una víctima y un hombre patético, ¿pero en serio debían de tener los mismos intereses, contraseñas y gustos? ¿Porque al otro Lincoln no le gustaba mas Barbilla Roja que Ace Savvy, o prefería Guerras del Espacio a Los Pioneros del Espació?

Era muy temprano para esto.

Las seis de la mañana.

Rayos, ¿Hace cuánto que no se levantaba a las seis de la mañana, y no solo seguía despierto para esa hora? Él fue muy mañanero en su juventud. Se tenía que levantar antes que sus hermanas para tratar de hacer sus tareas. Pero en los últimos cinco años más o menos, no necesitaba hacer nada parecido y había empezado a levantarse tarde.

Pero eso no importa, había acordado tomar el lugar del otro Lincoln, por más que detestaba la idea. La familia lo estaba soportando, a pesar de que ellos probablemente necesitarán a su propio Lincoln de vuelta, y no iba a ser un mantenido con ellos. Eso y no sabía en qué situación financiera se encontraba esta familia. No iba a dejar que estos niños pasen hambre porque el otro Lincoln perdió su trabajo por su culpa. A pesar de que lo odiaran, él fue quien los puso en esta situación y Lincoln Loud no corría de sus responsabilidades.

¿Estás seguro Lincoln? ¿Seguro que no eres el ojete que cortó a sus hermanas de su vida? ¿Seguro que no abandonaste tus responsabilidades con tus hermanas en casa? Justo como lo dijo Lynn.

Callate, callate, callate. Le dijo a los pensamientos intrusivos.

Solo había pasado un día sin tomar sus antidepresivos y ya estaba empezando a tener pensamientos intrusivos. Y él suponía que su situación no haría esto más fácil.

Los pensamientos intrusivos no eran como tener otra personalidad o algo así, solo eran pensamientos negativos que se entrometen en tu flujo de pensamiento fuera de cualquier control que puedas tener. Criticandote de forma cruel así te lo merecieras o no. Lincoln lo sabía, pero igual lo distraía, se cuestionaba, tenía que pensar dos veces para todo. Pensamientos que no quería tener estaban volviendo debido a los eventos recientes, y solo quería solo poder echarlo todo bajo la alfombra.

Tomó un respiro hondo.

Su mente se silencio y supo que era momento para prepararse para el día.

Salió de su cuarto y fue al corredor, vestido en su playera y boxers, lo que encontró...