¿Alguna vez te han llamado bicho raro? ¿O se han empezado a reír de ti a tus espaldas, solo por ser cómo eres?
La gente cree que tiene un concepto claro de lo que es ser normal, o "encajar" como dicen algunos. Esa palabra puede ser muy dolorosa a veces, sobre todo, para esas personas a las que llaman "bichos raros", esas que no son copias baratas de otras personas y que son como salmones que nadan a contracorriente en un río lleno de peces que se dejan llevar por la corriente.
Sé de primera mano lo que es eso, lo que es que te juzguen. No deberíamos vivir en una sociedad como esta, sino en una donde todo el mundo respete al otro. Que alguien tenga gustos diferentes o su personalidad sea distinta, no da derecho a nadie a aprovecharlo y convertirlo en el punto débil de esa persona. Y esta historia que estoy a punto de contaros, es para reivindicar eso.
Mi nombre es Ana. Todo el mundo al verme por la calle podría decir que soy una adolescente de catorce años normal, como las otras. Un poco diferente, eso sí. Lo que no saben es todo lo que he llegado a sufrir por esas "modas" tan populares que existen, sobre todo entre la gente de mi edad, pero creo que es mejor que os cuente la historia desde el principio.
Todo empezó hace un par de años, cuando empecé la ESO. Aunque... si os digo la verdad, ya me había empezado a pasar un poco en primaria, supongo que ya apuntaba maneras a que en un futuro la gente empezaría a meterse conmigo solo por cómo era. Ahora estoy en tercero de la ESO y aunque ya he superado todo lo que me pasó, sobre todo en primero, aún tengo ciertas heridas que pueden llegar a abrirse si me pasara de nuevo.
Ya llevaba varios meses de clase en primero de la ESO cuando esa chica tan "popular" en mi clase y en el instituto entero, llamada Daniela, empezó a herirme de verdad con sus comentarios. Al principio eran débiles, o al menos, eso era lo que yo pensaba, ya que no tenían nada que ver con lo que me hizo después.
Yo siempre me he considerado una chica alegre, optimista, creativa e inteligente. Alguien que sabe escuchar a los demás y que les ayuda con sus problemas. Pero todo eso empezó a cambiar cuando Daniela apareció en mi vida.
He de decir que no tengo muchas amigas, solo tengo tres, pero con ellas puedo ser yo misma, o lo más parecido a eso, al menos. En el pasado tenía más, y yo era más abierta con la gente, pero a partir de que se empezaran a meter conmigo en el colegio, empecé a esconderme en mí misma y a esconder mis talentos. Daniela empezó a aprovechar eso y se hizo muy cercana a mis antiguas amigas. No sé si fueron ellas las que le contaron mis debilidades, pero de alguna forma sé que tienen algo que ver.
Ese miércoles estábamos a mitad de la mañana, era el recreo, y yo estaba al lado de mi taquilla metiendo los libros que no iba a necesitar y cogiendo los que necesitaría para las próximas clases. Y fue ahí cuando Daniela se acercó a mí, para meterse conmigo.
-¡Eh, perdedora! - exclamó mientras se acercaba.
Yo no respondí e intenté pasar de ella, pero de poco me sirvió. Pronto Daniela me estaba intimidando por mi forma de vestir, por mis gustos y diciendo que no aportaba nada a mi familia y que solo ensuciaba nuestro apellido. Yo no me esperaba para nada que me soltara todo eso tan seguido, a la cara y sin tapujos, por lo que me dolió bastante ya que me había pillado por sorpresa y suelo ser bastante sensible. Daniela sonrió maliciosamente en cuanto se dio cuenta de la reacción que habían tenido sus palabras en mí.
-Ten en cuenta que todo lo que te he dicho es verdad, Ana. Lo mejor sería que empezaras a darte cuenta de ello. Solo eres un bicho raro que no debería estar aquí. ¿Es que no te das cuenta de que no encajas en ningún sitio y de que eres invisible? Si estás sola, es por algo. Bueno... ya retomaremos este tema más tarde. Cuando no tengamos compañía. - dijo mientras señalaba con la cabeza a mis amigas que se acercaban hacia nosotras por el pasillo.
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El Valor de Ser Tú Misma (Original One- Shot)
Short Story¿Alguna vez te han llamado bicho raro? ¿O se han empezado a reír de ti a tus espaldas, solo por ser cómo eres? Sumérgete en una historia que te enseñará valores importantes y en dónde podrás llegar a encontrarte a ti misma. Nadie debería judgarnos...